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21 mar 2015

QUIEREME MUCHO (SEGUNDA PARTE)




Dicen que segundas partes nunca fueron buenas. En este caso hagamos una excepción: Recientemente en el semanario ORBE, bajo el acápite de Historia de los Clásicos, el colega Charlie Morales utiliza ese mismo título “Quiéreme mucho”, referido al inmortal bolero que cumple cien años y las supuestas motivaciones de quien lo originó.
Textualmente nos dice: “…Compuesto por el cubano Gonzalo Roig y estrenado por el teatro Alhambra en 1915 en la obra El servicio militar obligatorio con letra de Ramón Gollury y Agustín Rodríguez. (…) Como dúo del sainete, Blanca Becerra y Rafael Llorens la estrenaron aquel año y como obra independiente se escuchó por primera vez en 1917, interpretada en vivo por el tenor cubano Mariano Menéndez. Su primera grabación corrió a cargo del afamado tenor italiano Tito Schipa para los discos RCA Víctor que le dieron difusión mundial…” 
Pero ahí no termina el asunto, según esa enciclopedia viviente que es el maestro Ciro Bianchi, la pieza originalmente a dos manos entre Roig y otro sainetero del Martí de apellido Rodríguez—tal vez el famoso Agustín--se tituló “Serenata criolla” pero bajo el seudónimo de Roger de Lauria.
Algunos cuentan que por entonces a los autores se les pagaba míseramente y Gonzalo Roig vendió la composición por tres pesos. Otros que Quiéreme mucho nació del amor prohibido entre Roig-–ya casado--y la actriz Blanquita Becerra. Ciro interviene de nuevo para aclarar que:
“…Cansados ambos de ser víctimas de chismes y prejuicios sociales, hicieron un pacto suicida en el bar Partagás, de Prado y Neptuno. (…) La idea era salir, dirigirse al teatro Nacional en Prado y San Rafael y lanzarse desde lo alto de la tertulia, trágica y teatralmente. Pero, caminando hacia la muerte, un borracho le tocó el trasero a Blanquita y Roig defendió su honra a bastonazos. La policía se llevó a los tres y cuando el capitán de la estación preguntó si presentaría cargos contra el curda Roig expresó sonriendo: --¿Acusarlo? No hombre, no. ¡Si este tipo acaba de salvarnos la vida…! 
Hasta aquí esta anécdota digna del mejor de los sainetes y que culmina con una frase de Charly que yo también comparto: --Si no fue verdad, merecía serlo. 
Una vez más nos hemos visto obligados a “fusilar” al colega Bianchi, pero esta vez para apoyar otro misterioso y simpático enredo de amor con final de comedia que envolvió de nuevo a la familia Gonzalo Roig, pero cincuenta años más tarde y que titulé en este blog “Quiéreme mucho” en esa ocasión protagonizado también en Cuba, pero por su hija Matilde y su galán--un famoso caricaturista cubano--Fresquito Fresquet.
Para aquellos que sin acudir al texto homónimo nuestro de 2011 aún lo pongan en duda, les remito a otro material alusivo al hecho y publicado también en este mismo espacio en mayo del pasado año con el título de “Imágenes millonarias”, donde pongo en manos del Historiador de la Ciudad de La Habana, el Dr. Eusebio Leal, las fuentes documentales de estos hechos. Todo este enredo amoroso lo traigo a colación en pago a la deuda contraída con ustedes el pasado 14 de febrero, Día de los Enamorados, en que me fui sin bola.
Si lo dudan aún, los invito a vincularse con ambas propuestas: Quiére memucho del (4-8-2011) e Imágenes millonarias en el (18-5-2014). ¡Que les aproveche!

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