__________________________

__________________________
Mostrando entradas con la etiqueta PABLO. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta PABLO. Mostrar todas las entradas

19 nov 2011

PALANTE (2): PERSONAJES INOLVIDABLES

Con motivo del 50º. Aniversario de PALANTE, la revista BOHEMIA, en la edición del pasado 4 de noviembre publicó una serie de trabajos relacionados con dicho onomástico, que incluía la portada, un reportaje desplegado que tituló “Al trote de los cincuenta”, y la sección “Grafi-Opinión” en cuya caricatura de la autoría de mi heredero Blanco (junior) aparecen quince de los personajes más emblemáticos de la publicación en estas cinco décadas.

La curiosidad me motivó a escudriñar en el baúl de los recuerdos y ..!Eureka!...El semanario había llevado a la portada del número correspondiente a sus 20 añitos una imagen similar, claro sin algunos de los actuales héroes de papel surgidos después de esa fecha.

Los invito a comprobar ambas imágenes:


Pues bien, como testigo presencial desde sus inicios quisiera agregar varias observaciones sobre algunos de estos personajes, y de otros que han pasado al olvido. Por ejemplo, en el primer número del entonces PALANTE Y PALANTE, apareció una mulatica sin nombre que con posterioridad Wilson bautizó como “Criollitas”, para representar a la mujer cubana, pero en sus comienzos tuvo una hermana gemela llamada “Felinas”, datos ya aclarados en este blog. Durante los escasos ocho números de 1961, resultaba casi imposible el surgimiento de nuevos personajes criollos que sustituyeran a los históricos “Hombres Siniestros”, “Reyecitos Criollos” o “Sindulfos Vinagreta” de épocas anteriores. Otros que habían luchado contra aquel sistema injusto como “El Loquito”, “Pucho”, o “Julito 26” pasaron por derecho propio a la historia de nuestro país.

El primer personaje que debutó bajo un nombre en el semanario, fue “Don Gusano” el 15-1-1962, cuya autoría correspondió también con su primer diseñador Miguel González Betancourt (Miguelito) ambos por breve tiempo, porque la sección duró pocas semanas y su autor pasó a formar parte del Departamento de Dibujos Animados del ICR desde su fundación, junto con Manuel Lamar, (Lillo) y Gaspar González.

Es decir: 1962 resultó una revelación en ese aspecto: El caso de las jovencitas de Wilson es uno de ellos, a los que se sumaron la “Angélica” de Fresquito Fresquet, el “Moralejo” de Ñico, el “Herodoto” de Arístide”, y el que causó mayor impacto de todos , el “Gironito” de Pitín, recién nacido cocodrilito en las arenas de Playa Girón que ocupó espacios privilegiados en los murales que PALANTE ofrecía en sus páginas centrales; y al cual equivocadamente nombramos “Gironcito” en el trabajo dedicado al fraterno miembro del equipo fundador de la publicación. Mis primeros personajes humorísticos allí, no fueron gráficos, sino literarios y anónimos: Se trataba de “Clarita y Confusia”. Esta pareja apareció sin firma tal vez por falsa modestia, ya que hasta ese momento sólo había realizado esa línea de trabajo con dibujos, con el “Prelito” de Prensa Latina, o el “Hipérbolo” de L.P.V. Por tanto, era la primera vez que yo incursionaba en el humor literario, pero pronto comenzó a publicarse con mi apellido Blanco. Sin embargo se convirtieron en figuras emblemáticas de la pequeña pantalla en el programa “Palante en Televisión” que adaptaba Carballido Rey para el director general Joaquín M. Condall,

Pero sigamos con aquellos muñecos pioneros:

Algunos de ellos surgieron al calor de temas coyunturales, como las tiras de “Luisita y Cuco”, sin firma; “Lilia y Juanito” o “Juanito y su padre” ambas de la autoría de Wilson; o “Martica y Raúl” por Blanco, entre otras tantas. Todas ellas tuvieron lo que se llamó en el argot de los medios: (Vida limitada).

A partir de 1967 con el “¡Ay, Vecino!” que honrosamente encabeza este sitio web, comenzaron a surgir en la publicación sus personajes más representativos, algunos casi olvidados por razones diversas como los “YO-YOS” de Jesús de Armas, “Barbarito no llego a diez” de Lillo, o el “Subdesarrollo Pérez” de Arístide.

De los que se han mantenido firmes, y sin orden numérico, están “El mejor amigo” de Ñico, y su famoso perrito sin nombre; nada parecido al acompañante de “Matojo” la mascota de Patricia nombrado Lucas Rengifo, a quien conocí personalmente con solo cruzar la calle en su hogar de 23 y J, atraído por sus ladridos.

En orden de importancia les siguió “Sherlock Holmos” con variada autoría: Cardi-Alben primero; Évora-Alben después; y finalizó “Holmos” a secas, pues continuó de la mano solitaria del dibujante Alberto Enrique hasta su reciente fallecimiento.

Siguieron sus pasos “Crisanto Buenagente” a partir de una crítica que hiciera el Comandante en Jefe a ciertos “Lindoros” ya parasitando a su antojo en la década de los setenta del siglo pasado. Por último recuerdo a “Luis y Elena” de Lumat.

A grandes rasgos hemos recorrido la prehistoria de los llamados personajes fundadores, surgidos en nuestras primeras décadas. Debemos aclarar que sólo nos estamos refiriendo al semanario PALANTE, porque MELLA, EL SABLE, DEDETE , y con posterioridad MELAÍTO y LA PICÚA en provincias, también han aportado lo suyo. Tal vez hayamos omitido a otros representativos del género por falta de memoria o de documentación, pero sin intencionalidad alguna.

Otra observación es que desde su fundación en diciembre de 1985, pasé a la Editorial Pablo de la Torriente, perdiendo el contacto con los archivos de PALANTE; sin embargo, no solo mantuvimos los vínculos con el periódico, sino que reeditamos a casi todos sus personajes humorísticos en forma de libros, o en las publicaciones periódicas Cómicos, Pablo, o El Muñe; algunos de ellos encuadernados por primera vez.Por tanto no llevo el record de los últimos años, y agradecería que, de haber alguna omisión, me sea informada para hacer las rectificaciones pertinentes.

Como historietista a la antigua, concluyo con el histórico… CONTINUARÁ.

20 ago 2011

SORPRESAS QUE DAN LOS HIJOS

El espacio·”Aventuras” de la televisión Cubana era el preferido de mis hijos allá por 1964, cuando se pasaban los episodios de “Robin Hood”; Paquito de siete años, era uno de los más entusiastas, y se inspiró en el personaje de los bosques de Sherwood, para plasmarlo en un simpático dibujo que mandé a grabar para utilizarlo en la invitación a la fiesta de su cumpleaños. Mi esposa guardó una de ellas como recuerdo, y ahora quiero compartir con ustedes, mis vecinos de siempre, esa primera sorpresa.
No era la primera vez que esto sucedía, en el trabajo titulado
CARICATURISTAS BAJO AMENAZA NUCLEAR, contamos una anécdota de ese mismo niño: Recuerdo que yo desconocía a fondo el desarrollo de sus aptitudes artísticas, y años más tarde, al terminar la enseñanza primaria, de pronto se me aparece con el título de ingreso a la Academia de Arte San Alejandro, adonde se había presentado por su cuenta. ¿Cómo es posible que eso hubiera ocurrido ante mis propios ojos sin darme cuenta? Así era de talentoso y discreto.
En otra ocasión cuando Ángela Davis vino a Cuba se le organizó en La Rampa una exposición de homenaje con retratos de artistas y diseñadores profesionales, --él, adolescente aún— presentó una obra con la técnica del puntillismo y la misma sorpresivamente fue seleccionada por la propia luchadora norteamericana para llevarla consigo a su país.

Por sus propios méritos académicos más tarde obtiene una beca para continuar sus estudios en Kiev (URSS), y estando allá, un buen día José Luis Posada, presidente del jurado del Concurso 13 de Marzo, organizado por la Universidad de La Habana me llama telefónicamente para felicitarme por haber obtenido el premio de grabado, a lo que le contesté incrédulo:
--¡Gallego, estás equivocado, yo soy autodidacta y jamás he grabado nada!
A lo que él me contestó con la sorna acostumbrada:
--¡Ya sabía yo que no podías ser tú, con un trabajo tan exquisito!
Ambos nos reímos como siempre y a continuación le aclaré que el aludido podía ser mi hijo que tenía mis propios nombres y apellidos.
El caso es que sus compañeros de estudios habían presentado obras suyas en dicho concurso sin su conocimiento. El premio consistía en una semana en Varadero y el único de la familia que no pudo disfrutarla fue precisamente su autor, que se hallaba en el extranjero.
En otra oportunidad su primera exposición personal titulada “Ciudad Antigua”, a la que asistió toda la tribu, fue inaugurada personalmente por Eusebio Leal en noviembre de 1989. Pero la cosa no quedó ahí, pues para sorpresa de todos, semanas después, el Historiador de la Ciudad dedicó uno de sus programas “Andar la Habana” de la televisión nacional, a reseñar la muestra.

En diciembre de 1985 se crea la por la UPEC la Editorial Pablo de la Torriente, que en sus colecciones periodísticas incluía el humorismo gráfico y la historieta.
Pues bien, en la Edición No. 2 de 1989 la revista PABLO publica una historieta de seis páginas titulada “El Último Caso del Inspector”, fechada en junio de ese mismo año, Se trataba de una historieta-homenaje al prematuramente desaparecido escritor, guionista y poeta Wichy Nogueras.

El trabajo consistía en narrar gráficamente la obra del mismo nombre sin ninguna otra apoyatura que la propia poesía de Wichy, y sin perder el suspense de un “thriller”. El trabajo había obtenido el primer premio de historieta dramática inédita del Concurso de Historietas “Fidel Morales”, del VIII Salón Nacional de Periodismo 26 de JULIO de ese año, así como el premio de la Editorial Pablo de la Torriente, en 1989.
El impacto causado en los amantes del cómic permeó también el criterio de los participantes del Primer Encuentro Iberoamericano de Historietas, entre los que estaban el maestro uruguayo-argentino Alberto Breccia, el editor vasco Ernesto Santolaya, y Dario Mogno, editor e investigador italiano. Ello se evidenció en una entrevista que hiciera la periodista Paquita Armas al maestro Breccia como colofón de su visita a nuestro país.

Avanzado el interrogatorio la entrevistadora dejó caer la pregunta clave sobre su valoración de la historieta cubana, y con toda la autoridad de su larga experiencia, Breccia respondió:
“Tiene atraso por falta de información; no creo que por falta de calidad… Con proyectos como éste del Primer Encuentro Iberoamericano de Historietas pienso que estarán en contacto con lo que se está haciendo en el mundo…”
A lo que la periodista insistió: --Sin compromiso… ¿Puede señalar algún autor? Y Breccia sin pensarlo mucho contestó: “…A vuelo de pájaro, no con un estudio profundo, pienso que la historieta de Francisco Blanco (hijo) sobre un poema, marca un hito… Es una puerta que se abrió…”
Amante de las flores y los animales, lector furibundo y genial adaptador al comic de obras de Borges, Poe, Rulfo, Lovecraft, Onetti, Carpentier y García Márquez, entre otros consagrados. Fundador de la Escuela Panamericana de Arte que dio lumbreras como José Muñoz y Alberto Durañona, y muchos más; quiso también crear un Instituto de Arte capaz de formar profesionales integrales pues incorporaba además clases de teatro, cine, y literatura.

De aquel primer encuentro celebrado en La Habana, surgió la necesidad de crear la Asociación Latinoamericana de Historietistas con sede en Cuba y a Alberto Breccia su Presidente de Honor. El ejecutivo lo formarían Manolo Pérez Alfaro, presidente ejecutivo; Francisco Blanco Hernández, vicepresidente ejecutivo; y los secretarios por países: Waldimiro de Castro Santos, de Brasil; Mario Lucioni, de Perú; y Ricardo Peláez, de México.
El desengaño ocurrido a Breccia al no materializarse su proyecto de un instituto Integral de Arte; ocurriría exactamente igual en Cuba como consecuencia de la crisis del llamado periodo especial que nos azotó desde ese mismo año. En 2003 nos enteramos del fallecimiento del maestro, y junto con él murieron también nuestros sueños y proyectos de una Asociación Latinoamericana de Historietistas.
Debo aclarar que si Paquito fue mi hijo sorpresa por todo lo contado hasta aquí, eso no quiere decir que los otros dos --Elsie y Darío-- no me hayan dado igualmente gratas satisfacciones como él. A mis ochenta noviembres puedo sentirme orgulloso de todas estas sorpresas que me han brindado hijos, nietos y biznietos.

12 feb 2011

COSAS DE ENAMORADOS

Dicen que el amor es cosa de locos. A lo mejor es una exageración, pero de que estar enamorado resulta una locura, no me cabe la menor duda: Al más prudente--ella o él-- puede írsele la chaveta de vez en cuando.

Lo que pasa es que, a veces Cupido no da en el blanco. Y eso precisamente le ocurrió a este Blanco hace exactamente un año, en la confección del trabajo tituladoEl primer amor y el último tranvía”. Correspondiente al Día de San Valentín.

Se trataba de una especie de realidad falseada, pero lo único verdadero, --según mi intención-- era dar la ruta correcta, la hora exacta y la fecha verdadera en que había circulado el último tranvía en la ciudad de La Habana. ¡Y hasta eso resultó falso!

El último tranvía que se paseó por La Habana fue el No. 388 de la ruta Príncipe-Avenida del Puerto, y lo hizo el 29 de abril de 1952, tras 52 años y 34 días de servicio ininterrumpido.

Al singular Elías Gracia le doy las gracias en plural. De su diestra mano sale cotidianamente el espacio “Historia y Comunidad” en Radio Metropolitana. Fue el colega quien me montó en el tranvía correcto, y gracias a ello puedo ofrecerles esta aclaración junto con mis disculpas….Pero, a cualquiera se le va el tranvía… ¿No?

Quise compensar el error con la tira de “¡Ay, Vecino!” con la que encabezo este número, y la caricatura que ahora les regalo, demostrando que la fruta prohibida que se comió Adán, en el Jardín del Edén era virtual; por eso lo presento ahora mordiéndola en la Feria del Libro que viene desarrollándose en La Cabaña hasta el día 20.

Aprovecho esta oportunidad para dar acuse de recibo a los vecinos que tan amablemente nos han escrito en estas primeras semanas del 2011.

A la entrañable Mirtha Yáñez, por su valiosa colaboración en el trabajo que dediqué a su padre, y sin embargo, es ella, quien me dice: --¡Qué lindo te quedó!

A Évora Tamayo, la cual también me felicita por publicar recuerdos que ella misma dio a conocer anteriormente con el título de “Con Permiso de…” Soy yo quien debe agradecer a tantos colaboradores anónimos, por estos aportes tan reconfortantes.

A la finísima Fina Senra, la “loitadora” gallega que me abrió las puertas de su casa y de su corazón, y además, me sigue los pasos por intrenet junto con otra que bien baila, la sin par Charo, a quien deseo una feliz recuperación.

Al cubano Francisco Puñal y Xosé Neiras Vila, también desde el terruño; a mis primos de Gijón y Grandas de Salime; a Delga en Estados Unidos; al “Mono” González en Chile; a Carlos Giménez en Madrid; a mi hijo Darío en Miami. En fin, a todos ellos que la distancia nos separa, y las nuevas tecnologías nos acercan.

A esos que podemos vernos a menudo, por estar más al alcance de la mano; a esos que me estimulan por correo y en persona: Marrero, Víctor Manuel, Yepe, Vera, Calzadilla, Grako, etc., etc., mil amores para cada uno de ellos, y sus compañeras: ¡Claro!

Hago extensivo el saludo a los innombrados, con mucha más razón, pues son víctimas de mi permanente lucha contra el olvido, como dice el programa dominical de Raquelita…

Para concluir termino con esta imágen tomada precisamente en este día 14 de febrero, durante el acto de presentación del libro “Alba en América” de un colectivo de autores en la Casa Cultural del Alba, demostrando con ello, que una imagen vale más que mil palabras, y si son varias, pues mucho mejor.Entre el selecto grupo de asistentes están la Directora de la Editorial PABLO, Esther Pozo, el editor del libro Manolo Pérez Alfaro, dos de sus autores: Angel Velazco acompañado de su esposa e hijos, y mi hijo F. Blanco al centro. A la extrema izquierda un servidor.

ENTERRAD MI CORAZÓN EN WOUNDED KNEE

Mi hijo, Francisco Pedro Blanco Hernández como él mismo confiesa, llegó tarde a la historieta.

En 1985 al crearse la Editorial Pablo de la Torriente, vislumbró un nuevo camino para expresarse gráficamente y fue allí que presentó sus primeros trabajos; incluso, asistió como uno más a los talleres de historietas que impartíamos Manolo Pérez y yo en el teatro de la UPEC.

Durante toda mi niñez y juventud fui fanático de las aventuras del Far West en los cómics y el cine norteamericanos, razón por la cual le escribí el guión para su primera obra en historieta. Ambos habíamos sido impactados por los acontecimientos de la revuelta de Wounded Knee en 1973, y acordamos que ése fuera el tema.

Como obra de ficción, creamos el personaje “Nube Blanca”, quien es herido en los disturbios de ese año, y en las barricadas el anciano cuenta a sus compañeros de lucha la historia de persecución y muerte de que fueron víctimas las tribus pieles rojas durante el etnocidio de la Conquista del Oeste.

Coincidentemente en nuestras manos cayó por entonces esa joyita de la literatura norteamericana titulada “Enterrad mi corazón en Wounded Knee” de la autoria de Dee Brown con la cual se abrió mucho más el horizonte que debíamos desandar para lograr nuestro propósito.

Pero quiso el destino que esa, --su primera historieta realizada-- fuera dada a conocer mucho después (1997) en Turin, no en Cuba, por la revista “Tepee” pues, por su participación en la muestra “IL NORD VISTO DAL SUD” viajó a Italia donde expuso sus trabajos en Parma, estableció vínculos entre el Instituto de Arte de Parma y la Academia de San Alejandro, de donde era profesor titular. En esos contactos, su amigo Giovanni Grilli, del Comitè de Solidaridad con los Pueblos Nativos Americanos decide publicar la obra en dicha revista.

Calzando la narración ofrecemos algunas de las páginas de esta primera historieta de FBLANCO.

“…Finalizando el siglo XIX, Wovoka un sacerdote de la tribu paiute profetiza que con”La danza de los espíritus” recuperarían sus tierras, los antepasados regresarían, los blancos los dejarían tranquilos, y podrían disfrutar de un futuro de eterna paz y prosperidad.

Los colonos blancos se aterrorizaron con los bailes, y los cánticos indescifrables para ellos y solicitaron la intervención federal creyendo que Toro Sentado (Sitting Bull) con esos ritos espirituales (skirmish), era el instigador de una rebelión.

Al tratar de detenerlo, el jefe guerrero se resistió al arresto y lo mataron al instante de un tiro en la cabeza. Sus más cercanos seguidores huyeron hacia la tribu del jefe Pies Grandes, (Big Foot), quien dos semanas más tarde también fue ultimado por el ejército norteamericano. (Impresionante fue la foto que le tomaron al gran cacique yerto y semienterrado en la nieve de ese frío invierno).

El General Nelson A. Miles, al frente de quinientos hombres del Séptimo de Caballería y una ametralladora, los obligó mediante la fuerza, a dirigirse al campamento lakota de Minneconjou para a tomar allí un tren con destino a Omaha, Nebraska. Lo cual significaba recluirlos en una reservación. El lugar estaba situado cerca del Arroyo Rodilla Herida –Wounded Knee Creek--.

Los nativos vivaquearon rodeados por las tropas: En la mañana del 29 de diciembre de 1890, un disparo --no se sabe si escapado o intencional—dio inicio a la masacre que culminó con la muerte de unos 300 pieles rojas, incluyendo 62 entre mujeres y niños. Por la parte de los militares hubo 25 bajas.

A todas estas el sacerdote Wovoka quien había engatusado a sus creyentes con la idea de que los ritos y las camisas espirituales los protegerían de las balas, muere en la reservación de Walker River.

Ochenta y tres años después, en la orilla sagrada del arroyo Wounded Knee , donde en el año 1877 se había enterrado el corazón valiente de Caballo Loco, los ancianos del poblado piden ayuda al grupo (AIM) American Indian Mouvement, que se habían declarado independientes. Dos mil indígenas llegan a la aldea y con pocas armas toman el pueblo. La brutal intervención de la Guardia Nacional liquida la intentona con el saldo de dos muertos y numerosos detenidos.

Pedro Bissonte, uno de los que declara en el juicio, tres meses después es asesinado por las autoridades en un cuartel de la reserva Rime Ridge.

Pero los tiempos no son los mismos.

Ese mismo año Marlon Brando ganador del Oscar por su actuación en la multigalardonada película “El Padrino” (The Grandfather), estrenada en 1972, rechaza el premio en protesta por la forma en que Hollywood y las fuerzas del orden trataron a los ciudadanos originarios durante la revuelta...”

Además la HBO estrenó en 2008 basada en el libro y con el mismo título la película de Ives Simoneau, que estuvo nominada al Globo de oro por mejor película de TV ese año…

El próximo 27 de febrero pues se cumplen 38 años de aquel enfrentamiento en la sagrada tierra de Rodilla Herida: Los acontecimientos actuales en Arizona y otras localidades de la nación no vislumbran una disminución de la violencia y el odio dentro de los Estados Unidos.Y que conste: Estos datos no fueron tomados de Wikileaks, sino de Wikipedia.

6 dic 2010

UN MAESTRO HABLA DE LA HISTORIETA.

Tal vez sin proponérmelo, en cierta ocasión me ocurrió algo que, con el tiempo considero trascendental en mi vida. Fue la primera y única vez que me vi en un aula, mesa por medio, compartiendo más que dictando clases sobre una materia determinada. Y es que tanto mi colega Manuel Pérez Alfaro como yo, nos considerábamos sólo como facilitadores en el Taller Permanente de Historietas convocados por las UPEC en la década de los años 80 del pasado siglo.

Y les cuento:

La creación de publicaciones especializadas de este género gráfico por la Editorial Pablo de la Torriente, desde sus inicios el 12 de diciembre de 1985, chocó con la precariedad profesional existente en los cuadros, reprimidos por causas diversas, entre ellas, el carácter cíclico de sus publicaciones periódicas para todas las edades, y la reducción de los espacios en la prensa cotidiana al desaparecer la publicidad en comparación con la abultada cantidad de páginas que ofrecía la prensa burguesa de antaño.

En el caso de la historieta con varias viñetas, más que en la caricatura o “gag” humorístico en una sola imagen, la situación era mucho más aguda por su mayor extensión; provocando el éxodo de sus profesores.

Sin embargo, los lectores se contaban por miles. Aficionados capaces de llevar a la práctica tanto los guiones, como los dibujos existían como diamantes en bruto. Y el hecho de poder contar historias de forma amena resultaba atractiva, pero… siempre hay un pero… Nosotros como editores, llegamos a la conclusión de que para poder llevar a la práctica publicaciones con frecuencia semanal o quincenal, y llenar sus espacios con material idóneo, requería y debíamos proporcionarle a esos jóvenes valores, la técnica necesaria. Así surgió dicho taller.

En aquellos balbuceantes inicios tuvimos la suerte de que algunas personalidades de la cultura nos apoyaran, entre ellos el maestro Raúl Ferrer, avalado por su trayectoria indiscutible como pedagogo y poeta, quien fuera además vice coordinador de la Campaña de Alfabetización, Viceministro de Educación, y Presidente de la Campaña Nacional por la Lectura. Aquí lo vemos sentado durante una entrevista, mientras yo espero cruzado de brazos al fondo. Pues bien, dejemos que sea él mismo quien nos hable del tema, en una entrevista que le hiciéramos en la Edición número uno del quincenario “El Muñe” en 1988, y cuyo título nos sirvió para encabezar precisamente esta semblanza.

En aras de la brevedad, solo publicaremos algunos aspectos de la misma dada su extensión:

“…Creo una necesidad utilizar la historieta por su fuerza didáctica y por el gusto que despierta en la niñez y la juventud…Completa más la formación científica, técnica, y pedagógica; y proporciona cierta diversidad que la saca un poco de la monotonía de los mismos temas de la aventura por la aventura…”

--Al preguntársele sobre nuestras deficiencias, dijo:

“…No debo ser yo, sino ustedes los que la deben tener en cuenta, sobre la marcha, en un trabajo colectivo y crítico, donde vayan lavándose toda una serie de deficiencias pequeñas; por ejemplo, el recargamiento de las figuras, que en una historieta siempre es negativo por lo confuso…Pero para eso hay tiempo. Está la vida por delante. La historieta donde no debe ser defectuosa es en los contenidos, y ahí es donde ustedes están bastante bien…”

--¿Y desde el punto de vista estético?

“…La historieta, con su aparente liviandad y ligereza tiene una gracia que no puede soslayarse. Por ejemplo, a mi me preocupa mucho dónde está el texto, ¿en qué lugar se coloca el texto o el diálogo? Pero no sabría decir, porque hay toda una experiencia de parte de ustedes que saben hasta dónde va sicológicamente situado… Recientemente tomé no sé cual de las que ustedes publican, compré unas cuántas, las repartí y.. ¿saben cuál fue la experiencia que tuve?... pues que a todo el mundo le gustó aquello y que no hubo nadie que me las devolviera. A todo el mundo le gustó como si fuera un merengue…”

¿Qué le aconsejaría a un autor que se dedique a hacer historietas?

“…Un autor de historieta no puede ser solo el que haga unos muñequitos muy bonitos, sino que acompañando eso, completando eso, tiene que tener todo un sentido imaginativo, de verdad trascendente en cuanto a las opiniones que expresa, debe tener la virtud de saber narrar…Y el que está leyendo, supongo yo, tiene la obligación de mirar y leer, leer y mirar la imagen. Y esa condición dual tiene que estar de tal manera preparada para que el interés no decaiga, pasando del dibujo al texto y del texto al dibujo. O sea, que exista entre ellas un equilibrio..”.

¿En qué manera la historieta puede ayudar a formar hábitos de lectura?

“…La lectura de historieta debe pretender, y creo que lo logra, que las imágenes no dañen el hábito de lectura, sino que lo estimulen, y creo además, que la imagen es una forma de aprovechar una manifestación del arte para introducir las motivaciones en las cosas… La historieta tiene otra condición; esa de llegar, de popularizarse después que el artista trabaja en ella. Eso le da también a la historieta un alcance que no tiene el libro. Es más popular, es más penetrante, llega más al pueblo… Recuerden que nunca una obra de arte es ella sola. La obra de arte es ella más el que la contempla o disfruta. Entonces el hábito crítico sobre la obra de arte, da calidad al sujeto que la disfruta, para a su vez, disfrutarla mejor. No tengo dudas en lo que estoy diciendo…”

Hasta aquí una sucinta reproducción de aquella histórica entrevista que titulamos “Un maestro habla de la historieta” y en la cual calzamos el trabajo con la caricatura personal de Raúl Ferrer, quien aparece allí con un libro en la mano, cuyo título nos da pie para otra semblanza que conocerán en una próxima edición de este blog con motivo del Día del Maestro. ¿Y qué es QTATA al cuadrado? (Vea el próximo capítulo)

BODAS DE PLATA.

A veinticinco años de su fundación, (12-12-1985) la Editorial Pablo de la Torriente muestra resultados que ratifican la correcta iniciativa de crear un espacio a los periodistas cubanos para dar a conocer las obras que por su extensión o tratamiento no podían ofertar las publicaciones periódicas. De ahí la variedad de géneros artísticos y literarios que fueron beneficiados por el proyecto.

Me tocó muy de cerca este sueño, pues recién dejaba la dirección del semanario “Palante”, y el compañero Ernesto Vera, presidente histórico de la UPEC, me solicitó la incorporación al mismo; aquella ensoñación resultaba para mi un honor y al mismo tiempo un placer. Mi aporte iba dirigido a editar y fomentar nuevas publicaciones gráficas. Es entonces que a partir de 1986, comenzaron a publicarse cuadernos de caricaturas e historietas para todos los gustos, publicaciones que hasta ese momento se orientaban según las edades a sectores específicos de la población. Aquí ofrecemos la portada de una de ellas:

Desde el mismo comienzo, los estanquillos de prensa --sin distinción de credo, raza, sexo, o edad-- se llenaron de colorido y alegría, las tiradas agotadas en minutos, los niños presionaban a sus padres para adquirirlas, y los adultos esperando en cola para leerlas en segunda instancia. Algunos profesionales de la gráfica habían abandonado el sector por otras manifestaciones más rentables y al poco tiempo nos dimos cuenta de que había necesidad de formar cuadros. Muchos jóvenes autodidactas interesados en el dibujo humorístico y los “cómics” se acercaban como moscas al pastel, para darse gusto publicando sus obras.

Durante más de ocho años, en horario extra laboral mantuvimos el Taller Permanente de Historietas, tanto para guionistas como ilustradores, con lo que incorporábamos aficionados –algunos imberbes-- con aptitudes para realizar sus propias aventuras. Si desde el punto de vista editorial, aquello resultó un éxito, en lo formativo significó una motivación para desarrollar el necesario relevo con esa nueva cantera de diamantes sin pulir. Hay más, para nosotros, los veteranos, resultó un rejuvenecimiento al compartir ilusiones y resultados con jóvenes prometedores. Muchos de ellos pasaron después al dibujo animado donde brillaron y aún lo hacen por su capacidad y desarrollo. Sentimos en lo hondo la satisfacción de que aquellos esfuerzos no fueron en vano.

Tuvimos pues el privilegio de participar junto al compañero Manolo Pérez, en la edición de aquellas publicaciones periódicas como Comicos, El Muñe y Pablo. Pero además salieron de nuestros talleres colecciones monotemáticas de autores o personajes cubanos conocidos; cuadernos de pasatiempos y para colorear, en fin: Toda una gama de obras de gran demanda para niños de 8 a 80 años.

Desde el comienzo tuvimos el apoyo de instituciones y personalidades tanto cubanas como foráneas. Y tal es el caso de los editores italianos Dario Mogno, Franco Fossati, Nassim Vaturi, y Sergio Bonelli, que apostaron por nuestras proposiciones. Aquí vemos algunos de ellos compartiendo con nosotros durante una de las sesiones del Encuentro Latinoamericano de Historietistas organizados por la editorial de la UPEC. La crisis económica provocada por el llamado periodo especial a partir de los primeros años de la década del 90 provocó que muchos de aquellos proyectos quedaran engavetados como ocurrió con el libro “Pancho el Fronterizo” que presenté al concurso “La Palma Real” convocado por la propia editorial.

Según el prólogo, se trataba de una parodia del Lejano Oeste con sus cacerías de bisontes y pieles rojas, la fiebre del oro y la construcción del ferrocarril de costa a costa, como telón de fondo al despojo de más de la mitad del territorio mexicano. En ese escenario se mueve nuestro antihéroe, cuyo patronímico en español identifica su procedencia. “Pancho”, no sólo es fronterizo porque viva en esa tierra de nadie, sino porque el término también se utiliza para calificar a las personas cuyo coeficiente de inteligencia no rebasa los parámetros normales, lo que daba lugar a no pocas situaciones absurdas e hilarantes.

La saga –aún inédita--se proyectó para publicarla primero en italiano y con posterioridad en Cuba; lo que motivó el que en aquellos originales los “fumettis” --globos de los textos—apareciesen en blanco, mientras el guión iba aparte, para ser traducido en Milán, la sede de nuestros editores amigos.

Traigo a colación este caso por la actualidad que a más de veinte años ha adquirido esta situación con las nuevas leyes de inmigración que se pretenden establecer en el fronterizo Estado de Arizona, contra los dueños originarios de esos territorios al norte del Río Bravo y la posible imitación de otros “bravos” del Norte Revuelto y Brutal.

Aquí les presento una muestra de aquellas páginas de “Pancho el Fronterizo” y su fiel burrito “Platero”. También parodia y homenaje al gracioso pollino creado por Jacinto Benavente.

La crisis provocada por el periodo especial frustró aquellas iniciativas, y otras muchas de nuestra editorial, que a fuerza de voluntad y entusiasmo aún espera por tiempos mejores, aunque hay que reconocer lo que viene realizándose en aras de revertir esa situación.

Tal vez fuese aquel acontecimiento el que provocara mi prematura jubilación como periodista en activo, y el hecho de que continúe contra viento y marea este humilde blog personal para mantenerme en forma. Debo agradecer además a mis fieles vecinos sus palabras de aliento, sin las cuales no podría continuar. ¡Feliz Año Nuevo! ¡Nos vemos en el 2011!

1 sept 2010

REIVINDICACIÓN DEL SOLDADO DESCONOCIDO.

Más que todos los premios, reconocimientos y homenajes que me hayan sido otorgados hasta el día de hoy, como artista gráfico, es motivo de orgullo llevar colgada en el pecho la medalla virtual del Soldado Desconocido en el pequeño ejército loco de la Editorial Pablo de la Torriente. Y es que desde joven la personalidad de ese periodista integral que fue Pablo, --así a secas, tal y como pasó a la historia-- resultó ejemplo y acicate en mi vocación.

Imposible resumir en unas líneas la vida y la obra tan intensa de este personaje inolvidable. Me limitaré a dar un solo ejemplo: Su doble condición de militante revolucionario cubano y sagaz periodista le permitió no pocas veces ser juez y parte de las acciones que se sucedían en aquella época convulsa que le tocó vivir. Él era capaz de realizar un acto de sabotaje contra la tiranía machadista, y al día siguiente reportarlo en tercera persona, con tal veracidad que ningún otro periodista podía igualarlo.

Con esta semblanza del personaje, pasemos a la Editorial que tomó su nombre:

Fundamentalmente creada el 12 de diciembre de 1985 –en su 84º. Aniversario-- para dar cabida a las obras de nuestros periodistas. Uno de los proyectos de la misma era fomentar también publicaciones para jóvenes y niños, utilizando los géneros más populares; entre ellos el humorismo gráfico y la historieta. En consecuencia surgieron revistas como “Cómicos”, “El Muñe”, y “Pablo” esta última con preponderancia para héroes de carne y hueso, no de papel.

En todas ellas participé activamente como editor junto al colega Manolo Pérez: La colección “Pablo” recreó algunas de las hazañas personales del joven Torriente, o relatos cortos que, escritos por él se convirtieron en clásicos del género. Aquí mostramos una de las portadas de “Pablo” realizada por Orestes Suárez, y a continuación una de las páginas interiores en blanco y negro.

Si Virgilio Martínez fue “el duro de la historieta”, Orestes resultó el más adelantado de sus alumnos. Su pluma no sólo se recreó en otros héroes nuestros como Maceo, Martí, o Máximo Gómez, sino que también dio vida a personajes de ficción como Inés, Aldo y Beto, Camila, etc.

Ambos tuvimos además el honor de asistir en representación de Cuba al Primer Salón Internacional de Historias em Quadriños de Río de Janeiro, en noviembre de 1991.

En la combinación gráfica, a la izquierda el logotipo de la Primera Bienal de Historias en Quadriños, Río de Janeiro, obra realizada por el afamado artista local Ziraldo Alves Pinto. A la derecha, bajo el estandarte que cuelga en la entrada del salón de exposiciones, posan: Al centro con camisa a cuadros, Orestes Suárez, a la derecha con camiseta roja, menda, y a la izquierda el caricaturista costarricense Oscar Sierra (Oki). El transeúnte carioca, --jaba en mano--, que por poco echa a perder la instantánea, juro que no lo conozco.

Además, Orestes es el único artista del patio que desde hace varios años colabora periódicamente desde Cuba con la Editora Italiana Sergio Bonelli, ilustrando las hazañas de diversos personajes de dicha colección.

La obra de este artista gráfico es tan extensa y cautivante que prometemos autorizadas opiniones de quienes han investigado su obra con profundidad. Sean estas semblanzas un pálido reflejo de nuestra admiración y respeto por el colega que en el transcurso de este año cumplió 60 años de edad, aportando de por vida en cada viñeta, el dramatismo y la fuerza de su trazo inconfundible.

Pero volvamos a nuestro héroe:

En la entrevista que la colega Miriam Rodríguez Betancourt le hiciera a su única hermana en vida, Ruth de la Torriente, para “juventud Rebelde” el pasado 22 de agosto, ella describe así a Pablo:

“Alguien muy alegre, lleno de optimismo. Siempre dispuesto a la aventura, como debía estar un joven en todo momento. Alguien que hacía maldades, disfrutaba el deporte. No era bailador, ni fiestero, pero le sacaba la risa hasta a lo más difícil. La música y el cine le fascinaban. Uno al que le encantaban los animales y el campo. Y los conocía profundamente”. “

A la pregunta. ¿Cuál es su escrito preferido de él? Ella responde:

“Las aventuras del soldado desconocido cubano”.

De Pablo de la Torriente Brau, habría mucho más que contar, pero sobre todo mucho que leer y aprender de lo bueno que hizo o escribió durante toda su breve pero meteórica existencia. En cuanto a su veta humorística, coincido con Ruth y me limitaré a extraer algunas frases de su antológica “Aventuras del Soldado Desconocido Cubano”.

Sabido es que en carta a Raúl Roa, su amigo revolucionario y futuro prologuista de la obra, Pablo le escribe desde Nueva York el 4 de agosto de 1936, dándole a entender que la novela estaba casi terminada pero, apremiado por la fiebre revolucionaria, tenía la intención de irse a Europa para defender la República Española de la amenaza fascista.

Quiso el destino que muriera combatiendo en las trincheras de Mahadahonda, en las cercanías de Madrid, el 18 de diciembre de 1936, cuatro días después de cumplir sus 35 años de edad.

Pablo de la Torriente había dejado inconclusa la historia de HIliodomiro del Sol, el Soldado Desconocido de Arlington.

Ya el tono burlesco del personaje nos da una idea del contenido. En él Pablo vuelca toda la ironía que le permite su condición de combatiente revolucionario, comunista de corazón y humorista de buena cepa. A continuación me he atrevido a sintetizar algunos aspectos de la humorada:

“A pesar de aquella famosa caricatura, de quien sabe que ignorante, que pintaba al Kaiser y su Estado Mayor buscando a Cuba en un mapa, al recibir la noticia de que ésta le había declarado la guerra a Alemania, lo cierto es que podía afirmarse que la Guerra Europea la ganamos nosotros”…

Sobre la imposición de una cláusula chantajista que se aplicó a la naciente República amenazada por la intervención militar permanente del naciente imperio ironizó de esta manera:

“….Existía en la Constitución de la República un apéndice denominado Enmienda Platt, a virtud del cual, nosotros para declarar la guerra a cualquier otra nación, teníamos que contar con la venia de Estados Unidos…” “…Los periódicos nos sorprendieron con la noticia de que los Estados Unidos le habían declarado la guerra a Alemania. Sin duda se había cometido una violación “ética” del tratado entre las dos potencias, cubana y americana…”

Hace jocosas comparaciones en lo siguiente:

“…Mientras el presidente Wilson se pasea hoy entre las grandes figuras de la historia, el general Menocal sólo se pasea por el Vedado, cuando no se cree obligado a hacerlo por Miami Beach…” “…Con igual razón nosotros podemos alegar esa paternidad por control remoto, como se dice ahora…” “…Lo prueba la caricatura ya mencionada de una manera irrebatible…”

En otro momento salta al análisis más generalizado de que:

“…Ni Francia, ni Inglaterra, ni Rusia, ni Italia, ni el Japón pudieron vencer a los poderes centrales durante cuatro años. Entramos nosotros, y a los pocos meses todo había acabado…”

Continúa explicando en qué residía el éxito de nuestras armas:

“…Al sacrificar el precio de nuestro azúcar hicimos factible el envío de ésta en grandes cantidades a Europa, con lo cual, como fácilmente se colige, fue posible que se le sirviera el café a todos los soldados en las trincheras…” “…Los soldados de esta zona permanecían desvelados largas horas, al paso que los alemanes eran vencidos por el sueño, y enseguida derrotados por los ataques nocturnos…” “…Y todo ello, a causa de nuestro azúcar, por donde se ve, nuestro gran aporte, no ya al triunfo de la guerra, sino a salvar la civilización…”

Y redondea la idea enfatizando que de haber ocurrido lo contrario:

“…Se hubiera dado el caso de haberse tenido que cancelar la guerra por sueño…”

En el prologuete, el autor responde a sus detractores:
“…Hay quien se encuentra un billete de cien pesos y todo el mundo se lo cree…
Cuando un novelista necesita que se acabe un libro, hace que determinado personaje mate al protagonista, y todo el mundo está conforme, y nadie protesta…Cuando en las película del Oeste, un cowboy dispara cien tiros con un revólver de seis cápsulas, todo el mundo se emociona y admite la creación del revólver-ametralladora, no sólo sin protestar, sino encantado… Cuando compra cualquiera un billete de lotería y durante veinte años no se saca un centavo, nadie protesta y todo el mundo sigue jugando…” “…¿Y se me va a negar ahora a mi el derecho de haber tropezado con el Soldado Desconocido, y el que éste me haya dado su confianza? ¡Vamos hombre! No hay que hacer caso a tales suposiciones y dejar el asunto a un lado…”

Tras la descripción que Pablo de la Torriente hiciera a Hiliodomiro del Sol, el soldado desconocido de Arlington, así nos imaginamos al protagonista del cuento. Estos son sólo algunos brochazos de la argumentación que Pablo de la Torriente esgrime para la introducción de su hilarante novela. Si el prólogo es así, ¿qué puede esperarse de las Aventuras del Soldado Desconocido Cubano?