En pasados días primaverales se viene celebró en Cuba una jornada por el
55º. Aniversario de la
Agencia Internacional de Noticias Prensa Latina, fundada por
el Che, el 16 de junio de 1959.
Hace cinco años, por esta misma fecha, se narraron anécdotas y
testimonios con motivo del medio siglo de la institución, incluyendo la
presentación de un documental sobre su primer director, el periodista argentino
Jorge Ricardo Masetti, desaparecido en las selvas del norteño departamento
argentino de Salta en 1964, habiendo adoptado entonces el guerrillero nombre de
Comandante Segundo, por “Don Segundo Sombra”, en recordación
a la famosa novela de ambientación gaucha, mientras el Che, herido en combate y
asesinado tras quedar indefenso tres años más tarde en Bolivia, sería identificado
Comandante Fierro, por el “Martín Fierro”, en la epopeya
liberadora de América Latina.
Empecé en Prensa Latina, cariñosamente llamada (PRELA) por nosotros, apenas
a tres meses de su fundación, como dibujante con un proyecto de ofertar
creyones de atletas latinoamericanos para competir con el monopolio de los syndicates
yanquis que promocionaban fundamentalmente a los ases del músculo Made in
USA, pero una vez incorporado a la agencia hice de todo en el Departamento de
Servicios Especiales, por entonces bajo la jefatura de Rodolfo Walsh, internacionalmente
conocido como periodista y escritor de novelas detectivescas, pero sobre todo
como autor de ese testimonio imprescindible en la historia de Nuestra América
titulado “Operación Masacre”.
En aquel departamento hice de todo, desde diseñar e ilustrar el PANORAMA
ECONÓMICO LATINOAMERICANO, su primera publicación periódica, hasta mapas,
croquis, decoraciones y caricaturas. Recuerdo que el primer encargo del
departamento fue copiar a creyón un retrato de Julio Cortázar, tomando de
modelo una foto del periódico “L,Express” por entonces intercambiando
servicios con nuestra agencia. Además, en el documental de Televisión Latina en
el 2009, se presentó la primera caricatura hecha a Masetti cincuenta años antes,
con su inconfundible pipa en la boca, y tal vez la única que se le haya
realizado en vida.
Pido disculpas por tan extensa introducción, pero necesaria para explicar algo que apenas se ha
divulgado y constituye también a mi entender un aporte de la agencia al
humorismo gráfico de nuestro país.
No sé si por casualidad, o porque desde sus inicios nuestra revolución
resultó ser el imán para un nuevo concepto latinoamericanista de la cultura, y el
periodismo en particular.
Aproximadamente a fines de 1960, Masetti me llama a su despacho de la
dirección en el Quinto Piso del edificio del Retiro Médico, en 23 y N, Vedado.
Allí sentado frente a él en una butaca estaba un señor de abundante
cabellera canosa, un tanto grueso que me miraba inquisitivamente tras unas
gafas de aumento, mientras el director me dice:
--Che, Blanquito, aquí tenés un
compatriota y colega que acaba de llegar a Cuba de visita y quiero
presentártelo, es Oscar Conti.
--¿Oscar Conti? —respondí sorprendido--. Entonces usted es el famoso caricaturista Oski, ¿No?
--El mismo que viste y calza, respondió el aludido, extendiéndome la mano amiga.
Enseguida, el director fue al grano:
--Oski ha venido por sus propios medios,
atraído por la
Revolución Cubana y vos serás responsable de ponerlo al día
de la situación del país, de que visite lugares históricos, redacciones y colegas.
En fin, poné todo tu empeño para que quede complacido.
A partir de entonces, me convertí día y noche en la sombra del famosísimo
caricaturista argentino, figura antológica del humorismo gráfico mundial. En
nuestras citas no quedó una sola pregunta, un solo lugar, una sola inquietud
que no fuera satisfecha de inmediato por éste, su pegajoso cicerone.
Recuerdo el impacto que le causó la visita al periódico LA CALLE, donde radicaba la
redacción de EL PITIRRE, la única publicación humorística existente en La Habana por entonces. El entonces
subdirección del vespertino Ernesto Vera se encargó de presentarle a todos y
cada uno de sus colaboradores: Fornés, Chago, Nuez, Posada, Ardión, Fresquito Fresquet,
y Val, a los cuales yo les seguía los pasos, y que venían destacándose ya en un
nuevo concepto del humorismo gráfico cubano.
De otros encuentros surgió más tarde un dúo indisoluble: --Oski y
Cardi--; éste último venía de la publicidad comercial en la firma “Fergo-Arregui”
donde junto a otro “escritorazo”--Héctor Zumbado--había realizado algunas
simpáticas parodias promocionales como aquella pareja del “Jinete Materva y su ayudante
Salutaris”. Creo que fue tremendo acontecimiento la unión de esos dos
genios continentales del humor—uno dibujante argentino y el otro guionista
cubano--quienes breve pero originalmente sentaron cátedra a partir de entonces
en nuestro país.
El medio escogido por ambos para darse a conocer acá fue la revista
BOHEMIA, decana de las publicaciones que en esos momentos de fervor
revolucionario rompía records de venta en toda Cuba.
Aunque breve su paso por el Caribe, Oski dejó profundas huellas de su
genialidad en nuestro país, las estampas costumbristas que brindaba periódicamente
dicha pareja--Oski y Cardi--lograron un éxito inmediato. Ojalá a algún "fan" de Oski se le haya ocurrido coleccionar aquellas periódicas estampas,
pues el éxito fue total, a tal punto que se les invitó a publicar un simpatiquísimo
cuaderno que causó gran impacto, sobre la vivienda en Cuba, a partir de las
nuevas leyes de la
Reforma Urbana. Parecía que el aplatanado Oski se iba a
quedar para siempre entre nosotros; pero no; su natural inquietud artística y
aventurera lo llevó voluntariamente a conocer nuevas tierras, nuevas
experiencias; hasta que años más tarde, la Junta Militar
Argentina lo obligara a hacerlo por la fuerza. Varios años de exilio voluntario
pasó en Italia hasta que sintiéndose enfermo regresara para descansar
eternamente en la tierra que lo vio nacer.
Como homenaje póstumo al artista, el Museo Municipal de Artes
Plásticas “Eduardo Sivori”, y el Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires,
convocó a unos 75 artistas plásticos amigos y admiradores oskianos de 10 países
de todo el mundo a participar en un libro antológico “OSKI”, (Vero artista de Indias).
Firmas como Miguel Rojas Mix, Umberto Eco, Juan Sasturaín, Alexandre Cirici, y
otros tantos escritores se sumaron al tributo dedicándole sendas semblanzas in
memoriam. Por Cuba participamos invitados--Nuez, Val y yo—una de cuyas
caricaturas ahora presentamos a mis queridos vecinos.
Próximamente ofreceremos otros detallas de las actividades que en
estos días se celebraron por el 55º. Aniversario de nuestra querida PRELA.
Qué excelente idea ,pero de lamentable nombre: "Prensa Latina" ; latino suena a imposición cultural. Un nombre heroico, pero entusiasta y provocador, hubiese sido "Prensa Americana".
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