Así
titulamos el libro de Waldomiro C. S. Vergueiro, ilustrado a dos manos por mi
hijo Francisco P. Blanco Hernández y este humilde servidor en 2004 para la
Editorial Pablo de la Torriente de la UPEC.
Aunque
el tema haya sido tratado antes, ofrecemos aquí la portada del mismo, donde
aparece a todo color mi caricatura del simpático y barbudo profesor de la
Universidad de Sao Paulo Waldomiro S. Vergueiro, Doctor en Ciencias de la
Comunicación y especialista en Biblioteconomía, y Estudio de la Historieta--para
nosotros simplemente--Waldomiro.
En
1959, coincidiendo con el triunfo de nuestra Revolución, en Brasil se dictaba
una ley que obligaba a las casas editoras de historietas a dedicar—por lo
menos.---el 50% de sus ofertas a la producción nacional de historias en quadriños
para emular en los estanquillos con la desleal competencia del comic Made in
USA traducidos al resto del mundo en sus respectivos idiomas.
Por
entonces la Editorial O CRUZEIRO inició
la publicación de la revista “Pereré, de
un solo pie” publicada por el caricaturista Ziraldo Alves Pinto, basado en
el folklórico personaje nacional. Aunque la revista que tomó este nombre duró
solo cuatro años hasta 1964, ninguna otra—ni antes ni después—logró tamaña
popularidad.
Al
poco tiempo de aquello, tuvimos el placer y el honor de conocer al autor en
persona cuando--invitado por la Casa de las Américas—exhibió en su sede de La
Habana una exposición que incluía no solo sus populares historietas, sino
también afiches y otras manifestaciones de la gráfica carioca.
A
Waldomiro lo conocimos años después, durante el Primer Encuentro de
Historietistas de La Habana, convocado por la propia editora de la UPEC en
1990.
Como
consecuencia de aquel evento, un año más tarde fue nuestro anfitrión en la
Primera Bienal Internacional de Historia em Quadriños celebrada en Río de
Janeiro, donde se le rendía homenaje a tres grandes del género en el mundo: Will
Eisner de Estados Unidos, Moebius de Francia y Sergio Bonelli,
de Italia.
El
colega Orestes Suárez y yo Francisco Blanco Ávila, fuimos escogidos para
participar representando a Cuba. Lamentablemente, el vuelo con escala en
Caracas, se retrasó y llegamos días después, cuando esos tres grandes maestros
del comic mundial, se habían retirado por compromisos de trabajo.
Aún
así, la experiencia fue extraordinaria, sobre todo porque anfitriones como el
propio Waldomiro y Ziraldo Alves Pinto, personalmente se ocuparon de nosotros.
Estos hechos han sido descritos en otros trabajos de este blog como: "Aclaraciones oportunas” y “Porcina La Inolvidable”
Recuerdo
que la obra allí expuesta del compatriota Orestes Suárez—especializada más en
tiras de aventuras que en humorismo—fue altamente apreciada y a partir de aquel
encuentro viene trabajando para Bonelli y otros editores italianos con
personajes como “Tex” basado la
temática del Far West.
En
lo que corresponde a mi obra, el diario HORA DO POVO se interesó por distribuir
la tira cómica “¡Ay, Vecino!” logrando
que durante todo 1991, mis personajes--el gordo y el flaco--se expresaran allí en
portugués, a tal punto que ni yo los entendí al recibir copias del periódico en
Cuba.
Han
transcurrido 27 años de aquella aventura carioca. Inesperadamente el pasado 5
de octubre recibimos la agradable sorpresa de que el querido Waldomiro—de
vacaciones en Varadero—se tomara el trabajo de pasar por La Habana para dar una
agradable sorpresa a sus hermanos cubanos.
Del
brazo del colega Orestes como guía, el destacado profesor paulista se presentó
en mi hogar de Santos Suárez, y como de costumbre el encuentro --aunque breve--estuvo
lleno de gratos recuerdos y otras tantas mentiras piadosas sobre todo al
comentar el desenlace de la reciente telenovela carioca. Como constancia
presentamos esta fotográfica tomada entonces, al recibirlos--en compañía de mi
hijo Blanquito—también conocido dibujante.
Al
final Waldomiro dejó--su fina estampa—en la dedicatoria al “Panorama das histórias em Quadriños” el
último libro de su autoría, fechado en 2017, donde deja constancia de una
extensa y exitosa carrera universitaria, pero sobretodo de sus desvelados
esfuerzos por investigar y dar a conocer la rica historia del comic brasileño y
universal…
¿Quién
nos iba a decir en ese momento que, solo unos días después--tal vez ya de
regreso a su querido Sao Paulo--estas relaciones basadas en el amor entre
nuestros pueblos se verían empañadas por el odio y la humillación?
Me
explico: La campaña
presidencial en Brasil del reaccionario Jair Bolsonaro, entre otras
irregularidades se caracterizó por negarse a participar en los debates
presidenciales frente a su rival Fernando Haddad del PT, mientras él basaba la
suya en una ola de reaccionarios fake-news. Pero al darse a conocer el pasado
lunes 29 de octubre el resultado del balotaje a favor suyo, el ex-militar y candidato
ultraderechista Bolsonaro, se quitó de inmediato la careta demócrata-representativa
para regresar a los tiempos del Plan Cóndor.
Émulo
de su par estadounidense Donald Trump, no tuvo siquiera la paciencia de esperar
por la banda presidencial programada para enero del 2019, y anunció de
inmediato la represión a los Movimiento Sin Tierra y Sin Techo. Limitar la
presencia de periodistas considerados conflictivos a sus conferencias, excluir
a mujeres y afro brasileños en su equipo de trabajo, pero algo mucho peor:
Extralimitarse en tomar medidas previas a su investidura contra Cuba y su ” Programa más médicos”.
Pero
se equivocó de nuevo: En los últimos cinco años 20 mil médicos cubanos
atendieron a 113 millones de pacientes brasileños que no recibían atención
facultativa, cerca de 700 municipios tuvieron por primera vez un especialista
en la salud y dicho personal garantizó la atención básica a 1100 municipios,
pero sobre todo en las regiones más apartadas del país donde nunca hubo un
galeno.
Ya
nuestros médicos han venido regresando de dicha misión y recibido el abrazo de
la patria agradecida. Pero seguirán predicando con su ejemplo, como inspiración
a nuevos facultativos, donde quiera que se reclame nuestra ayuda.
Mucho
se ha dicho en este mes sobre la difícil situación creada por este politicastro
transgresor de la paz y la salud de su propio pueblo. Pero para nosotros, que sentimos
como hermanos a ese MEU BRASIL MIO. Volvemos a las enseñanzas del Maestro cuando
dijo: “…Más valen trincheras de ideas
que trincheras de piedras...”
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