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13 mar 2011

PEDRO SOLO HAY UNO

Desde que comenzamos a editar este blog hemos tratado de abordar los temas más variados en la forma menos pesada posible. Para ello nos valemos de algunas fórmulas ya probadas, como la utilización del humorismo y la curiosidad, pues si algo a mi me gusta es que…¡ME SORPRENDAN!
Hoy trataré sobre alguien sorprendente… De la publicación humorística Melaíto ya habíamos hablado con anterioridad en el trabajo dedicado a la antigua provincia de Las Villas, incluyendo a su inolvidable “Burro Perico” , pero de su actual director –del suplemento, no del burro--.el colega Pedro Méndez, nada.
Su sencilla f
irma Pedro, al pie de cada caricatura, solo representa una de sus virtudes: la modestia, porque Pedrito, --el de verdad, el de carne y hueso-- es indescifrable y mucho menos indescriptible.
Recuerdo que allá, por la época en que yo estaba inmerso aquí, en la capital junto a Betán, en la aventura de “Los Siete Samurais del 70”; otra figura de papel surgía en la provincia de Villaclara al calor de la zafra de Los Diez Millones. Era un personaje achinado que respondía al nombre de Mela-ito y deambulaba por las páginas del periódico Vanguardia para detenerse en distintos aspectos del diario acontecer, entre ellos como es lógico, la zafra azucarera. El 22 de diciembre de 1968, el chinito se transformó en Melaíto suplemento humorístico del periódico, que contó con Nelson, Pedro y Roland, un trío nada musical. Aunque el director se llamara Nelson, todos lo conocían como “el Chispa”.
Parece que el mote era contagioso porque su continuador, Pedrito, ha derrochado chispazos a granel antes y después de asumir su relevo en el timón de la publicación.
Toda esta descarga se debe a que el 19 de marzo Pedro Méndez arriba a sus 65 añitos, con un dossier difícil de abarcar en estas pocas líneas. Diez días después arranca la Bienal Internacional de Humorismo Gráfico de San Antonio de los Baños en su décimo-séptima edición, donde brillará de nuevo el ingenio y los disparatados discursos de Pedro.
Pero regresemos en la máquina del tiempo a su pueblo natal en la década del 40: Él fue primero niño, como todo el mundo, pero en la finca La Ceja de Placetas, cuando ni siquiera soñaba con ser caricaturista; Pedrito le tiraba piedras a los mangos que estaban a tiro; pero en cuanto despuntaron los primeros pelitos del bigote ya se fue a la Campaña de Alfabetización y formó las filas de la AJR, semilla de la UJC,--ambas con J, de Juventud no de lo otro.
Como hemos visto con apenas 22 años formó parte de la publicación humorística más importante de Cuba fuera de la capital, y que se ha mantenido en la vanguardia de Vanguardia por más de 40 años, muchos de ellos bajo su batuta sin ser músico. Agréguele a ese pentagrama la presidencia de la UNEAC en la provincia por un lapso similá –como diría el viejo Mela-ito--. No sé de donde saca el tiempo este guajiro natural, que confunde a cualquiera tras una cara que infunde miedo, pero que cuando toma la palabra nos recuerda al difunto Chaflán cuando se ponía y se quitaba el sombrero.Para mi Pedrito no es una persona, es un misterio calvo: ¿Cómo se puede conjugar tanta seriedad en su trabajo, dedicación a las tareas de organización colectiva, sin abandonar su superación personal y esa contagiosa gracia que se desprende de todos sus actos? Para mi, eso se llama humanismo, donde se acotejan todas sus antítesis: Antisolemnidad, antiburocratismo, antipatético que es lo contario de antipático, y también de antiguo, porque siempre Pedro será joven.
Sabemos que la obra en la prensa está en concordancia con la salida de la publicación y por tanto pierde efectividad tan pronto sale el próximo número, o sea que envejece cada 24 horas, una semana, o un mes, según sea la frecuencia del órgano. ¡Cuidado, el orgasmo es otra cosa!
En el caso del libro es distinto, por eso quisiéramos agregar su aporte personal con el cuaderno “De todo un poco”, y un poco más tarde “Pedradas de Pedro” para la Editorial Pablo de la Torriente de la UPEC. Otra participación para la misma, pero de carácter colectivo fue “Melaíto, 19 años haciendo humor”, donde aparecen las firmas nativas de Pedro, Panchito, Roland, Martirena, Linares, Carrillo, Feddor, y Bello, porque de los foráneos, ¿quién de nosotros no ha puesto si granito de arena?
Vayamos ahora a la contabilidad: 27 exposiciones personales, 50 colectivas, y un montón de premios nacionales que sobrepasan los 80, con una veintena internacionales para redondear la centena, cifra que no la brinca un chivo, Punto y aparte para los viajes de representación al extranjero que no suman puntos, pero ayudan. Agreguen el Premio “Roberto González Quesada” que otorga la provincia de Villa Clara por la Obra de toda la Vida, el cual se le anticipó en el 2009, porque todavía a Pedrito le falta mucha tela por donde cortar… ¡Como para sentirse orgulloso! ¿Verdad?!
Pues no señor… Para Pedro Méndez, la mejor obra está en su propio hogar, en coautoría con Lupe, su esposa, de profesión ama de casa, látigo y cascabel a la vez. Los premios, por orden de aparición son: Yanet, su hija: Estudió psicología para encausar las locuras paternas. Janler, su hijo y pareja en el delirio juguetón del pincel y la tinta china. Ariadna, su nieta: Niña mitológica que los lleva de la mano y corriendo por los vericuetos del laberinto hogareño en busca del minotaurito. Ese es el galardón más importante de éste artista todo corazón.
Si no lo creen, aquí va mi última anécdota:
Casi simultáneamente con mi dolencia cardíaca. A Pedro hubo que operarlo a corazón abierto en el Cardiocentro de Santa Clara. Su recuperación fue tal que, pasado el tiempo la familia se dirigió al especialista que lo atendió, pues no dejó de fumar , ni de tomar ron, --según dicen--, en cantidades navegables--. Por tanto, la preocupación por su estado de salud era unánime.
No sé si la versión es real o un cuento más de Pedro y sus historiadores mitómanos, pero dice un médico tan serio como el doctor Arístides Hernández (Ares), que el experimentado cirujano ¿Lagomasino? les respondió:
--¿Ustedes creen que operamos a Pedro para condenarlo a una vida obsoleta llena de limitaciones, prohibiciones y otras amarguras, teniendo un carácter tan especial como el suyo, o para que disfrute a plenitud su existencia y le saque todo el jugo que pueda a la alegría de vivir?
Y después de todo esto, ustedes, mis pacientes vecinos se preguntarán.:
--Bueno, está bien… Pero… ¿A qué viene tanta encueradera en los dibujos?

Y yo les respondo:
--Es que Pedro Méndez, director del ”Melaíto” inspiró a su equipo para abordar el tema erótico en la caricatura cubana, y las muestras que presentamos fueron tomadas del libro “Afilando el humor” que sobre esa modalidad publicó Ediciones Capiro de Santa Clara en 1997, sentando un precedente…
Hoy ver estas cosas resulta natural –-incluso la propia revista tiene un concurso donde premia los mejores actos sexuales en el papel--. Pero, si vamos a esa fecha, nos venimos acordando de muchos tabúes existentes por entonces… ¡Gracias Pedrito!

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