Acabamos
de recibir un comentario desde el exterior que merece la atención. Dice así:
Estimado señor Blanco: He leído
con mucho interés su fascinante crónica “Todo
es secreto hasta un día’’, sobre la bitácora de su descubrimiento del autor
de los muñequitos “La Pandilla del País’’.
Llegué a esa crónica navegando en internet en busca de información de Salvador
Cancio Peña, quien se me cruzó en otra historia que seguía de Cuba, la del
legendario Alberto Bayo, el cubano español veterano de la Guerra Civil Española
que entrenó a los rebeldes del 26 de Julio en México. Bayo dice en su libro “Mi aporte a la revolución cubana’’ que conoció a Fidel Castro en Cuba
gracias a que se lo presentó Cancio Peña. Y cito: “Nuestro gran héroe, estrella hoy día de América y faro de los hombres
libres del Mundo, fue a buscarme en México a mi casa de Avenida Country Club
No. 67, acompañado del común amigo Saviur Cancio Peña que fue el que nos
presentó, honor que me tiene lleno de orgullo, al ver que el mejor guerrillero
del orbe, creyó en mí, me buscó, escuchó y utilizó’’.
Acudo a su curiosidad histórica
para preguntarle: ¿Cómo llega Cancio Peña al entorno del joven rebelde Fidel
Castro?. ¿Cómo un personaje que la enciclopedia que usted cita describe como un
agente de la época de la “Prohibición’’-–Ley Seca--de Estados Unidos
termina presentando a Castro con el hombre responsable del entrenamiento de los
rebeldes?
Debía haberme presentado al
principio, pero la grata sorpresa de esta historia tenía prioridad. Mi nombre
es Gerardo Reyes Copello. Soy periodista colombiano, vivo en Miami hace muchos
años y me encanta la historia de Cuba. Espero que la comprensible desconfianza
que despierta cualquier mensaje que salga de Miami hacia la isla no lo desanime
para darme cualquier respuesta que a bien tenga. Mi interés es histórico y
posiblemente cinematográfico. Saludos. Y firma: Gerardo Reyes Copello. Miami…”
RESPUESTA:
Estimado
colega colombiano, agradezco sus palabras de estímulo y correspondo con esta
limitadísima explicación: Soy un historietista y dibujante humorístico
autodidacta, pero con una larga trayectoria en el periodismo y bastante curioso
en lo que respecta a nuestras raíces. Es por ello que, a ratos este blog
personal se nutre de historias curiosas. Recuerdo que de niño me atraían las
historietas yanquis-–comics--que publicaban en colores la prensa nacional como
“royalties” y algunos breves intentos autóctonos por ofrecer en blanco y negro temas
nacionales—sobre todo de carácter costumbrista—como aquella “Pandilla
de el País” que terminó llamándose “La pandilla de Saviur” como la
conocí yo por los años treinta o cuarenta del pasado siglo. En estos avatares
llegó a mis manos la obra de Miguel A. Bonera Miranda “Diccionario Temático
del Comic Cubano” (Premio DADOR del Centro Cultural Dulce María Loynaz,
2007) y creí que sería interesante reproducir lo allí descubierto.
El
vínculo entre el mentado Salvador Cancio Bello--quien firmaba sus obras como
Saviur--y el combatiente antifascista Alberto Bayo, lo desconocía hasta que ahora
usted abordara dicha amistad.
Sólo
agregaría que con posterioridad a la publicación del trabajo señalado “Todo es secreto hasta un día” leí en la compilación “Ojeada al cine cubano” de
Pedro R. Noa Romero sobre los trabajos del maestro José Manuel Valdés
Rodríguez, (Ediciones ICAIC, 2010) algo vinculado con la información anterior.
En el libro hay un capítulo dedicado a Ramón Peón. uno de los fundadores del
cine silente cubano con “La Vírgen de la Caridad” en 1930—el
mismo año en que yo nací—quien tejió una cadena de filmes sonoros con temas
costumbristas y musicales hasta “El romance del palmar” de 1938,
protagonizado por Rita Montaner.
Según Valdés
Rodríguez, el director Ramón Peón pasó entonces al cine mexicano, donde tejió
no pocos éxitos hasta que trece años después regresa nuestro país para reincorporarse
a la producción nacional y es curioso que nuevamente dependa de Rita Montaner como
principal protagonista en las películas “La Renegada” 1951 y “La
única” de 1952. Entre una y otra filma Peón “Honor
y gloria” (La vida de Roberto Ortiz) protagonizada por el propio
jonronero del Club Almendares, más conocido como el gigante del Central Senado.
Todo esto viene en apoyo a la tesis de que el prolífico director de cine cubano
durante su estancia en el país azteca hizo amistad con nuestro enigmático
personaje de historietas (Saviur). Pues fue su asistente de dirección en esas
tres producciones cubanas de los años cincuenta.
Hasta
aquí lo que puedo aclarar sobre los vínculos que pudiera existir entre dicho
dibujante y cineasta con el combatiente español que entrenó militarmente en
México a la guerrilla de Fidel y del 26 de Julio, Invictos hasta el día de hoy,
cuando nuestro Comandante en Jefe cumple sus 88 años de edad, lo que aprovecho
para enviarle una vez mas… ¡MUCHAS FELICIDADES!
No hay comentarios:
Publicar un comentario