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23 may 2011

VIRGILIO EN EL RECUERDO

Hace poco menos de tres años lo perdimos víctima de una penosa enfermedad. De no ser así, hoy Virgilio –así, a secas-- estuviera cumpliendo como yo, sus 80 años de vida, junto al abrazo y el reconocimiento de todo un pueblo.

Virgilio Martínez Gaínza vio la luz en esta capital el 27 de abril de 1931, y quiso el destino que desde muy joven sus inquietudes artísticas marcharan aparejadas con las ideas políticas más avanzadas del país, pues tan temprano como 1950, mientras debutaba como dibujante en una oficina de diseños para envases de cartón y anuncios de prensa, comienza a colaborar con el Partido Ortodoxo fundado por Eddy Chibás. El líder popular se enfrentaba a la corrupción administrativa de los gobiernos auténticos de la época. De ahí la consigna “Vergüenza contra dinero” y el símbolo de la escoba, tan bien utilizados satíricamente por Virgilio en la revista órgano del partido “A Barrer”.

Si mala era la situación política de Cuba, peor no pudo ser el remedio: Un cobarde golpe de estado el 10 de marzo de 1952 y el consiguiente baño de sangre bajo la bota militar de los confabulados contra el pueblo.

Una vez más el joven dibujante da un paso al frente y colabora de manera incógnita en la revista “Alma Mater” de los estudiantes universitarios en 1953.

De esa etapa el propio Virgilio diría a la periodista Julieta García Ríos para “Juventud Rebelde” (13-4-2007):

“…Yo no firmaba ni tenía seudónimo porque no le presté atención a eso… En Alma Mater caricaturicé a Batista con unas botas enormes pisoteando la Constitución de la República… Un año más tarde empecé a colaborar con la revista Mella…”.

La opresión del régimen de facto se hacía cada vez más insoportable, la oposición pasó al clandestinaje, y la militancia de Virgilio en el Partido Socialista Popular lo llevó a las páginas de la revista de la juventud comunista, donde por más de cuatro años formó pareja con alguien que para él sería un misterio todo ese tiempo. Marcos Behmaras, --a quien recientemente hiciéramos una semblanza--, en la cual Virgilio patentiza la sorpresa que se llevó cuando se lo presentaron al triunfo de la Revolución. Era uno de los más destacados escritores de radio y la televisión del país.

Behmaras fue el creador del personaje “Pucho”, nacido igual que Virgilio en el mes de abril pero de1955. Fue también el guionista secreto de la serie durante los cuatro años siguientes.

Pero allí no se terminó la historia, el dueto escritor-dibujante, --tras el triunfo insurreccional a pecho descubierto—se mantuvo en los primeros años llevando al combativo perrito por otras aventuras contra quienes se oponían a los cambios revolucionarios, y sumó otros personajes como el paródico “Supertiñosa”.

Virgilio fue siempre una persona muy humana y modesta, por lo que no extraña lo que dijera al colega Ciro Bianchi para la revista Cuba, sobre otros jóvenes –Chago y Nuez--, que también combatieron a la dictadura con sus personajes satíricos.

“…Nuez, Chago y yo, nos movimos en condiciones diferentes… Nuez tuvo que poner en práctica un sistema de claves que al tiempo que fuera comprensible al pueblo, le permitiría burlar la censura ya que sus dibujos se publicaban en un semanario permitido por la legalidad burguesa. “Chago” trabajaba en la Sierra, en un territorio en poder de las fuerzas insurrectas y podía moverse con libertad; yo tuve que hacerlo desde el clandestinaje. Creo que los tres personajes se complementan entre sí…”

Con el tiempo y ya sin la colaboración de Marcos Behmaras, Virgilio transformo a “Pucho” en su hermano gemelo “Cucho”, lo único que este se había convertido en un héroe espacial para el disfrute de la grey infantil.

Gracias a la costumbre calificada por el mismo como “manía de guardar cosas”, Virgilio pudo esconder durante años las planchas que dibujaba en secreto, entre 1955 y 1959, a pesar de los registros que los sicarios del régimen le hicieran en varias ocasiones. Gracias a ello en 1985 pudimos disfrutarlas en el libro “De Pucho a Cucho” publicado por la Editorial Abril.

En sus más de trescientas páginas divididas en tres partes, la primera de ellas dedicada a la etapa clandestina del quincenario Mella, aparecen 77 dibujos entre tiras y páginas completas, donde se reflejan de forma satírica los acontecimientos más significativos ocultos por la prensa oficial. Un verdadero documento histórico desde la óptica alternativa.

Pero la obra del maestro no termina ahí. Tuvo el honor de realizar el emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas, destacando las tres líneas directrices de la organización “Estudio, Trabajo y Fusil”.

Esta caricatura anunciando el nacimiento de “Juventud Rebelde” ocupó la portada del periódico ese día…

Además dirigió por un tiempo el departamento artístico de publicaciones como “Mella” “Pionero” y “El Sable” colaborando en casi todas las publicaciones cubanas como “Palante” “Cómicos” “El Muñe” y las revistas Aventuras, Muñequitos, Din Don y Fantásticos, publicadas en la década de los años 60 por Ediciones en Colores.

Terminó sus días como dibujante editorialista del diario insignia de la nación y órgano del Comité Central del Partido “Granma”.

Vaya junto con nuestro reconocimiento un faternal abrazo para su esposa, su hijo, Gianny --también artista plástico--, y el resto de sus familiares.

16 may 2011

¿QUIÉN FUE MACAZ?

Hoy les voy a contar algo que parece de ciencia-ficción, pero es totalmente verídico: la historia de Macaz.

Yo nací en La Habana de 1930. Cuando apenas cumplía los cuatro añitos, --ajeno aún a las aventuras de “Brick Bradford” y “Flash Gordon”, en las que prácticamente aprendí a leer--, un cubano construyó el primer robot que caminó el mundo. No lo digo yo. Así lo publicó la revista Bohemia de entonces, copia de cuyo trabajo muestro a continuación:

Como comprenderán, ni la edad, ni las actividades me permitían aquilatar la importancia del suceso. La primicia la obtuve a mediados de la década de los años 90, cuando Evaristo Arrinda de la Presa, (x) a la sazón Presidente de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba, se me acerca para decirme:

--Oye Blanquito, tú que eres dibujante y te gustan tanto las curiosidades, te tengo una sorpresa: La historia de un colega tuyo llamado Ángel Surís Busto, que falleció en La Habana el 24 de abril de 1988 a los 90 años de edad.

Bien,--le respondi—dispara.

--Era un buen diseñador y con una imaginación desbordante, capaz de los más descabellados proyectos. Te lo cuento porque lo conocí personalmente debido a los lazos familiares que nos unían.

Con la misma, me entrega un sobre donde venían algunas cuartillas ya amarillentas por los efectos del tiempo. Eran fotocopias donde, además de la página de “Bohemia” presentada anteriormente, había retratos del autor, y caricaturas entre las que destaca una de José Martí realizada con elementos simples de diseño.

Para no extenderme en los antecedentes del caso, y ante la dificultad de no poder leer la copia de dicho artículo por la reducción natural para la Web, paso a digitalizarlo textualmente:

“Año 1934. Los vecinos del barrio habanero de Cayo Hueso corren alborotados… ¡UN ROBOT! ¿Y QUÉ COSA ES UN ROBOT?... Un muñeco de hierro que camina y habla. ¿Habla?... Entonces no es un muñeco… ¿Y fuma?... Eso es ya demasiado.

La casa del inventor Rafael Surí se vio abarrotada, dentro los amigos; fuera, ya trepados hasta en los balcones, cientos de curiosos.

El padre de la criatura:

--¿Es usted ingeniero?

--No.

--¿Mecánico?

--No.

--¿Experto en cuestiones de radio?

--No.

¿Entonces, qué es usted?

--Dibujante.

--¡Cómo!

--Sí, durante el día, lápices, plumas, papel de dibujo… Por las noches ruedas dentadas, piñones, palancas, planchas de metal, pilas eléctricas.

Surí sonríe, han pasado 46 años; hoy, en la tranquilidad de su casa, rodeado de sus cuadros, (es un magnífico pintor) recuerda:

El robot Macaz: Un acontecimiento.

¿Humano?... Camina, dobla, habla, fuma, y da la mano… llega pausadamente erguido.

Su composición, aluminio, hierro, bronce, plomo, cobre.

Su peso: 350 libras. Tiempo de confección: 7 años.

Surí nos dice: --Fueron largas noches, pruebas y más pruebas; el fracaso, el éxito a medias, el éxito definitivo.

Macaz se volvía actualidad. Se presentó en teatros y parques. Recorrió el país. Los niños y los viejos se disputaban estrechar su mecánica mano. La prensa “seria”, y la humorística lo hizo centro de sus comentarios, la sátira popular lo nombraba redentor de los problemas de aquella república:

“Con media docenas de cerebros como el de Macaz se acaba en Cuba el paludismo”. Diría Julito Díaz, actor del teatro Alhambra…”

Tenía un corazón mecánico.

--¿Quiere usted escuchar mi corazón?... tac, tac, tac, tic, tic, tic…

Pero el mecánico corazón dejó de funcionar, los empresarios se fueron olvidando, y Macaz, el primer robot que caminó el mundo durmió su sueño de metal entre otros inventos, al lado de óleos, dibujos, y la permanente sonrisa de su creador, que ya cuenta con 82 años y aún trabaja con su imaginación y sus manos, eternamente jóvenes, en fabricar alegrías.

Ahí termina su entrevista el periodista Armando López.

Sólo me resta agregar que la palabra robot surge de otro talentoso creador checo: Karel Capek (1890-1938), quien temeroso del desarrollo tecnológico en su época, lo llevó a escribir obras como “Apócrifos” o “La Guerra de las Salamandras” en las que satirizó la automatización deshumanizante y creó la palabreja ROBOT que se regó como la pólvora en toda la literatura, el cine, y los comics posteriores.

Como ven, nosotros también tuvimos nuestro MACAZ: Subdesarrollado, sí. Pero criollo como las palmas.

(x) Aquí capté al compañero Evaristo en su inseparable VW plateado, a mediados de la década del 90 del pasado siglo. Debo aclarar que la peletería “Arrinda” de propiedad familiar, era una de las más prestigiosas tiendas de la calle Neptuno, --centro neurálgico del comercio capitalino-- en una época en que se hizo famosa “La Esquina del Pecado”. Es decir: Galiano y Neptuno.

MUÑOZ BACHS: SOLTURA, COLOR E INGENIO

Nacido bajo el fragor de los combates en Valencia durante la Guerra Civil Española el 12 de abril de 1937, el bebito Eduardo Muñoz Bachs llega poco después a Cuba junto con sus padres como un emigrante más.

La familia pronto se adaptó a nuestro ajiaco étnico cultural y el chaval se vio de pronto convertido en un prometedor artista. Al triunfo de la Revolución en 1959 ya había incursionado en el campo del diseño. La agencia publicitaria “Siboney” y el Departamento Cinematográfico de CMQ-Televisión conocían de sus cualidades.

La explosión libertaria en todos los sentidos de aquella epopeya, lo envolvió en su torbellino como a todos los jóvenes de entonces, y se vio inmerso en la política de cambios que venía desarrollándose en el país.

Quiso el destino que la fundación del Instituto Cubano de la Industria y el Arte Cinematográficos ese mismo año, lo escogiera como realizador del primer cartel de cine para la cinta “Historias de la Revolución” de Tomás Gutiérrez Alea, --otro grande de nuestra cultura--. Y a partir de ahí comenzó su cosecha de éxitos: Múltiples premios en Festivales Internacionales de Cine como Cannes, París, Hollywood, La Habana, y no pocos concursos de ilustración para libros infantiles en Japón y Cuba, entre otros galardones como el Primer Premio Coral en el Séptimo Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y la Exposición Post Mortem en el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad. Porque lamentablemente el colega Muñoz Bachs falleció hace exactamente diez años, que se cumplirán el próximo 22 de julio.

Mucho se ha dicho y publicado de este consagrado artista de cuerpo completo. Yo también tendría algo que decir, pues admirador de su obra, en ocasión de buscar nuevas firmas en la década del 80, para engrosar la lista de colaboradores de nuestras publicaciones dedicadas a la historieta, me respondió que le encantaba el género pero que nunca había incursionado en él porque necesitaba un escritor que le proporcionara los guiones. Yo me quedé tan sorprendido como ustedes ahora, al escuchar esa confesión de alguien que ya llevaba más de 30 años descollando en la gráfica y la pintura cubana. De más está decir que a partir entonces Félix Guerra compartió con el la autoría de esa deliciosa fabulación titulada “El Cuento” publicada indistintamente en El Muñe, Cómicos y otras publicaciones.

Pero dejemos que sea él mismo quien nos hable de su obra cinematográfica:

“…Cuando aparecieron los primeros carteles del ICAIC, la gente comenzó a reaccionar de distinta manera. Algunos se preguntaron: --¿Qué cosa es eso?... ¿Qué quiere decir?...Muchos no entendían, pero les gustaba el color; otros sencillamente estuvieron de acuerdo con el cambio, en relación con la anterior propaganda a la que estaban acostumbrados…”

SOLTURA:

“…Comencé en 1961.Estoy habituado a este medio y normalmente con dibujo. Nunca empleo fotos ni símbolos geométricos. Una vez visto el filme busco la idea, hago bocetos muy pequeños y simples, y cuando me satisface alguno paso a materializarlos directamente. Así el diseño resulta espontáneo, más suelto…”

“…En el caso del cartel cinematográfico influye mucho el asunto del filme, la época, su contexto, cuestiones que hay que saber plasmar para que el medio cumpla justamente su cometido. Yo particularmente tengo más facilidad para hacer carteles de comedias y de películas para niños…”

COLOR:

“…Estimo que el color es fundamental tanto en el ámbito de os carteles como en el de la ilustración…En el primero su uso está más limitado, se puede decir que un determinado cartel te pide el color que debes usar porque estás obligado a usar sensaciones concretas dependientes de la ambientación y el género del filme… En la ilustración, por su parte, también hay que lograr ciertos matices, pero la posibilidad del manejo del color son mayores, más libres, sobre todo cuando se trabaja en libros para niños…”

“-…Es lo que más me gusta--. Ello me permite cambiar la técnica, viene a ser como unas vacaciones, y como tales las disfruto. Recreo cada trazo, improvisando, difuminando colores, mezclando métodos y materiales. Y todo esto sin bocetear…”

DIBUJO:

“·…La tipografía tiene gran significación…Debe adecuarse al tema y ceñirse a los elementos estrictamente necesarios, además de ser clara y legible, y su colocación exacta…”

“…La información actualizada es la que nos mantiene al tanto de de lo que se está haciendo gráficamente en el mundo…Hay que agregar que durante mucho tiempo hemos laborado con poquísimos recursos, secuela consabida del subdesarrollo y el bloqueo imperialista. Sin embargo, el saldo ha sido positivo…” “..El número de ilustradores es reducido, tanto de revistas como de libros. Lamentablemente algunas publicaciones no le dan la debida importancia y emplean para esta tareaa dibujantes de poca calidad…”

INGENIO:

“...Referente a los libros para niños creo que el problema es más agudo. En este caso no basta con ser un buen profesional desde el punto de vista técnico; es imprescindible conocer a los niños y especializarse en el trabajo para ellos…”

“…Soy de la opinión que el diseño gráfico cubano para su desarrollo actual y futuro necesita de la incorporación de los jóvenes artistas—mediante los mecanismos que sean—a la labor que se lleva a cabo en los distintos departamentos de diseño del país, donde podrían recibir la influencia directa de los compañeros más experimentados y a su vez tendrían la oportunidad de llevar a la práctica sus propias ideas… No hay nada que estimule más que ver el fruto de nuestro trabajo cumpliendo en la calle su función…”

(Hemos tomado fragmentos de la entrevista que para la revista Propaganda le hiciera a Eduardo Muñoz Bachs otro grande del diseño cubano, Roberto Figueredo bajo el título de ”Soltura, dibujo, color, e ingenio”).