En
estos días finales de abril, entre nuestras emocionantes conmemoraciones por el
Día del Miliciano, la primera Derrota del Imperialismo en América, la
celebración del Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba, y otras
memorables fechas, nos acercamos también al Primero de Mayo y al “Día
mundial del Libro y el derecho de autor” programado por la UNESCO desde
1995.
A
propósito y con la mayor seriedad del mundo en abril del 2014 publicamos en
este blog una especie de crónica-calendario sobre dicha curiosidad histórica de
gran resonancia. Las caricaturas del Quijote que verán a continuación fueron
realizadas para el trabajo mencionado y las repetimos ahora para aquellos que
no las recuerden: El fallecimiento un mismo día (23-4-1616) de tres grandes de
la literatura universal: Miguel de Cervantes Saavedra, William Shakespeare y El
inca Garcilaso de la Vega.
Ahora
bien, sin ánimo de restarle méritos a tan digna conmemoración, me resultó
agradable titular aquel trabajo con la siguiente frase: ¿ES UNA BROMA EL DIA DEL IDIOMA? Aquellos
curiosos vecinos que quieran comprobar el gazapo quedan invitados a releer
dicho atrevimiento.
Pues
sin quererlo, este bromista quedó embromado, pues allí anuncié su Quinto
Centenario cuando en realidad este 23 de abril solo arribamos a los 400 años de
dicho triple fallecimiento. Me comí nada menos que 100 años de un bocado.
Sin
embargo--a pesar de la indigestión de ese secular barbarismo--vía e-mail recibí
una cordial felicitación por haber recordado tan singular fecha, de la Dra.
Nuria Gegory, directora del Instituto de Literatura y Lingüística, con atinados
señalamientos que agradezco con el mayor respeto.
A
ella le debo la información de otra singularísima fecha que sí nos pertenece
por entero desde hace 60 años, y es la aprobación por el Congreso de las 22
Academias de la Lengua que en 1956 aprobó la moción presentada por el académico
cubano Adolfo Tortoló: “Sobre la legitimación del siseo
americano”. Es decir que la pronunciación de la C, Z, por S,
era correcta.
Hasta
entonces unos doscientos millones de hispanoamericanos de lado de acá del
charco ¡NO SABÍAMOS HABLAR NUESTRA LENGUA! Porque otros 20 millones de “leídos
y escribidos” peninsulares castizamente así lo aseguraban.
Pero
hay otro asunto que ha quedado en el misterio: Se trata del fallecimiento de
Garcilaso de la Vega ese mismo día de 1616.
GARCILASO DE LA VEGA:
Poeta
renacentista español nacido en Toledo 1501.
Pertenecía
a una familia de la nobleza.
Desde
joven participó en intrigas políticas de Castilla.
Adolescente
aún ingresa en la corte del Emperador Carlos I.
Participó
en batallas militares y políticas como la de Rodas, 1522.
Es
nombrado Caballero de Santiago en 1523.
Siete
años más tarde acompaña a la coronación de Carlos I en Boloña.
Un
año después es desterrado a la isla Schut en el Danubio y más tarde a Nápoles.
Durante
el asalto a una fortaleza de Provenza es herido en combate.
OJO)
Trasladado a Niza, muere producto de las lesiones en 1536.
Su
obra literaria escrita entre 1526 y 1535 es publicada post mortem junto a la de
Boscán en Barcelona. Su título “La obra de Boscán con algunas de Garcilaso
de la Vega”.
Según
la minuta, tal vez este hecho corresponda al debut del renacimiento literario
en las letras hispanas, pero nada más.
Sin
embargo, lo más importante es que éste Garcilaso muere--40 años antes—del
triple acontecimiento que ahora conmemoramos. Y mucho menos es válida su comparación
con gigantes de la talla de Cervantes y Shakespeare, por tanto seguimos tras la
huella de la historia también navegando vía-internet hasta tropezarnos con otro
Garcilaso, de la Vega, pero este apodado El Inca.
GARCILASO EL INCA:
Nace
en Cusco (Perú), 1539. Treinta y ocho después del otro.
Hijo
del conquistador Sebastián Garcilaso de la Vega y de la princesa autóctona
Isabel Chimpo.
Gracias
al pedigrí paterno, recibe una esmerada educación.
Es
enrolado a las tropas de Francisco Pizarro hasta que pasa al mando del virrey
La Gasca.
Sigue
la carrera militar y a los 21 años es trasladado a España donde participa en la
represión de los moros en Granada.
Años
más tarde combate en Italia y en 1590 es víctima de la discriminación racial en
el ejército por su condición de mestizo.
A
partir de esa fecha deja las armas y toma los hábitos religiosos.
En
su tránsito por Sevilla, Montilla y Córdoba deja profundas huellas en los
círculos humanísticos.
En
esta etapa de su vida se dedica al estudio de la historia, la poesía clásica,
la renacentista y traducciones al italiano.
Sin
embargo, en lo que más se destacó fue en el estudio del pasado americano,
especialmente del Perú.
En
1605 Lisboa se sorprende con la Historia de la Florida y jornada que a ella
hizo el Gobernador Hernando de Soto sintetizada más tarde con el
título de “La Florida del Inca”.
Esta
inmensa obra--un libro por cada año con grandes dotes literarias--narra una
hazaña no vivida por él, pero basada en anécdotas y testimonios verídicos de
sus propios participantes.
Hay
que destacar que “El Inca” tenía amplia información de su tierra natal y
las tradiciones precolombinas, pero desconocía los misterios del territorio
peninsular de la Florida.
Por
tanto, su obra más importante fue precisamente los “Comentarios reales” es decir--del
Inca--donde mezcla una especie de autobiografía, visión histórica del Imperio
Incaico y su conquista por parte de España.
La
primera parte de este volumen en 1609 fue publicado en Lisboa y la segunda vio
la luz póstumamente en Córdoba, 1617.
Ahora
en serio, tal y como anunciáramos en el título: El Inca Garcilaso de la Vega muere —el
mismo día que Cervantes y Shakespeare--el 23 de abril de 1616 Hasta aquí mi atrevida incursión por los
vericuetos de la historia para desentrañar algunas cosquillas, que seguramente
les produjo el mismo hormigueo a vuestras neuronas.
Nos
vemos el Primero de Mayo en la Plaza de la Revolución…
Y
me despido con la portada que hiciera para la revista CAMPESINO de la ANAP con
motivo del Centenario de Vladimir Ilich Lenin, líder de la clase obrera y del
Primero de Mayo.
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