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23 feb 2011

UNA ALCALDESA PARA RECORDAR

Su nombre en la vida real era María de los Ángeles Santana. Sin embargo, en el corazón de los cubanos quedó para siempre como la alcaldesa Remigia del mítico “San Nicolás del Peladero”.

Dejó de existir el pasado 8 de febrero en esta capital a la edad de 96 años, y de entonces acá, mucho se ha escrito en nuestra prensa de la estelarísima artista, y mucho más ha quedado sin decir. Así de inmensa sería su vida y su obra.

Es cierto que el programa televisivo a que hemos hecho referencia estaba formado por una constelación de estrellas, empezando con su escritor, Carballido Rey, --un libretista fuera de serie--, y en el elenco figuraban personajes de leyenda como el alcalde Plutarco Tuero, y su rival Montelongo Cañón, el periodista Éufrates del Valle, el sargento Arencibia, Ñico Rutina, Cheo Malanga, y otros muchos. Todos ellos interpretados por actores de la talla de Enrique Santiesteban, Germán Pinelli, Carlos Moctezuma, Mario Limonta, Enrique Arrediondo, etc.etc.

Pero la interpretación de la alcaldesa, mezcla permanente de elegancia y delirio de grandeza, se derrumba como castillo de naipes cuando sale a flote la vulgaridad del personaje con ese descomunal grito de ¡AGAMENOOOON! con el que pretende imponer la autoridad al sumiso mayordomo.

Pero María de los Ángeles fue mucho más que eso: Con solo 24 años de edad debuta en la década de los años 30 del pasado siglo para la película “Sucedió en La Habana”, y fue tal su impacto que seguidamente interviene en seis largometrajes más, entre ellos “El Romance del Palmar”, único film cubano de entonces que se ha conservado íntegro hasta el momento.

Genial intérprete de la música de Ernesto Lecuona. Fue figura estelar de CMQ en su época de esplendor, y una hermosísima vedette en el teatro y la televisión. Viajó continuamente al extranjero para imponer su voz en comedias musicales y zarzuelas famosas.

Pero, por sobre todas esas virtudes escénicas, en la vida real María de los Ángeles fue una persona sencilla, jovial, y profundamente humana. No sólo vivió feliz, sino que hizo felices a millones de cubanos con su arte y sus acciones.Vaya con esta modesta caricatura de la alcaldesa Remigia, mi más sentido reconocimiento a esa María de los Ángeles, que cantaba como ellos mismos.

NI DOY, NI FÍO, NI PRESTO

La bodega, es la institución más socorrida del pueblo cubano. Viene de larga data y aunque, en parte ha sido desplazada por algunos grandes supermercados. En el barrio, --ahí, a lo cortico, donde duele--, se mantiene vivita y coleando.

Mucho antes de que la orquesta “Aragón” popularizara su famoso chachachá, ya el bodeguero de verdad, ese al que nunca le veíamos las piernas, siempre tras el mostrador, era parodiado por el teatro vernáculo, el sainete criollo, y los caricaturistas de la época: Sus protagonistas eran el “gallego” bodeguero y su inseparable ayudante el “sobrín” recién llegado del terruño.

Un cartel, por lo general situado en el lugar más visible, advertía:

“Si doy, a la ruina voy.

Si fío, doy lo que no es mío.

Si presto, en cobrarlo molesto.

Y para evitar todo esto:

¡Ni doy, ni fío, ni presto!”

No recuerdo advertencia más violada que esa, sobre todo en lo referido al fiado, pues se vivía al día, sobre todo a fin de mes.

A partir de mediados del pasado siglo, las cosas se le pusieron mucho más difíciles al peninsular de la boina negra y el mostacho de manubrio, cuando comenzaron a brotar aquí y allá grandes tiendas de abastos, y supermercados, casi todos ellos de propiedad extranjera, pero con precios más bajos pues vendían al detalle pero compraban al por mayor.

Estaban hechos a la medida de la clase media y la alta burguesía, pues por lo general se ubicaban en los repartos residenciales, por entonces en las afueras del centro, y como la señora o el señorito no hacían mandados, la criada, o el chofer eran quienes cargaban la factura de la semana en el maletero del carro. Costumbre típica del American Way of Life.

Allí se ofertaban productos más atractivos y mejor presentados. También publicitados como “más baratos por docena”, así que el modesto tendero, si quería mantener al cliente se veía obligado a fiar, o correr el riesgo del perderlo en la jugada.

Los dueños de esos pequeños establecimientos, les transmitían su propia personalidad casi siempre magnificando la oferta, por eso de una vieja guía telefónica de la Ciudad de La Habana copiamos los siguientes nombres: La Primera del Pilar, La Primera de Ayestarán… de la Loma… de Marina y Condesa… de Palatino… del Río Almendares… y hasta la Primera del País. No seguimos porque llegamos a contabilizar más de cincuenta primeros lugares.

Otros más conservadores las secundaron con los siguientes títulos: La Segunda del Encanto… La Segunda de la Unión…etc., llegando a internacionalizar los puestos en orden numérico con La Segunda Sucursal de Europa o La Tercera de Compostela en alusión a Santiago Apóstol.

Si seguimos con la numeración, tendremos: Las Tres Cruces, Los Tres Feos, Los Cuatro Hermanos, el Bar Cinco Puertas, etc., pero el récord lo rompieron las bautizadas como la simple Cureña, a la que siguieron en su orden: La Primera, La Segunda, y así sucesivamente hasta La Séptima Cureña.

Apelativo éste que para las nuevas generaciones no dirá nada, pero para la época que heredamos de la colonia era algo fundamental. La cureña tenía su origen en lo militar --carros donde iban montados los cañones— y pasó a la vida civil en forma de sostén para barriles de --vino o aceite entre otros— que descansaban horizontalmente con el propósito de facilitar su extracción. Pues bien, dejemos de cureñarnos tanto y sigamos con la lista.

Algunos recurrieron a nombres originalísimos como El Barco de Colón, La Torre de Pamplona, El Conuco de Quiñones, Los Peliculeros, La Mascota, El Tratado de Almendares, y La Sonrisa de Trocadero.

Hubo quienes apelaron a la fe en la esperanza de aumentar sus ventas. Como por ejemplo: Santa Bárbara… La Vírgen de Regla… la de Loreto… de la Palma, El Corazón de Jesús, La Purísima, hasta completar una docena más de santos comerciantes.

Los innovadores también hicieron de la suya con las bodegas La Nueva Aurora, La Nueva Libertad, La Nueva China, porque aunque usted no o crea, hasta en eso los asiáticos tuvieron que vender fiado.

Se sucedían nombres refrescantes como EL Agua Fría, Las Brisas de Almendares, y las de Buenavista.

Grandes como el Bodegón de Toyo y pequeñas como La Antigua Chiquita y La Bodeguita del Medio.

Hubo quien recurrió a términos violentos y hasta belicosos: El Brazo Fuerte, El Disloque, La Choricera, La Revoltosa, El Cañón, y La Ametralladora.

Queremos destacar la influencia de la jardinería a pesar del penetrante olor a rancio que desprendían algunos productos de esas tiendas: Abundaban La Flor del Cerro, de Regla, de Cuba, de Mayo, y algunas hasta se propusieron cruzar el océano como La Flor de Navia, y la de Asturias.

Hemos dejado para el final algunos nombres más apropiados a la época y al tipo de comercio: La Complaciente, La Favorita, La Barata, La Dichosa, El Amigo del Pueblo, y El Almacén de los Pobres mucho más acordes con la situación del país y las limitaciones económicas de la inmensa mayoría de sus parroquianos.

Con las nuevas leyes que vienen aplicándose en la actualidad para ampliar la red de comercios por cuenta propia son muchos los interesados en montar sus negocios. La imaginación popular hará florecer nuevos establecimientos en un contexto mucho más competitivo y por lógica surgirán originales iniciativas para llamar la atención.

No dudamos que aquella nomenclatura variopinta de las antiguas tiendas de víveres renazca. Sólo hay un problema no semántico sino de concepto, pues si antaño “El cliente siempre tenía la razón”, aunque no siempre tuviera el dinero.

En la actualidad ese término ha desaparecido del contexto para dar paso a su contrario: “El sufrido usuario, que nunca tiene la razón, aunque tenga dinero”.

Hasta aquí una mirada a ese bodeguero mítico de mis años mozos, --como diría por entonces mi padre--. En él hay mucho de estereotipo y subjetivismo, pero que se mantiene virtualmente y casi estacionario en la memoria.

En los momentos en que concluía este trabajo, se me presenta la oportunidad única de entrevistar a uno de ellos, vivito y coleando, lúcido y lleno de anécdotas que les harán pasar un rato inolvidable. Así que nos vemos pronto de la mano de un bodeguero gallego, dueño que fuera de su establecimiento, y con cosas que contar.

¡Espérenlo!

CUATRO NAPOLEONES ERAN DEMASIADO

nAPOLEÓN BONAPARTE I

El primer Napoleón francés fue el más famoso de todos. No sólo porque se ligó con Josefina para formar una de las parejas más sexy de la historia, sino porque de simple ciudadano llegó a Cónsul, y dejó el consulado de lado para levantar el Primer Imperio. Si no hubiera sido por la batalla de Watterloo, tal vez otro gallo cantaría en el siglo decimonónico europeo. Pero la cosa no fue tan fácil. Veamos:

La Revolución Francesa , en mi modesta opinión, fue la madre de todas las revoluciones. Fue tan grande , que fue…¡De Madre!

La aristocracia parasitaria hija bastarda del oscurantismo medieval, con sus reyes, príncipes y mendigos,, condes y condesas, duques y duquesas, marqueses y marquesitas, archiduques, archicoños, damas de la corte, o sea, cortesanas, vagos, --perdón--, vagos eran todos, y otros bienes terrenales bendecidos por la Santa Inquisición, no daban para más. Tenían que ir al piso. Pero por las buenas no se le quita el poder al poder.

Mientras el Directorio se desangraba en luchas intestinas con su secuela diarreica. Bonaparte defendía en el resto de Europa esas conquistas con las armas en las manos, ¿de quién? De sus granaderos. Y surgen los 18 y 19 Brumarios que imponen el Consulado. Imagínense qué hubiera pasado con un 20 o 21 Brumarios más.

Tres eran tres los tres cónsules, --no los Villalobos—pero se fueron constriñendo, quedando uno solo,: Napoleón, que como buen bonapartista se declaró vitalicio. Y del consulado al imperio no hay más que un paso. En Cuba diríamos: ¡Qué paso más chévere!

Por eso en 1804, él mismo se ciñe la corona ante el Papa en la catedral de Notre Dame. ¡Qué papazo!

Podemos continuar esta interminable historia del primero de los Napoleones, pues nos faltan los capítulos del Primer Imperio, las Coaliciones, que llegaron a cinco, su abdicación, el destierro, la Restauración, los Borbones, el regreso, Waterloo, Haití, etc. etc. Así que pasemos al segundo de la Dinastía.

NAPOLEÓN BONAPARTE II.

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas y los Napoleones no serían la excepción. Su hijo legítimo nacido en 1811, no vino al mundo con un pan bajo el brazo, sino con un saco de sal. Fue proclamado Emperador el 28 de junio de 1815, diez días después del escache en Waterloo, lo que provocó la abdicación de Napoleón I –el Grande--. El chico --es decir-- el hijo, duró en el trono menos que un merengue en la puerta de un colegio. ¡No llegó ni a la semana!

La Restauración Borbónica llevó a otro Luis al trono: Luis XVIII.

Si el título de esta cronicuela admite que “Cuatro Napoleones eran demasiado”. ¡Figúrense dieciocho Luises seguidos! En 1830, quince años despu,s el Conde de Artois, como Carlos X. sustituye al anciano Luis 18, pero por sus arbitrariedades también pierde la corona de Francia, pero el joven Napoleón no puede sustituirlo: En ese momento lo acompaña la Señora Tisis , quien a la larga se lo lleva definitivamente en la golilla el 27 de julio de 1832 con solo 21 años cumplidos.

NAPOLEÓN BONAPARTE III.

El Napoleón Tercero era otra cosa. En primer lugar no era hijo del Primero, sino sobrino de él primo del Segundo… Y al que Dios no le da hijos, el Diablo le da eso. Este sobrín era también del diablo. Participó en dos rebeliones contra el Rey de Francia Luis Felipe de Orleans, la primera en 1836 y la otra en 1840. Capturado en la segunda de ellas consiguió escapar de prisión en 1846.

Tras la Revolución de 1848 que tumbó al “Rey Pera” –como lo apodaban los caricaturistas de la época,-- el “escapado” se postuló en las elecciones a la presidencia en la III República y arrasó con los votos.

A lo mejor en esa época ya existía la viajera o el pucherazo.

Al ser elegido como primer mandatario de la República, surgió otro problema: Como no era republicano sino bonapartista, aplicó la ley de quítate tú para ponerme yo, y tumbó la Tercera República para implantar el II Imperio.

Su expansionismo lo llevó a Indochina, pero no se entendía con ellos, ni los indios ni los chinos quisieron aprender francés tampoco, así que optó por algo más sencillo, según su imperial criterio. Tumbar al indio Juárez que gobernaba en México y exportar al Nuevo Mundo, otra de sus mercancías: El Imperio.

En 1864 impuso el efímero Maximiliano, quien perdió en la corrida todo lo de Maximil y se quedó sólo en las dos últimas sílabas.

Para el nuevo Napoleón las cosas iban de mal en peor. En la Batalla de Sudán sudó la gota gorda frente a Prusia y a la caída del II Imperio se proclama la IV República.

Pido disculpas por haberlos llevado por toda la historia de Francia a paso de conga, pero los invito a detenernos unos minutos en la Francia de 1856. Ese acontecimiento en París bien merece una misa.

NAPOLEÓN BONAPARTE IV.

Las campanas de Notre-Dame doblan en la madrugada fría y neblinosa del 16 de febrero. La Emperatriz Eugenia de Montijo sufre dolores de parto en el Palacio, mientras Napoleón IiI da pasos nerviosos en el gran salón del trono. Del Sena ascendía una bruma a los celajes de la Ile de la Cité, extendiéndose a los jardines de las Tullerías, la Plaza de la Concordia, y hasta los Campos Elíseos. En esa época París se había convertido en la capital más hermosa del mundo gracias a un tal Haussnmann, --se escribe con dos eses y dos enes--, porque era Barón con B de burro no con V de vaca.

Un soldado cojo en la Plaza de los Inválidos da las órdenes para preparar los disparos de salva en homenaje al bebito: Veintidós si es hembra y cien si macho. A la hora del cuajo el pueblo, desde el Barrio Latino, hasta las ruinas de las Tullerías, cuenta los simbombazos…uno…dos…tres... y así hasta veintidós… Una larga y exasperante pausa, pero… ¡De pronto!... Se reinicia el bombardeo hasta llegar a cien. Algarabía en toda la ciudad. La Infanta deja de pujar y el infante Luis Eugenio José Napoleón empieza a llorar. Ha nacido Napoleón IV, heredero al trono y continuador de la dinastía napoleónica.

Mucha salva gastada para tan poca cosa. Tan breve como Napoleón II , este nuevo emperador muere en Africa Austral a los 23 años a manos de los zulúes.

¿Son o no son demasiados Napoleones?

EL MACHISMO EN PELOTAS

Entre las actividades colaterales de esta 20º.Feria Internacional del Libro 2011, estuvo el debate celebrado el viernes 18 de febrero, con motivo de anunciar el arribo a su 50º Aniversario el mensuario humorístico que comenzó siendo semanal bajo el nombre de “Palante y Palante” desde el 16 de octubre de 1961, y pocos meses después redujo el nombre y aumentó su plantilla.

Siempre quise cantar a dúo, pero no se púo. Esta vez tuve el privilegio de formar uno pero no de cantantes, sino e directores jubilados de “Palante”.

A mi lado René de la Nuez, para muchos, el inolvidable “Loquito” de Zig-Zag, que tantos dolores de cabeza le diera al régimen dictatorial de Fulgencio Batista, con sus “locuras”, y otros tantos a Pucha, su compañera de toda la vida.

Invitados ambos por la actual directora del órgano satírico más antiguo de Latinoamérica, Mercedes Azcano, y con la intervención del colega Iscajim, a cargo de las investigaciones históricas de la publicación, comenzó el coloquio.

Ambos improvisamos con la máxima seriedad relatos, entre bromas y anécdotas, éxitos y fracasos por los que tuvimos que atravesar durante nuestro tempestuoso paso por el entonces semanario, pero todos ellos salpicados con buena dosis de humor, como corresponde a una publicación satírica que se respete.

Algunos de esos asuntos tal vez hoy no tengan la menor importancia, pero cuando se fundó el semanario en 1961, la cosa era distinta y diferente. Habíamos heredado una republiquita bananera, con discriminaciones de todo tipo –de raza, de cuna, de culto, y de género--entre otras “virtudes” del sistema capitalista al uso. Sabido era el caso de una luchadora social, que nos contaba: Yo era triplemente discriminada: “Por mujer, por negra, y por comunista”.

El tema fue derivando hacia una de las más controvertidas opiniones machistas de entonces con respecto a “Las mujeres y el sentido del humor”. Evolución histórica en la que nuestro semanario tuvo mucho que ver.

Recuerdo que ese era también el título de un libro publicado por la Editorial de Letras Cubanas en 1986, a medio camino entre la fundación y esta media rueda de nuestra revista.

En la antología aparecen escritoras que abordaron de una u otra forma el humorismo literario, empezando por cuatro luminarias del periodismo cubano del siglo XX, como Renée Méndez Capote, Lolo de la Torriente, Iris Dávila, y Dora Alonso.

De las catorce representadas, siete honraron las páginas de “Palante” con sus hilarantes colaboraciones. Veamos ese cincuenta por ciento palantero:

A saber: Ada Oramas (Eureka), Évora Tamayo (Évora), Dalia García (Daly G), Mercedes Carrillo (Pucha), Mirta Yáñez, Miriam Alonso (Miriam), y Maritza Ávila (Maritza). No quisiéramos despedirnos sin reproducir brevemente las impresiones que ellas dejaron en aquel testimonio sobre el humorismo.

Ada Oramas (Eureka). (La Habana, 1939).

“…He tratado de hacerme familiar con la caricatura de personajes cotidianos, de modas y modismos donde está presente el mundo femenino tan rico en facetas jocosas...”

Évora Tamayo (Évora). (Bayamo, 1940).

“…No creo que el humorismo sea un problema sexual…Si antes era privativo de los hombres, esos tiempos han quedado atrás y hoy es un oficio como otro cualquiera en el que la mujer ocupa un puesto...”

Dalia García (Daly G.). (Santa Cruz del Sur, 1940).

“…No sé si descubrí que veía la vida con óptica humorística el día en que nací, o cuando Chago, mi compañero. Comenzó a llamarme Daly G…”

Mercedes Carrillo, (Pucha). (La Habana, 1941).

“…Siempre me preguntan si escribo humor o costumbrismo, porque cuando trato de hacer una de las dos cosas, suelo plasmarlas juntas. Por eso he llegado a la conclusión de que el resultado se le puede llamar humorbrismo, ya que ambos son primos hermanos criados en la misma casa…”

Mirta Yáñez, (La Habana, 1947).

“…Cuando era niña pensaba que el humorismo podría ser mi oficio…

A veces me propongo el humor como un objetivo definido, por ejemplo, en la literatura para niños… Pienso que el mejor humorismo está en la vida de todos los días. Al escritor le toca recogerlo y compartirlo…”

Miriam Alonso, (Miriam). (La Habana, 1948).

“…Yo considero que el hombre escribe sobre lo que ve y discurre lo que no ve. Nosotras las mujeres, por el contrario, inventamos lo que vemos y contamos lo que no vemos…”

Maritza Ávila, (Maritza). (Sagua la Grande, Las Villas, 1953).

“…Hago humorismo porque me atrae, y estoy convencida de que mediante este género que tanto gusta, podemos combatir lo mal hecho y destacar los logros más significativos de nuestro proceso revolucionario…”

Que conste, no son todas las que están, ni están todas las que son, porque nos hemos limitado a nombrar las palanteras del libro de marras, pero tanto las presentes como las ausentes, reciban éste, nuestro modesto homenaje a la mujer cubana, heroica y sacrificada compañera, sin la cual no hubiéramos llegado hasta aquí.

¡Felicidades pues en este próximo 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer!”.

12 feb 2011

COSAS DE ENAMORADOS

Dicen que el amor es cosa de locos. A lo mejor es una exageración, pero de que estar enamorado resulta una locura, no me cabe la menor duda: Al más prudente--ella o él-- puede írsele la chaveta de vez en cuando.

Lo que pasa es que, a veces Cupido no da en el blanco. Y eso precisamente le ocurrió a este Blanco hace exactamente un año, en la confección del trabajo tituladoEl primer amor y el último tranvía”. Correspondiente al Día de San Valentín.

Se trataba de una especie de realidad falseada, pero lo único verdadero, --según mi intención-- era dar la ruta correcta, la hora exacta y la fecha verdadera en que había circulado el último tranvía en la ciudad de La Habana. ¡Y hasta eso resultó falso!

El último tranvía que se paseó por La Habana fue el No. 388 de la ruta Príncipe-Avenida del Puerto, y lo hizo el 29 de abril de 1952, tras 52 años y 34 días de servicio ininterrumpido.

Al singular Elías Gracia le doy las gracias en plural. De su diestra mano sale cotidianamente el espacio “Historia y Comunidad” en Radio Metropolitana. Fue el colega quien me montó en el tranvía correcto, y gracias a ello puedo ofrecerles esta aclaración junto con mis disculpas….Pero, a cualquiera se le va el tranvía… ¿No?

Quise compensar el error con la tira de “¡Ay, Vecino!” con la que encabezo este número, y la caricatura que ahora les regalo, demostrando que la fruta prohibida que se comió Adán, en el Jardín del Edén era virtual; por eso lo presento ahora mordiéndola en la Feria del Libro que viene desarrollándose en La Cabaña hasta el día 20.

Aprovecho esta oportunidad para dar acuse de recibo a los vecinos que tan amablemente nos han escrito en estas primeras semanas del 2011.

A la entrañable Mirtha Yáñez, por su valiosa colaboración en el trabajo que dediqué a su padre, y sin embargo, es ella, quien me dice: --¡Qué lindo te quedó!

A Évora Tamayo, la cual también me felicita por publicar recuerdos que ella misma dio a conocer anteriormente con el título de “Con Permiso de…” Soy yo quien debe agradecer a tantos colaboradores anónimos, por estos aportes tan reconfortantes.

A la finísima Fina Senra, la “loitadora” gallega que me abrió las puertas de su casa y de su corazón, y además, me sigue los pasos por intrenet junto con otra que bien baila, la sin par Charo, a quien deseo una feliz recuperación.

Al cubano Francisco Puñal y Xosé Neiras Vila, también desde el terruño; a mis primos de Gijón y Grandas de Salime; a Delga en Estados Unidos; al “Mono” González en Chile; a Carlos Giménez en Madrid; a mi hijo Darío en Miami. En fin, a todos ellos que la distancia nos separa, y las nuevas tecnologías nos acercan.

A esos que podemos vernos a menudo, por estar más al alcance de la mano; a esos que me estimulan por correo y en persona: Marrero, Víctor Manuel, Yepe, Vera, Calzadilla, Grako, etc., etc., mil amores para cada uno de ellos, y sus compañeras: ¡Claro!

Hago extensivo el saludo a los innombrados, con mucha más razón, pues son víctimas de mi permanente lucha contra el olvido, como dice el programa dominical de Raquelita…

Para concluir termino con esta imágen tomada precisamente en este día 14 de febrero, durante el acto de presentación del libro “Alba en América” de un colectivo de autores en la Casa Cultural del Alba, demostrando con ello, que una imagen vale más que mil palabras, y si son varias, pues mucho mejor.Entre el selecto grupo de asistentes están la Directora de la Editorial PABLO, Esther Pozo, el editor del libro Manolo Pérez Alfaro, dos de sus autores: Angel Velazco acompañado de su esposa e hijos, y mi hijo F. Blanco al centro. A la extrema izquierda un servidor.

MATOJO, UN NIÑO DE 47 AÑOS

He aquí su fe de bautismo.Fecha de nacimiento: 24 de febrero de 1964.

Lugar: Mesa de dibujo de la revista “Mella”.

Solicitado por: Asociación de Jóvenes Rebeldes que más tarde tomó el nombre de UJC.

Padre putativo: Manuel Lamar Cuervo.

Seudónimo paterno: Lillo.

La biografía de este autor, colombiano de nacimiento y cubano de corazón, comienza el 13 de diciembre de 1929 en Bogotá. Pero Manuel también tuvo su historia; de pequeñín en vez de Manolo le decían Manolillo, y como era tan pequeño, el Manolillo se quedó en Lillo, de ahí el apodo que venía ya en el pasaporte cuando el vapor italiano Contessa desembarcó sus pasajeros en el puerto de La Habana hace exactamente 60 años.

Licenciado en periodismo, cultivó el humor gráfico, la historieta humorística, y el jardín en el edificio de apartamentos en 23 y J, donde lo conocí. Como fundador del Departamento de Dibujos Animados de la TV, incursionó también en películas de divulgación popular. Se movía con soltura en el mundo de la sátira política y la caricatura donde creó varios personajes cómicos.

En su estilo, Lillo fue un continuador de la línea del humorismo suramericano, por lo pronto no desechó la influencia del personaje “Amarrete” o de “Mendieta”, el compañero canino de “Inodoro Pereyra”. De esa fuente nutricional surgieron los cubanísimos Chicho Durañón, Sapito Pérez, y un perrito que respondía al nombre de Lucas Rengifo, cada uno con sus características propias. Menos conocidos pero igualmente singulares fueron González y Titina.

Punto y aparte para el pequeñín de papel y tinta china al que nos referimos desde el principio. Matojo era la representación gráfica del niño cubano, y sus peripecias se arraigaron tanto en la grey infantil que el Departamento de Animación del ICAIC le filmó tres películas como protagonista.

Pero volvamos atrás: Tras su debut en “Mella”, a petición nuestra pasó diez años más tarde a ocupar la contracubierta del semanario “Palante”. La ficción admite que aunque corran los años, mientras el autor envejece, su personaje se mantiene tan fresco como una lechuga. Por eso, a pesar de la inteligencia que derrochaba a raudales en cada viñeta, Matojo nunca pasaba de grado. Lillo lo mantuvo siempre en primaria, no como castigo, sino para poder abordar permanentemente la temática comprendida entre esas edades; y cuando se fundó en 1980 el mensuario “Zunzún” por la Organización de Pioneros “José Martí”, nuestro pequeño héroe tampoco pasó de grado, sino de publicación; y se mudó allí para formar parte de su staff especializado en la temática de la niñéz.

En su momento Lillo, el padre; y Matojo, el hijo tuvieron la dicha de formar la combinación más publicada en Cuba, con alrededor de un millón de libros, a iniciativa de varias de las editoriales dedicadas al género como Gente Nueva, Oriente y Pablo de la Torriente.

Fue activista de la sección de humorismo de la UNEAC y de la UPEC. Y dado el arraigo que su obra tenía entre los más pequeños, múltiples y variadas fueron las actividades personales que realizó en centros educacionales, círculos infantiles, y campamentos de pioneros, entre otras instituciones.

La década del 90 que nos marcó con la crisis económica y de valores del periodo especial, coincidió con mi jubilación como periodista y le perdí la huella a Lillo, enterándome más tarde que había salido de Cuba junto a los huracanados vientos de la diáspora. Y fue allí que falleció casi ciego hace un año.

Como simples mortales, nacemos, crecemos, procreamos y morimos, ni más ni menos que como el más simple organismo vivo que puebla el mundo. Incluso, nuestros descendientes, en primera, segunda, tercera generación o más, también deben transitar por las mismas veredas. El destino se encarga de trazarnos el camino a seguir y a veces juzgar al prójimo a la ligera, nos lleva a cometer injustas conclusiones.

Lillo pertenece a esos privilegiados entre los cuales me cuento, que aunque fallezcan, sus personajes quedan: Matojo vivirá por siempre en el corazón de todos aquellos que vibraron de niños con sus aventuras… En paz descanse su autor.

ENTERRAD MI CORAZÓN EN WOUNDED KNEE

Mi hijo, Francisco Pedro Blanco Hernández como él mismo confiesa, llegó tarde a la historieta.

En 1985 al crearse la Editorial Pablo de la Torriente, vislumbró un nuevo camino para expresarse gráficamente y fue allí que presentó sus primeros trabajos; incluso, asistió como uno más a los talleres de historietas que impartíamos Manolo Pérez y yo en el teatro de la UPEC.

Durante toda mi niñez y juventud fui fanático de las aventuras del Far West en los cómics y el cine norteamericanos, razón por la cual le escribí el guión para su primera obra en historieta. Ambos habíamos sido impactados por los acontecimientos de la revuelta de Wounded Knee en 1973, y acordamos que ése fuera el tema.

Como obra de ficción, creamos el personaje “Nube Blanca”, quien es herido en los disturbios de ese año, y en las barricadas el anciano cuenta a sus compañeros de lucha la historia de persecución y muerte de que fueron víctimas las tribus pieles rojas durante el etnocidio de la Conquista del Oeste.

Coincidentemente en nuestras manos cayó por entonces esa joyita de la literatura norteamericana titulada “Enterrad mi corazón en Wounded Knee” de la autoria de Dee Brown con la cual se abrió mucho más el horizonte que debíamos desandar para lograr nuestro propósito.

Pero quiso el destino que esa, --su primera historieta realizada-- fuera dada a conocer mucho después (1997) en Turin, no en Cuba, por la revista “Tepee” pues, por su participación en la muestra “IL NORD VISTO DAL SUD” viajó a Italia donde expuso sus trabajos en Parma, estableció vínculos entre el Instituto de Arte de Parma y la Academia de San Alejandro, de donde era profesor titular. En esos contactos, su amigo Giovanni Grilli, del Comitè de Solidaridad con los Pueblos Nativos Americanos decide publicar la obra en dicha revista.

Calzando la narración ofrecemos algunas de las páginas de esta primera historieta de FBLANCO.

“…Finalizando el siglo XIX, Wovoka un sacerdote de la tribu paiute profetiza que con”La danza de los espíritus” recuperarían sus tierras, los antepasados regresarían, los blancos los dejarían tranquilos, y podrían disfrutar de un futuro de eterna paz y prosperidad.

Los colonos blancos se aterrorizaron con los bailes, y los cánticos indescifrables para ellos y solicitaron la intervención federal creyendo que Toro Sentado (Sitting Bull) con esos ritos espirituales (skirmish), era el instigador de una rebelión.

Al tratar de detenerlo, el jefe guerrero se resistió al arresto y lo mataron al instante de un tiro en la cabeza. Sus más cercanos seguidores huyeron hacia la tribu del jefe Pies Grandes, (Big Foot), quien dos semanas más tarde también fue ultimado por el ejército norteamericano. (Impresionante fue la foto que le tomaron al gran cacique yerto y semienterrado en la nieve de ese frío invierno).

El General Nelson A. Miles, al frente de quinientos hombres del Séptimo de Caballería y una ametralladora, los obligó mediante la fuerza, a dirigirse al campamento lakota de Minneconjou para a tomar allí un tren con destino a Omaha, Nebraska. Lo cual significaba recluirlos en una reservación. El lugar estaba situado cerca del Arroyo Rodilla Herida –Wounded Knee Creek--.

Los nativos vivaquearon rodeados por las tropas: En la mañana del 29 de diciembre de 1890, un disparo --no se sabe si escapado o intencional—dio inicio a la masacre que culminó con la muerte de unos 300 pieles rojas, incluyendo 62 entre mujeres y niños. Por la parte de los militares hubo 25 bajas.

A todas estas el sacerdote Wovoka quien había engatusado a sus creyentes con la idea de que los ritos y las camisas espirituales los protegerían de las balas, muere en la reservación de Walker River.

Ochenta y tres años después, en la orilla sagrada del arroyo Wounded Knee , donde en el año 1877 se había enterrado el corazón valiente de Caballo Loco, los ancianos del poblado piden ayuda al grupo (AIM) American Indian Mouvement, que se habían declarado independientes. Dos mil indígenas llegan a la aldea y con pocas armas toman el pueblo. La brutal intervención de la Guardia Nacional liquida la intentona con el saldo de dos muertos y numerosos detenidos.

Pedro Bissonte, uno de los que declara en el juicio, tres meses después es asesinado por las autoridades en un cuartel de la reserva Rime Ridge.

Pero los tiempos no son los mismos.

Ese mismo año Marlon Brando ganador del Oscar por su actuación en la multigalardonada película “El Padrino” (The Grandfather), estrenada en 1972, rechaza el premio en protesta por la forma en que Hollywood y las fuerzas del orden trataron a los ciudadanos originarios durante la revuelta...”

Además la HBO estrenó en 2008 basada en el libro y con el mismo título la película de Ives Simoneau, que estuvo nominada al Globo de oro por mejor película de TV ese año…

El próximo 27 de febrero pues se cumplen 38 años de aquel enfrentamiento en la sagrada tierra de Rodilla Herida: Los acontecimientos actuales en Arizona y otras localidades de la nación no vislumbran una disminución de la violencia y el odio dentro de los Estados Unidos.Y que conste: Estos datos no fueron tomados de Wikileaks, sino de Wikipedia.

BEHMARAS: EL REY DE LA PARODIA

Dicen que el talento se pega. Tal vez sea una apreciación exagerada, pero de lo que no hay duda es que trabajar junto a una persona competente, o recibir los beneficios de sus enseñanzas, ofrece una gran ventaja.

Traigo a colación un colega que, a pesar de ser contemporáneo, practicar la profesión de periodismo, y especializarse también en el género humorístico, nunca tuve el privilegio de trabajar junto a él. Es más, por breve tiempo lo tuvimos de enemigo –claro, de mentiritas—cuando los semanarios Palante y El Sable, se declararon en guerra.

Si algo lamento es no haber ilustrado algunos de sus magníficos guiones. Pues para mi siempre fue el Rey de la Parodia.

Nos referimos al maestro Behmaras.

Marcos Isaac Behmaras Suárez, nace en Jovellanos, provincia de Matanzas, el 18 de febrero de 1926, hijo de un emigrante turco durante la Primera Guerra Mundial y madre cubana.

Tal parece que los huracanados vientos del ciclón del 26 influyeron mucho en su tormentosa existencia, pues desde los 17 años se unió a las filas de la Juventud Socialista en medio de la cacería de brujas maccarthista de la post guerra.

Sus inquietudes literarias y artísticas lo llevan a integrar el cuadro de comedias de la emisora del Partido, y pronto se destaca por su originalidad. Su participación en el programa “Radio Locura Mil Diez” es decisiva, pero la alegría en casa del pobre dura poco. Pronto la radioemisora del PSP es clausurada.

MIRTHA MUÑIZ, nos cuenta lo que le ocurrió después:

”…En una ocasión Pumarejo le dijo que sus libretos eran muy modernos, muy vinculados a los problemas que no tenían que ver con los objetivos de los anunciantes, y que tal vez, en su opinión, dentro de 20 años servirían, pero que en ese momento no le interesaban...” CARBALLIDO REY, otro testimoniante ofrece esta impresión:

“…Vino a trabajar conmigo para escribir los libretos de Garrido y Piñero, que se trasmitían los lunes y viernes por el Canal 6. Poco después surgió Detrás de la Fachada…”Marcos fue su primer guionista y lo escribió hasta el triunfo de la Revolución…

MIRTHA MUÑIZ:

“...Introdujo en la TV el narrador… “Es un poco la idea del personaje en Detrás de la Fachada que participa, oye, comenta y no se ve por los restantes actores…”

CARBALLIDO REY:

“No conozco ningún escritor aquí en el país, que en la TV haya manejado con esa certeza, habilidad y brillantez tanto los programas de misterio, --de tensión--, como los humorísticos…”

Tras el golpe militar de Fulgencio Batista surgió la protesta popular, las persecuciones y los asesinatos. En medio de las actividades clandestinas que simultaneaba junto con su carrera profesional, se destaca su participación en la creación del personaje “Pucho” para Mella órgano de la Juventud Socialista.

Pero dejemos que Virgilio Martínez Gaínza , quien debutó en la publicación en 1954, y su compañero de batería en la serie nos hable de ello:

VIRGILIO MARTÍNEZ:

“…Ante la posibilidad de ser arrestado yo firmaba la historieta con el seudónimo de Laura…”No conocía al autor del texto… “Como medida de seguridad recibía el guión a través de un correo con todas las explicaciones posibles…”Incluso, en ocasiones a través de ese mismo mecanismo le hacía sugerencias al escritor sin saber quién era. No conozco a Marcos hasta los primeros días de 1959, y mi sorpresa fue extraordinaria porque nunca imaginé que este escritor humorístico de tanto prestigio hubiera sido mi compañero de trabajo en todos esos años…”

En 1959 Marcos Behmaras fue nombrado director de Radio Progreso. Al crearse Radio Habana Cuba en 1961, pasó a ser su primer director, y poco después fue Vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), además de dirigir el suplemento humorístico “El Sable” del periódico Juventud Rebelde.

Nunca abandonó esa duplicidad de funciones, pues de su pluma salieron los tres suplementos con el titulo “Salaciones del Reader´s Digest” en 1960, en cuyos trabajos aparecían sátiras sobre los contenidos de dicha publicación norteamericana que se imprimía en Cuba, y acababa de circular. Además de escribir los textos para la serie “Supertiñosa” con dibujos del propio Virgilio.

El 26 de febrero de ese mismo año la sala El Sótano estrena otra de sus obras paródicas “Tras la Cortina de Bagazo” basada en las aventuras del reportero (SIP ayo) Mike Matraka en La Habana.

JOAQUÍN G. SANTANA:

“Recuerdo su preocupación en los primeros años después del triunfo revolucionario sobre la programación, y la posibilidad de ampliar la red de transmisores de la TV, para que este medio llegara no sólo a las capitales provinciales, sino que se extendiera a todo el país…”

Behmaras se entregó de lleno a estas nuevas tareas tan necesarias para el pueblo. Por eso en noviembre de 1966, Marcos y Enrique Íñigo, dirigentes de la TV fueron a Maisí –el territorio más cercano a Haití-- en labores de preparación para futuros programas que se originarían en la provincia de Oriente, así como opiniones del pueblo sobre la señal que desde año y medio llegaba a esos intrincados rincones.

El 20 de noviembre de ese año, el diario “Granma” daba la siguiente noticia:

“.,.-.Alrededor de las nueve de la noche del miércoles 16, cuando regresaban de Maisí, al cruzar el río Yumurí por el camino de Veguita Prieta a Mosquitero, en el límite entre los municipios de Baracoa y Gran Piedra, desaparecieron los compañeros Marcos Behmaras, Enrique Íñigo y Pedro Sierra, al ser arrastrados por la crecida del río el jeep en que viajaban...”.

La nota de prensa se extendía en detalles del accidente. Publicarla completa alargaría en demasía estos breves fragmentos que en recordación del colega tomamos de la reseña publicada entonces por la sección “Arte y Literatura” de la revista Bohemia bajo la firma de Fernando Rodríguez Sosa. Su título es más que elocuente: “Marcos Behmaras ¿Solo un gran humorista?”

En la crónica hemos seleccionado los testimonios de algunas personas cercanas al querido Behmaras. El maestro del humorismo radial y televisivo Carballido Rey. La compañera de Marcos en su trabajo y en la vida Mirta Muñiz. El poeta Joaquín G. Santana, quien fue además, el segundo director del semanario”Palante” en 1965, y Virgilio Martínez, a quien curiosamente los cultivadores del género bautizamos como “El Duro de la Historieta Cubana”.