Lo
prometido es deuda: Cumpliendo lo anunciado en la edición anterior con motivo
del 50º. Aniversario de MAR Y PESCA, ofrecemos un trabajo relacionado con
cierto personaje histórico de frecuente protagonismo en sus páginas. Se trata
del escritor Julio Verne, reconocido por muchos como el Padre de la
Ciencia-Ficción.
En
mi modesta opinión, eso no es exactamente cierto, pues revisando por casualidad
una colección a mi alcance con 28 novelas de su extensa obra literaria, no
encontré vestigio alguno de ficción: Es decir, ni seres fantásticos, dragones
alados, colosales monstruos, o bestias mutantes y mucho menos guerras
galácticas ni otras ficciones tan recurrentes en los autores de su época,
magnificados hoy día por la industria del catastrofismo y el “entretenimiento”.
He
aquí la lista –casi la mitad de sus obras--que en su momento y con mucha más
objetividad se dio en llamar NOVELAS DE ANTICIPACIÓN:
“…Los hijos del capitán Grant; La vuelta al
mundo en 80 días; Miguel Strogoff; Cinco Semanas en Globo; De la Tierra a la
Luna; 20 mil Leguas de Viaje Submarino; La Isla Misteriosa; Dos años de
Vacaciones; Viaje al Centro de la Tierra; Un Capitán de Quince Años; La
Jangada; La Agencia Thompson y Cía; Norte contra Sur; Karabán el Testarudo;
Matías Sandorff; Escuela de Robinsones; La Casa de Vapor; Dueño del Mundo; El
Náufrago del “Cynthia; Familia sin Nombre, Ante la Bandera; La Isla de Hélice;
Los 500 millones de la “Begún”; Los Piratas del “Halifax”; El Testamento de un
Excéntrico; Héctor Servadac; y “Los Amotinados de la “Bounty” también conocida
como (Motín a Bordo)…”
En
ninguno de estos títulos aparecen aliens, científicos desquiciados al estilo
del doctor Frankenstein, o bestias salvajes de las selvas africanas como las
inventadas en aquellos tiempos por el autor checo Jaroslav Hasek, quien amparándose
en seudónimos para firmar sus colaboraciones en las revistas praguenses de la época,
se aprovechaba de la ignorancia existente en el lector europeo sobre el
continente africano para crear falsas especies y monstruosos depredadores. Caso
similar al de su conciudadano Karel Cápek quien sí se apoyó en la
ciencia-ficción para inventar el término robot e incorporarlo a una de sus
noveletas.
La
última entrega de Julio Verne es un buen ejemplo de ello: Titulada “La
Invasión del Mar”, se desarrolla en Túnez y fue realizada por entregas
en 17 capítulos para LE MAGAZIN DE L´EDUCATION ET DE LA RECREATION, con la
particularidad de que no pudo disfrutar el placer de compartir el éxito con sus
lectores, tanto franceses como tunecinos, pues Verne falleció apenas ocho meses
después, en marzo del 1905.
Lo
interesante del caso es que la obra se basaba en dramatizar un proyecto real
donde estaba involucrado el ingeniero Ferdinad de Lesseps, famoso ya por su
participación en los canales de Suez y Panamá respectivamente. El argumento de
la invasión del mar recreaba los esfuerzos por llevar el agua del Mediterráneo
por medio de complicados canales y exclusas a las desérticas tierras del
Sahara, donde no sólo debían vencerse los obstáculos naturales sino el furioso ataque
de tribus salvajes y otros conflictos inventados.
A
115 años exactos de su desaparición física creímos oportuno dedicarle este
modesto homenaje no ya al Padre de la Ciencia-ficción, sino al de la Novela de
Anticipación: El genial Julio Verne.
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