Disculpen
por la constante retrospectiva de mi obra. Esto se debe al advenimiento de un
nuevo año, perdón—siglo de nuestra capital—pero no quisiera pasar por alto
algunos recuerdos de mi niñez, allá por los años 30 del pasado siglo, en que mi
ídolo radial era el detective chino Chan Li Po, mientras en los cines de barrio
se popularizaban las películas mexicanas, sobre todo para la gran mayoría de
los espectadores con dificultades para la lectura de los subtítulos en español imprescindibles
en los filmes yanquis.
De
ahí su gran popularidad, no solo por esas características idiomáticas, sino también
porque la producción nacional todavía andaba en pañales y gateaba gracias a los
juegos malabares de algunos empresarios como Santos y Artigas. He aquí el recuerdo
de algunas de aquellas películas:
1)
¡Allá en Rancho Grande!
En dicho film se
materializaba ese lamentable destino manifiesto y geográfico de… “¡Tan lejos de Dios y tan cerca de los
Estados Unidos!” con la única ventaja de que entre ambos existía una
barrera, natural tan Brava, que había que cruzarla a nado.
Esto cambió para
peor bajo la consigna de “Remember el Álamo”
a mediados del siglo XVII, cuando
los texanos se apoderaron de la mitad del territorio azteca bajo el lema
esclavista de “América para los americanos” léase estadounidenses, y si era así
para todo el subcontinente, ¿qué dejaríamos para Cuba?
2) La Perla.
2) La Perla.
Eso mismo era
nuestro territorio para la metrópoli española: “Una perla acabada de descubrir en las aguas del Mar Caribe”,
de ahí el real y borbónico calificativo de la siempre ¡FIEL ISLA DE CUBA!,
ignorando su condición de archipiélago--y peor aún--eran tan burros que nos
limitaran a la ciudad de la Havana--¡Así con V!--pues además de la
ortografía, había otra falla geográfica que abarcaba el resto del país,
incluyendo las seis villas fundadas a lo largo de la costa sur,
convirtiéndose en pasto de piratas y bucaneros.
Ese error se
mantuvo vigente por más de dos siglos, ya que hasta los cultísimos ingleses, al
invadirnos y ocuparnos en 1762, se limitaron solo a la capital. En venganza, el
choteo criollo bautizó la hazaña como “La
hora de los mameyes” en alusión
a las casacas rojas de los ingleses.
3).
¡Qué Dios te lo pague!
Aprovecho esta
versión cinematográfica para, sin salir de nuestro país tras nuestras guerras
de independencia, recordar aquel
funesto “Tratado de París” entre Estados Unidos y España, donde nuestra
soberanía quedó cercenada y coja por una Resolución que tomó el nombre de
“Enmierda Platt—perdón por la ortografía—sin embargo, ellos jamás se han
disculpado por algo peor… Quedarse por la fuerza con la Base Naval de
Guantánamo sin base jurídica alguna. La felonía en vez de atenuarse
abrió nuevas heridas al punto de que aún hoy se le continúe llamando embargo
a un simple bloqueo y la mentada madre—perdón base--siga en manos
yanquis a pesar de los CINCO PUNTOS reclamados por Fidel tras la crisis de los
misiles.
4)
Por vivir en quinto patio.
Aunque parezca una
comedia. El hecho de que ni en México, donde se filmó, ni Cuba, ni Centro o
Suramérica entera que la disfrutaron, tienen la culpa de vivir en este patio
trasero del Tío Sam—tan egoísta y narcisista—que nos oprime, y desprecia.
La película se
desarrolla en un subdesarrollado edificio multifamiliar, tan pobre que sus
inquilinos deben hacer sus necesidades en un baño común, y lavar la ropa
también colectivamente. En Cuba tomaron el vulgar nombre de solar--así a secas—para
distinguirlos de esos otros espacios citadinos conocidos como solares yermos. En
el cine mexicano--Cantinflas y Tin Tan—entre otros famosos pícaros que vivían
del cuento, lograron su fama y popularidad por habitar en esos espacios
pobres del D.F. capitalino.
5)
¡No me defiendas compadre!
Ese es el título de
este lamentable film que parte de su propio argumento, pues en vez de comedia se
ha convertido en una verdadera tragedia continental, ya que la trama al
desarrollarse en la OEA (Organismo de
Entretenimientos Asociados), un taller
de confecciones para complacer lacayos donde se valora más el talle personal, que
el vestir colectivo, con el fin de dividirnos, resultando un fracaso
permanente.
El dueño de la OEA es
ese mismo tío del Norte revuelto y brutal, por tanto sus resultados son tan
nefastos que pueden calificarse de grises con pespuntes negros, pues durante
años no ha podido mantener la disciplina interna de sus subordinados, a pesar
de contar con un servil monigote al frente, que trata de imponer el orden
mediante la sumisión y el engaño. Si lacayuna es su actuación al frente de
dicha OEA, peor son los almagros resultados de tanta esclavitud.
6)
¡México lindo y querido!
Hemos dejado este
título para el final, pues no se trata de un recuento de películas pasadas sino
de un estreno reciente, mucho más espectacular que una simple oferta cinematográfica,
pues abarca no solo los éxitos de taquilla y la alegría de sus mejores
exponentes culturales, sino la materialización de antiguos sueños de libertad y
la lucha permanente de todo un pueblo por su conquista definitiva. Para ello
había que tener también presente los fracasos anteriores, a pesar de los múltiples
y denodados esfuerzos por hacer felices a nuestros sufridos pueblos americanos.
Mientras en Cuba se
celebraba el “40º. Aniversario del Festival del Nuevo Cine
Latinoamericano”, otro fenómeno mucho más importante y real se venía
desarrollando en la hermana tierra mexicana. Pues coincidiendo con el fenómeno
migratorio centroamericano, cuya única salida era atravesar su territorio en
busca del “Sueño Americano”, se daba a conocer el resultado de sus últimas
elecciones generales.
¡Tremendo éxito de
taquilla, dirían los cinéfilos con el estreno de esas dos grandes sorpresas:
¡La nueva oferta
política MORENA (Movimiento de
Regeneración Nacional) y su popular protagonista convertido por amplia mayoría
del pueblo en su nuevo Presidente Constitucional AMLO (Andrés Manuel López Obrador).
A tono con estas
nuevas tecnologías de la información, al tomar posesión del cargo AMLO, se
distanciaba del rígido protocolo y --en vez de un discurso, nos regaló dos: --Uno
oficial en el Parlamento, y otro frente al pueblo reunido en el Zócalo del D.F.--
Si original fue
esta duplicidad, más importante aún fueron sus contenidos, que anunciaban una
nueva era para los sufridos pueblos de Nuestra América y de México en
particular.
No quiero
extenderme en los contenidos de su programa de gobierno pues entre otros temas
argumentales anoté… La lucha frontal contra la corrupción generalizada, sancionar
al robo con fuerza y sin ella, perseguir la falsificación de documentos y la
evasión fiscal, eliminar el fraude electoral, la portación de armas de fuego y
el narcotráfico; en fin: Un ambicioso proyecto para combatir la violencia, las
drogas, y los fraudes… ¡El que pida más es un exagerado!
Como
una bocanada de aire fresco se despide el año con el arribo a la Presidencia de
México de alguien que aunque peine canas, derrocha optimismo y juventud en un
mundo cada vez más caótico, caracterizado por las guerras, el terrorismo, la
corrupción y otros dramas cinematográficos más cercanos a Hollywood que a las
seis ofertas cinematográficas mexicanas que acabamos de ofrecerles.
¡Muchos
éxitos futuros al dúo AMLO y MORENA para un próspero y feliz Año Nuevo 2019. FIN
DEL FILM.
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