Si
yo les dijera que el personaje “Talla el
peluso”, frecuentemente compartiendo el espacio de las tiras cómicas en
PALANTE con mi querido “Ay, vecino”, tiene una historia mucho más verídica
que los míos (el gordo y el flaco) no me lo creerían.
Para aclararlo acudo a su autora, la colega Miriam Margarita Alonso Cabrera, veterana diseñadora de la publicación, donde se hizo caricaturista y actualmente vicedirectora de la misma.
YO: ¿Quién es en realidad Talla el peluso?
ELLA: Como el resto, Talla es producto de mi imaginación, pero también es mi padre.
YO: ¿Cómo es posible eso?
ELLA: Sencillamente es un homenaje que quise rendirle a mi papá, ya fallecido hace unos catorce años.
YO: Bien, pero ¿por qué Talla?
ELLA: Su verdadero nombre era Ramón de Jesús Alonso Gutiérrez, nacido en Ciego de Ávila en 1914, pero fue un pelotero destacado y por entonces todos le decían Talla Alonso.
YO: ¿En que tiempo fue eso? Porque a mi me llevaban a la pelota de chiquito y no me recuerdo de él.
ELLA: Yo soy más joven que tú, pero me cuentan que él comenzó entre 1935 y 1936 en el campeonato de la Liga Azucarera con el equipo del Central Algodones, pero también participó en el de la Unión Atlética de Cuba con el Vedado Tennis Club, lo mismo en el box que en los jardines.
YO: Ahora recuerdo; esa era la llamada Liga Amateur, que se jugaba en varios terrenos de la capital como La Tropical, la Universidad de La Habana, Regla, el Vedado Tennis Club, el Fortuna, etc.
ELLA: Sí, pero también en Matanzas y otras ciudades como Cienfuegos. El jugó poco tiempo y regreso a Ciego, hasta que fue llamado de nuevo en 1937 para incorporarse al equipo del Círculo Militar y Naval. En 1938 bateó allí para un promedio de .333 y ese mismo año formó parte del equipo que viajó a Panamá donde celebraron una serie cuadrangular de equipos campeones.
YO: ¡Verdad! Ése team contaba con uno de los mejores pitchers amateurs del país, Isidoro León.
ELLA: Precisamente, mi padre participó con él en dicho equipo entre 1939 y 1942. En ese último año ganaron el Campeonato Nacional, derrotando en el juego decisivo al famoso (Premier) Conrado Marrero quien lanzaba por Cienfuegos. Esa victoria les dio derecho a enfrentarse al equipo Cuba—ganador del Campeonato Mundial Amateur-1942--que contaba con otro grande del box: Julio (Jiquí) Moreno del Círculo de Artesanos y allí también vencen al supersónico de San Antonio de los Baños.
YO: Cierto, por entonces cada pelotero tenía un apodo, el Premier, Jiquí, Talla, y otros tantos de entonces, como aquel famoso trío de pitchers matanceros: Limonar Martínez, Catayo González y Sandalio Consuegra. Recuerdo que muchas de esas estrellas pasaron a los profesionales de entonces: Habana, Almendares, Cienfuegos, y Marianao.
ELLA: Mi padre no... Él continuó jugando hasta 1948 en que definitivamente se retira como jugador, pero siempre como amateur. Posteriormente se desempeña en otros oficios hasta que fallece en el año 2001.
YO: Muy bien…Perfectamente aclarado lo del apodo de Talla, Miriam… Pero, no hemos terminado: ¿Por qué ese otro sobrenombre del Peluso?
ELLA: Bueno, Blanquito… Como diría Pánfilo: ¡Eso sería otra historia…Otra historia!.
Para aclararlo acudo a su autora, la colega Miriam Margarita Alonso Cabrera, veterana diseñadora de la publicación, donde se hizo caricaturista y actualmente vicedirectora de la misma.
YO: ¿Quién es en realidad Talla el peluso?
ELLA: Como el resto, Talla es producto de mi imaginación, pero también es mi padre.
YO: ¿Cómo es posible eso?
ELLA: Sencillamente es un homenaje que quise rendirle a mi papá, ya fallecido hace unos catorce años.
YO: Bien, pero ¿por qué Talla?
ELLA: Su verdadero nombre era Ramón de Jesús Alonso Gutiérrez, nacido en Ciego de Ávila en 1914, pero fue un pelotero destacado y por entonces todos le decían Talla Alonso.
YO: ¿En que tiempo fue eso? Porque a mi me llevaban a la pelota de chiquito y no me recuerdo de él.
ELLA: Yo soy más joven que tú, pero me cuentan que él comenzó entre 1935 y 1936 en el campeonato de la Liga Azucarera con el equipo del Central Algodones, pero también participó en el de la Unión Atlética de Cuba con el Vedado Tennis Club, lo mismo en el box que en los jardines.
YO: Ahora recuerdo; esa era la llamada Liga Amateur, que se jugaba en varios terrenos de la capital como La Tropical, la Universidad de La Habana, Regla, el Vedado Tennis Club, el Fortuna, etc.
ELLA: Sí, pero también en Matanzas y otras ciudades como Cienfuegos. El jugó poco tiempo y regreso a Ciego, hasta que fue llamado de nuevo en 1937 para incorporarse al equipo del Círculo Militar y Naval. En 1938 bateó allí para un promedio de .333 y ese mismo año formó parte del equipo que viajó a Panamá donde celebraron una serie cuadrangular de equipos campeones.
YO: ¡Verdad! Ése team contaba con uno de los mejores pitchers amateurs del país, Isidoro León.
ELLA: Precisamente, mi padre participó con él en dicho equipo entre 1939 y 1942. En ese último año ganaron el Campeonato Nacional, derrotando en el juego decisivo al famoso (Premier) Conrado Marrero quien lanzaba por Cienfuegos. Esa victoria les dio derecho a enfrentarse al equipo Cuba—ganador del Campeonato Mundial Amateur-1942--que contaba con otro grande del box: Julio (Jiquí) Moreno del Círculo de Artesanos y allí también vencen al supersónico de San Antonio de los Baños.
YO: Cierto, por entonces cada pelotero tenía un apodo, el Premier, Jiquí, Talla, y otros tantos de entonces, como aquel famoso trío de pitchers matanceros: Limonar Martínez, Catayo González y Sandalio Consuegra. Recuerdo que muchas de esas estrellas pasaron a los profesionales de entonces: Habana, Almendares, Cienfuegos, y Marianao.
ELLA: Mi padre no... Él continuó jugando hasta 1948 en que definitivamente se retira como jugador, pero siempre como amateur. Posteriormente se desempeña en otros oficios hasta que fallece en el año 2001.
YO: Muy bien…Perfectamente aclarado lo del apodo de Talla, Miriam… Pero, no hemos terminado: ¿Por qué ese otro sobrenombre del Peluso?
ELLA: Bueno, Blanquito… Como diría Pánfilo: ¡Eso sería otra historia…Otra historia!.
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