Con
estos mismos perritos frente al árbol de Navidad quisiera comenzar el año
reeditando un trabajo de homenaje a quien por méritos propios se lo había
ganado ya en enero del 2013, pero que cuatro años más tarde, pienso que lo ha
superado con creces. Incluso tuvo la valentía y tal vez hasta la osadía de
pronosticar por entonces en la prensa los 20 mejores caricaturistas cubanos del
siglo XX y que a pesar de esta temeridad, aún está vivo.
Como me incluyó en la lista de esos privilegiados veinteañeros, ahora en reciprocidad con aquella audaz decisión le dedico un nuevo JAPE NIU YEAR 2017.
Más de cuatro siglos de hipocresía colonial en Cuba sobre asuntos tan humanos como el sexo satanizaron el amor, uno de los más profundos sentimientos que pueda percibirse. La vida misma se encargó de poner las cosas en su lugar, ya oficialmente o por detrás de la iglesia. Nuestro mestizaje demuestra que contra natura ningún poder lo vence por muy monárquico, colonialista o inquisidor que se muestre. Que tire la primera piedra quien no haya resbalado con la cáscara del fruto prohibido.
En 1902, la republiquita bananera, mediatizada por cierta intervención foránea-militar y puritana--por más señas—mantuvo el tabú del pecado capital tradicionalmente calificado como fornicación. Sin embargo se dejó abierta una puerta--bien pequeña por cierto--para que entraran los demonios entalcados por el torno de la muy socorrida y Pía Casa de Beneficencia: Eran los frutos del deseo amoroso que se deslizaban por la canalita de la institución y sus consecuencias muy bien gestadas pero indeseadas.
Como me incluyó en la lista de esos privilegiados veinteañeros, ahora en reciprocidad con aquella audaz decisión le dedico un nuevo JAPE NIU YEAR 2017.
Más de cuatro siglos de hipocresía colonial en Cuba sobre asuntos tan humanos como el sexo satanizaron el amor, uno de los más profundos sentimientos que pueda percibirse. La vida misma se encargó de poner las cosas en su lugar, ya oficialmente o por detrás de la iglesia. Nuestro mestizaje demuestra que contra natura ningún poder lo vence por muy monárquico, colonialista o inquisidor que se muestre. Que tire la primera piedra quien no haya resbalado con la cáscara del fruto prohibido.
En 1902, la republiquita bananera, mediatizada por cierta intervención foránea-militar y puritana--por más señas—mantuvo el tabú del pecado capital tradicionalmente calificado como fornicación. Sin embargo se dejó abierta una puerta--bien pequeña por cierto--para que entraran los demonios entalcados por el torno de la muy socorrida y Pía Casa de Beneficencia: Eran los frutos del deseo amoroso que se deslizaban por la canalita de la institución y sus consecuencias muy bien gestadas pero indeseadas.
En esos casos, las “bastardas”
víctimas en pañales tendrían además del habitual talco, un padre virtual. De
ahí los miles de compatriotas que llevaran a cuestas el honroso apellido Valdés
de por vida.
Esta situación duró
hasta la llegada del año 1959, en que al grito de ¡HAPPY NEW YEAR! el pueblo se
botó para la calle y el Comandante en Jefe mandó a parar. Tras el tsunami
revolucionario las aguas fueron cogiendo su nivel; pero quedaban rezagos y el
humorismo revolucionario--sin quererlo--heredó muchos de aquellos extremismos
como los arraigos del machismo, el racismo y otras costumbres calambucas.
Además, el síndrome del choteo, nos persiguió por más tiempo que el deseado; y supervivió a pesar de los pesares: El cubano tenía fama de no llegar o pasarse. Tal vez el teatro haya sido una excepción, dadas sus peculiaridades de pequeño formato y entrada solo para adultos y a veces como en el “Shangai” --heredero del “Alambra”--solo para hombres vestidos. Las mujeres entraban por la puerta de atrás para encuerarse, única manera de exhibirse y salir a escena. Lo cierto es que el humor erótico, el chiste cruel, y otras exageraciones de lo cómico, se vieron limitados en algunos medios de difusión, o a regañadientes; a tal punto que en cierta ocasión se pasaron programas foráneos y televisivos de alto octanaje como “George y Mildred”, o “No toca botón” y sin embargo obras autóctonas de ese corte no pasaban de meros proyectos y morían sepultadas o engavetadas en algún oscuro rincón de la desconfianza.
Además, el síndrome del choteo, nos persiguió por más tiempo que el deseado; y supervivió a pesar de los pesares: El cubano tenía fama de no llegar o pasarse. Tal vez el teatro haya sido una excepción, dadas sus peculiaridades de pequeño formato y entrada solo para adultos y a veces como en el “Shangai” --heredero del “Alambra”--solo para hombres vestidos. Las mujeres entraban por la puerta de atrás para encuerarse, única manera de exhibirse y salir a escena. Lo cierto es que el humor erótico, el chiste cruel, y otras exageraciones de lo cómico, se vieron limitados en algunos medios de difusión, o a regañadientes; a tal punto que en cierta ocasión se pasaron programas foráneos y televisivos de alto octanaje como “George y Mildred”, o “No toca botón” y sin embargo obras autóctonas de ese corte no pasaban de meros proyectos y morían sepultadas o engavetadas en algún oscuro rincón de la desconfianza.
El colega Jorge
Oliver—por entonces en el Canal 6--fue paciente y sufrida víctima de ello. Tal
vez ese sea el origen de su desquite televisivo, con el doble-sentido implícito
en su actual espacio “Cuadro
a Cuadro” donde desnuda algunas tendencias en la
producción rápida y furiosa de héroes o anti-héroes del dibujo animado Made in
USA.
Por suerte no hay mal que dure cien años, ni regulaciones que lo resistan: A mediados de los años 80 del pasado siglo la revista EL CAIMÁN BARBUDO—a instancias de Paquita de Armas y el propio Oliver--propiciaron el debate donde una vez más se abordó críticamente ese género en los medios, pero sobre todo el televisivo, pronosticándole en estado interesante y a punto de parir.
Por suerte no hay mal que dure cien años, ni regulaciones que lo resistan: A mediados de los años 80 del pasado siglo la revista EL CAIMÁN BARBUDO—a instancias de Paquita de Armas y el propio Oliver--propiciaron el debate donde una vez más se abordó críticamente ese género en los medios, pero sobre todo el televisivo, pronosticándole en estado interesante y a punto de parir.
A continuación la lista
aproximada de los invitados a dicha gestación: “…Nuez, Carballido Rey,
Luberta, Miguelito, Urra, Virgilio, Manuel, Tomy, Carlos Ruiz de la Tejera,
Lillo, Posada, Juan Padrón, Blanco, Val, Évora, Felo, Pitín y los compañeros
del Melaíto.
Entre las opiniones captadas al azar reproducimos algunas de ellas:
Entre las opiniones captadas al azar reproducimos algunas de ellas:
ZUMBADO: Hacer humor hoy en día
es mucho más difícil, porque hay diferencias esenciales entre la vieja y la
nueva sociedad. No hay que hacer humor de oposición, el costumbrismo adquiere
otra dimensión que no es precisamente la de antes.
HÉCTOR Quintero: Se mantiene un nivel de gusto, el
humor costumbrista no se rechaza, lo que sucede es que la gente pide algo más,
que se ejerza la crítica, que se reflejen nuestros problemas. Los humoristas
nos autocensuramos mucho; eso por lo menos en mi caso constituye una
limitación; pero no me autocensuro por gusto, yo he sido victima de la mala interpretación
que se hace por la hipersensibilidad de algunos compañeros.
NÚÑEZ
RODRÍGUEZ:
Hablábamos de la hipersensibilidad y Héctor también se refirió a la
autocensura; eso pasa; pero además, los humoristas de la Televisión tenemos que
regirnos por unos lineamientos, lo cual estrecha bastante el marco.
VIRULO: Por otra parte, pienso
que hay un asunto en el que podemos trabajar todos; el humor antiimperialista.
Los gráficos han tratado el tema con éxito, pero el resto nos hemos quedado
rezagados. Yo propongo que nos unamos y trabajemos éste como primer aspecto,
sin dejar de preocuparnos por la situación del humor en la televisión.
Estos han sido solo
algunos ángulos tratados en la edición del CAIMÁN BARBUDO en enero de 1984, lo
cual se extendió a otros muchos humoristas aquí citados y que fueron al bate en
sucesivos innings bajo el título de…”La culpa de todo la tiene el totí…”
Aunque el verdadero
creador jamás queda satisfecho; de algo sirvieron estos diagnósticos pues
pasado algún tiempo se vieron no pocos resultados.
Según Zumbado en esa
misma entrevista dijo: “…En Cuba entre el 75 y 80% de los hogares
cuentan con un televisor. Ese 75% entre 10 millones de habitantes tiene una
potencialidad de 7 millones y medio de espectadores; ése es un gran público…” Cifra respetable, que debe haber
aumentado casi treinta años después, según el actual Censo de Población y
Vivienda.
El Nuevo Milenio nos
trajo un movimiento liberador de signo preservativo que condonaba nuestra
deuda-externa de lo que en otras latitudes llamaron: El destape, no el condón.
Entre las cosas más significativas
anotamos la incorporación a la temática en PALANTE de la “Página picantica”,
siguiéndole los pasos en ese doble sentido al precoz MELAÍTO villareño, o a los
arrestos juveniles del DDT.
Pero sobre todo,
debemos destacar el surgimiento de un nuevo espacio humorístico que se nos coló
en el hogar a través de la pequeña pantalla. El humorístico “Punto
G” el cual abordó temas hasta entonces escabrosos con tal finura y buen
gusto que pronto ganó el respeto de los programadores y la simpatía de los
televidentes a nivel nacional.
Claro, nada es eterno y
los temas se agotan, los autores se cansan, los gustos varían, hasta que con
los años y las canas surge la impotencia… Pero de que la dialéctica sentó un
precedente en ese sentido, nadie lo puede negar.
Punto y aparte para su
equipo de realización: Empecemos por nuestro colega del DDT: Jorge Alberto
Piñero Estrada (JAPE) quien participó junto con el guionista Carlos Torrens, Carlos
Fundora y Ariadna González, y Miguel Brito como segundo al mando en la dirección
de la tropa.
En cuanto a JAPE, nacido
el 5 de octubre de 1964 en Maternidad Obrera de Marianao. Se había consagrado
antes formando parte del grupo NOS Y OTROS, pero ya por entonces era un
imprescindible redactor dedetiano, y sin renunciar a esta condición gremial,
echó la rodilla en tierra, perdón--en el set---a favor de nuevos proyectos como
el Centro Promotor del Humor, el Premio Aquelarre, o su trabajo como libretista
en otros espacios como “El
cabaret de enfrente”.
En el mes de mayo del
2012, durante el horario estelar de la Tele comenzó un oportuno programa
titulado “Por cuenta propia” que prometía nuevos éxitos, tanto por la
temática costumbrista y cuentapropista de actualidad, como por la calidad de
las parodias que chorreaban guarapo del timbiriche de Tony Ávila, o de un
Pagola la Paga que no le debe un quilo a nadie, y un elenco de lujo, entre
ellos el ya retirado Cabo Pantera.
Pero sobre todo porque
al frente del mismo, batuta en mano estaba poniéndole música el maestro JAPE. El
proyecto se mantuvo semanalmente durante la programación de verano compitiendo
con otros espacios ya establecidos como”Deja que yo te cuente” o “Vivir
del cuento”.
Poco después, con el nuevo
curso escolar el programa se fue del aire como una chiringa de vacaciones; resultó
pues que --Por cuenta propia tenía vida limitada--como aún se dice en el
argot ante proyectos no perdurables. Por suerte los otros dos espacios se
mantienen aún vigentes los domingos y los lunes.
A cuatro años vista de
esa medida, el desarrollo cuentapropista ha tenido sus ventajas y sus
desaciertos, sobre todo en el--enriquecimiento desmedido de intermediarios
inescrupulosos--como el subrayado es nuestro, aquí los dejo, para que
imitando al colega Taladrid en “Pasaje a lo desconocido” saque
usted sus propias conclusiones.
Por tanto en este mes de enero les deseo de nuevo a mis pacientes e impacientes vecinos: ¡UN FELIZ JAPE NIÚ YIAR 2017!
Por tanto en este mes de enero les deseo de nuevo a mis pacientes e impacientes vecinos: ¡UN FELIZ JAPE NIÚ YIAR 2017!
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