Como todos los personajes populares de la literatura, el teatro, y el arte en general, el tipo cómico responde a un lugar y una época determinada, casi siempre defendiéndose de una situación adversa con su única arma: el ingenio o la picardía. Ejemplo: “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”.
El crecimiento incontrolable del D.F. en la capital azteca durante las primeras décadas del pasado siglo, coincidió con un éxodo masivo de aldeanos, con su pobreza, sus costumbres, y su manera de hablar. El “lépero” fue uno de esos socorridos personajes del genero chico teatral y de los cómicos y payasos de carpa. Esta foto testimonia una de aquellas manifestaciones de la época. En ella Mario Moreno "Cantinflas", Eusebio Torres "Don Catarino", y Manuel Medel caracterizados para una de esas funciones.
El 25 de septiembre de 1927, el caricaturista Jesús Acosta (Dux) debuta en el suplemento dominical de “El Universal” con una tira cómica bajo el título de “Vaciladas de Chupamirto”, con lo que deja ver su intención satírica, no sólo en la vestimenta del personaje central, sino “vacilando” en vez de actuar.
Era la versión mexicana del pícaro en la literatura y el teatro españoles: Caricatura del inmigrante rural que se transforma en marginado urbano.
Estoy convencido de que el actor Mario Moreno alrededor de 1930, se inspiró en ese personaje de papel para crear su famoso “Cantinflas”, que al cabo de pocos años de competencia opacó al resto de los comediantes teatrales mexicanos, y su incursión en el cine parlante a partir de 1936, lo convirtió en el más popular de la cinematografía azteca y latinoamericana hasta el presente.
De habla atropellada, “gabardina” al hombro, y pantalones por debajo del nivel del mar, ese famoso “peladito” recorrió millones de kilómetros alrededor del mundo a bordo de películas aztecas, aportando no solo ganancias taquilleras enormes, sino que llegó hasta la docta Real Academia de la Lengua Española y su no menos erudito Diccionario, quienes le dieron brillo y esplendor al admitir el siguiente verbo:
“CANTINFLEAR: Discurso vacío de todo protocolo, lleno de sencillez, incongruente y disparatado, que mezcla muletillas coloquiales con términos cultos mal empleados”.
A tal punto llegó su influencia que al Dr. Ramón Grau San Martín, presidente de la República de Cuba en la década del cuarenta, se le adjudicó la característica de “cantinflear” en sus discursos.
De Cantinflas diría en 1964, Charles Chaplin:
“Tú y yo somos los más grandes”.
Y él mismo definió así su personaje:
“Un pobre diablo pero con grandes intenciones y deseos de ayudar, aun cuando sea él quien necesite ayuda”.
Al éxito artístico de Mario Moreno, se unió su iniciativa en los asuntos de negocios. No solo fue el artista exclusivo de la productora mexicana “Posa Films”, sino que formó parte de su directiva. Es entonces que en un gesto de reconocimiento, le ofrece al dibujante “Dux” la oportunidad de reivindicarse. A partir de 1964, Jesús Acosta (Dux) se convierte en el artista gráfico oficial de la compañía productora “Posa Films”, y acomete toda la publicidad de la misma, que incluye tiras cómicas que se publicaron en las revistas y periódicos de la época.Sin embargo, no ocurrió lo mismo con la distribuidora norteamericana “Columbia Pictures” la cual a diez años del fallecimiento de Mario Moreno, entabló pleito con sus herederos.
Según la prensa de la época: Un diabólico fallo en Los Ángeles privó a su hijo Mario Moreno Jr., de los derechos de autor por sus cintas: Según el injusto juez del tribunal, el joven Moreno tendría que entregar hasta el último negativo de las treinta y cuatro películas más populares protagonizadas por su padre… Dejándolo como empezó esta historia…
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