Quién iba a
pensar lo que me ocurriría en los primeros días del mes de junio de 1964,
durante mis balbuceantes pasos iníciales en el periodismo. Han pasado 50 años y
aún me parece increíble. Al grano:
Invitado a
realizar una serie de reportajes jocoso-costumbristas para el semanario PALANTE
en la antigua provincia de Oriente que por entonces se extendía desde Las Tunas
hasta Baracoa, de pronto y sin quererlo, me vi involucrado en lo que hasta
entonces se entendía en la profesión como un palo periodístico.
Además de
pertenecer al staff de semanario, simultaneaba como caricaturista
editorial del periódico EL MUNDO y debía realizar el comentario gráfico del
día. Cuando por alguna razón me ausentaba de la ciudad, el compañero Fresquito
Fresquet me sustituía en la mesa de dibujo de la redacción.
La campaña de
Alfabetización de 1961 fue, si se quiere, una revolución cultural dentro de
otra revolución libertadora. Tres años después aquellos recién alfabetizados,
dispersos por todo el país y fundamentalmente en nuestros campos, debían
continuar sus estudios. Por tanto era necesario formar un ejército de maestros
voluntarios para darles seguimiento a esos felices mortales. ¿Y de dónde mejor
saldrían esos jóvenes profesores, sino de las Brigadas de Alfabetizadores
Voluntarios que habían cumplido con aquella promesa de Fidel de… “QTATA al
cuadrado” ?
Precisamente en
esos días de junio me encontraba tomando notas, haciendo bocetos humorísticos y
tirando fotos a los jóvenes albergados y sus vivencias en el Campamento de
Maestros Voluntarios “Frank País” ubicado en Minas de Frío, cuando para el
asombro de todos, aparece en el horizonte de una soleada mañana primaveral,
aquel helicóptero de las FAR que se posa suavemente en el centro de aquella
improvisada Plaza Cívica.
Del aparato se
bajan varios dirigentes presididos por el entonces Ministro de Educación Dr.
Armando Hart y su esposa, la doctora Haydee Santamaría, fundadora de la Casa de las Américas.
Sin yo saberlo,
se iba a celebrar allí un histórico acontecimiento: La primera asamblea
constitutiva del PURS (Partido Unido de la Revolución Socialista)
entre los más destacados miembros de la Brigada de Maestros Voluntarios con tres o cuatro
años de experiencia en las montañas y popularmente conocidos como “La Vanguardia de las
Vanguardias”.
Desconozco las
causas por las cuales tan importante evento estuvo sin cobertura periodística
nacional, tal vez por lo intrincado del lugar en medio de la Sierra Maestra. Lo
cierto es que, a partir de ese momento, tuve que dejar a un lado las amenas indagaciones
de carácter costumbrista del contingente, para cubrir tan magno evento, y lo
más difícil, hacer llegar la información con la inmediatez necesaria al diario sito
en un céntrico lugar de la
Ciudad de La
Habana.
No recuerdo quien
o quienes me facilitaron tamaña gestión, lo cierto es que la respuesta del
entonces director de EL MUNDO Luis Gómez Vangüemert se correspondió con su experiencia
profesional al darle a la noticia una cobertura insospechada para mi:
Fueron tres
trabajos consecutivos publicados con cinco días de diferencia a partir del 9 de
junio de 1964. El primero de ellos encabezado con la frase “Visitó Minas de
Frío el Ministro de Educación Dr. Hart”, y el subtítulo Se forma una nueva
generación. El último con fecha --domingo 14--presidido por una tira
fotográfica tomada con mi modestísima Zenith de aficionado y el siguiente
cintillo: “Visitaron el Centro Vocacional para Maestros de Minas de Frío el
Ministro Hart y la
Doctora Haydeé Santamaría”.
Debido al mal
estado de esta–casi ilegible copia--a continuación ofrecemos una versión
textual del correspondiente (pie de grabado) como se le decía por entonces: “MINAS
DE FRÍO. (Francisco Blanco). A su llegada al Centro Vocacional para Maestros de
Minas de Frío, la directora de la
Casa de las Américas, doctora Haydee Santamaría, hizo un
recorrido por todas las instalaciones del referido centro. En la primera foto
de la tira gráfica la vemos acompañada del director de ese plantel Mario
Estrada y el Director Provincial de Educación José Nazario González,
contemplando las agrestes montañas de la Sierra, escenario de la gesta heroica
libertadora. Al centro, la doctora Santamaría en los momentos en que expresaba
emotivas palabras durante el acto allí celebrado. Al fondo, el Ministro de
Educación doctor Armando Hart. En la foto de la extrema derecha, una vista
panorámica de la construcción en la Plaza Cívica de Minas
de Frío, con motivo de la visita que a ese centro hicieran la doctora
Santamaría y el doctor Hart." (Hemos subrayado la palabra construcción—evidente
errata-- descubierta ahora, a 50 años de aquel acontecimiento, pues lo correcto
sería leer concentración.
De todo esto que
les cuento, quizá lo más importante desde el punto de vista documental sea
precisamente esa secuencia gráfica pues se correspondía—según testigos—con la
presencia física de la querida Haydeé, en la Sierra Maestra
desde su desmovilización del Ejército Rebelde cinco años atrás.
Lo cierto es que,
en una de esas imágenes, Haydee se detiene un largo rato contemplando las
montañas del entorno, lo que me permitió tomar la instantánea donde su mirada
se pierde embelesada en el infinito de sus recuerdos.
Algo sucedido
años después le da características especiales a este acontecimiento: Yo era un
simple aficionado que utilizaba mi modesta camarita para apoyar cualquier
comentario humorístico, por lo tanto, no sabía ni podía procesar las imágenes
en el cuarto oscuro. El rollo fotográfico fue enviado directamente al
laboratorio del diario en La Habana
y las instantáneas publicadas entonces, se archivaron en la fototeca de EL
MUNDO, por tanto en mi poder sólo quedarían más tarde los recortes de los
ejemplares impresos de aquellas tres ediciones. Lo peor es que gran parte del
edificio que ocupaba el periódico en Águila y Virtudes fue pasto de las llamas
en el mes de febrero de 1969, acontecimiento descrito en este mismo blog con
fecha (26-4-2012) bajo el título de ”Vida pasión y muerte de EL MUNDO” por tanto, no quedaba prueba testifical de aquel “involuntario palo
periodístico” y peor aún, constancia de dichas copias fotográficas o sus
negativos.
El implacable
Dios Cronos, las pésimas condiciones de almacenaje personal mío y las
preferencias alimentarias de las polillas por ese suculento papel gaceta,
dejaron muy pocos testimonios reciclables con medio siglo de antigüedad, y
precaria “conservación”. Una reciente mudada me dio acceso a lo poco legible y
elegible de dichos amarillentos recuerdos.
Pensé entonces
que tal vez pudiésemos mejorar dichas copias con los recursos a mi alcance, y
ofrecer al compañero Roberto Fernández Retamar--condiscípulo mío en el antiguo
Instituto de La Víbora
y actualmente director de la Casa
de las Américas—facsímiles digitalizados de tan valiosa documentación
precisamente a 50 años exactos de aquel suceso. Por tanto me dirigí a la Biblioteca Nacional
”José Martí” y con posterioridad al Instituto de Literatura y Lingüística con
la finalidad de conseguir mejores imágenes que las existentes en mi poder.
Como habrán
podido suponer, la fecha conmemorativa ya pasó, pero mis angustias no, y pongo
por testigos a los compañeros de dichas instituciones, el compañero Eduardo
(Eddy) Rodríguez, jefe de la
Sala Circulante en la primera de ellas y a la propia directora
del Instituto de Literatura y Lingüística, Nuria Gregory, quien se ocupó
personalmente de investigar el enigma de aquella edición de EL MUNDO con fecha
14 de junio de 1964, cuya tira fotográfica que yo conservé, no aparece en las
colecciones conservadas en los archivos de ambas hemerotecas..
Si observan bien
estos facsímiles, se debe a la gestión de la Dra. Gregory, quien
nos permitió escanear mis viejas copias y “mejorarlas” gracias al equipo
digitalizador del Instituto de Literatura y Lingüística, sito en la
Avenida Salvador Allende.
Gracias a todos
ellos por proporcionarnos las “deficientes” pero testimoniales imágenes tomadas
hace cincuenta años durante aquel contacto con La Vanguardia de la Vanguardias. Aquí
comienza el segundo episodio de este enigma que, aunque parezca exagerado,
pudiera llamarse también “Los misterios de Minas de Frío”. Donde les prometo a
mis atentos vecinos la reproducción del trabajo humorístico-costumbrista realizado
in situ solo días después, con fecha, jueves 25 de junio de 1964 para el
semanario PALANTE bajo el título de “Esto es vocacional no vacacional”.
¡CLARO… SI LA TRAZA NOS LO PERMITE!
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