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11 feb 2016

EN POCAS PALABRAS


a) EN DEFENSA DEL IDIOMA
Un trabajo que publicamos hace años en este mismo blog bajo el título de “La W se impone” toma mayor vigencia en estos tiempos de MP3, Wi-Fi y otras linduras de la era digital. A tal punto que a comienzos de este 2016, me tomo la libertad de recordarlo a mis vecinos digitales para reafirmar este terrorismo mediático: Especie de Tercera Guerra Mundial contra Nuestro Idioma.
La humanidad marcha a pasos agigantados hacia el desarrollo. Primero a pie, después en coche, hasta la invención del automóvil hace más de cien años. La tapa al pomo se la puso un alemán que mientras el resto de los fabricantes hacían cada vez carros más grandes, lujosos y caros, logró una cucaracha con ruedas a la que le puso como marca “VW”.
La minoría opulenta se reía del invento, pero los menos ricos--que eran los más--se viraron para la cosa. Por entonces yo ni siquiera andaba en VeDobleVe, sino--en Ve Doble Pie-–como se diría en español ahora igual que antes--en la guagua de San Fernando, un rato a pie y otro caminando.
Estas reflexiones vienen al caso, por las innovaciones que a diario se le imponen por dentro y desde afuera a nuestro paciente idioma, argumentando cambios a tono con los tiempos. Pero, mucho peor, invadiéndonos con una letra que tampoco nos pertenece porque nos viene del American Wuey of Life.
Tal vez a algunos no les caiga bien esa W sajona atravesada en nuestro camino. Castizo. Bien, ¿Y por qué tenemos que comernos esa W chatarra con papas fritas de la McDonald?
Reconozco que sufriéramos un pésimo presidente conocido como Mr. W, hace apenas una década o que hubo un dictador-pirata en la América Central que respondiera por WW, o sea William Walker --aún más--acepto de buena gana esta triple W, del World Wide Wave, que si no sabemos navegar por internet, nos hará naufragar en las olas del WWW.
Lo que me preocupa aquí, en Cubita la Bella, es el uso creciente de términos foráneos que, tal vez al principio resultan originales, pero que por el abuso se convierten a caballo del facilismo, en todo lo contrario. Donde más he notado esto es en la publicidad y los espectáculos.
Que un grupo musical se llame “Warapo” pasa, ¡pero cuidado! Recordemos que ese jugo es de caña, no de wayaba, ni de wanábana, porque corremos el riesgo de perder nuestras raíces aunque toquen un wawancó en los wateques campesinos y sus intérpretes se vistan con wayaberas de warandol de hilo. O lo que es iwal, que en aras del postmodernismo, maltratemos nuestra lenwa.
Me preocupa que esto ocurra. Es más, no me gusta, pero me awanto. Tal vez algunos me crean wanajo, pero siempre estoy en wardia para que no me formen awaje.
Los que crean que en términos mercantiles eso venda, tal vez estén en lo cierto. Los necios como Silvio y yo no pensamos igual: No tendré wano, pero soy wapo. Allá los watacas que no montan en wawa y piensan salir de Watemala sin saber que entran en Watepeor.
No seas wey y apréndete esta waracha: “Dile a Catalina que te compre un wayo, que la yuca se me está secando”. Por mi parte sigo cantando la Wajira Wuantanamera en mi Wira de Melena querida.
 ¡Hasta aquí la muela y sigo warachando!
¿Ven cómo eso se pega?
--¡Wajiro, ponme otro awardiente!

b)  NO ESTÁ EN EL MAPA, PERO EXISTE
En estos días iníciales de febrero se celebró cierta regata de veleros entre Key West y nuestro país en cuatro etapas con metas en Varadero y el puerto de La Habana. Con ella se reanudaron nuestros intercambios competitivos con Estados Unidos en el campo de la navegación deportiva.
Lo curioso es el título que se le ha dado a dicha competencia: “Copa República de la Concha”. ya que si buscamos dicho país en el mapa, seguro que no lo hallaremos, ni siquiera con aquella lupa gigante tan hábilmente utilizada por el colega Alexis Schlachter a partir de sus curiosidades geográficas en la prensa de antaño.
Lo cierto es que tal república existe, pues tiene bandera, escudo, pasaporte y hasta un presidente que descubrimos por casualidad en nuestra breve visita a dicho cayo en la primavera de 2011.
Al ser invitado por mi hijo a visitar a Cayo Hueso en el archipiélago al suroeste de la Florida, tuvimos una parada en cierto restaurante--tal vez el más cercano a nuestro país--con ofertas marineras a orillas del mar, en el cual la mayor sorpresa no serían los platos a degustar, sino aquellos raros portavasos donde descansaban las bebidas ordenadas para el almuerzo.
He comenzado con una muestra gráfica de ello, pero ante la incredulidad nuestra, mi propio hijo aclaró que encontraría la respuesta por internet. Y así fue:
Lo hallado en la red de redes fue descrito aquí mismo con amplitud en un trabajo que titulé “Cayo Hueso no existe. II Parte”  con fecha 3-9-2011.
Verán a continuación pruebas de todo ello en las imágenes que acompañan este texto con sus respectivas explicaciones.
Espero que ustedes mis curiosos vecinos, queden satisfechos; de no ser así los invito a buscar en el vínculo anunciado una mayor información. GRACIAS.

12 feb 2015

NO NOS ENTENDEMOS



Parece mentira que en un mundo globalizado mucho más acorde con el desarrollo científico-técnico del siglo XXI, podamos navegar por internet sin naufragar en las aguas turbias de la desinformación y sin embargo no seamos capaces de entendernos.
Tal vez algunos piensen que se debe a la Torre de Babel que nos han impuesto los diversos idiomas, incluyendo algunas lenguas muertas como el latín. Si eso fuera cierto, con solo aplicar el esperanto, todo se resolvería, pero el asunto es mucho más complejo. La realidad del día a día nos demuestra lo contrario y no nos entendemos porque no nos da la gana. ¿Se entiende eso?
El mapa que ofrecemos a continuación del sur de la Florida tiene algo que ver con las incomprensiones a que nos estamos refiriendo y será entendido al final. Pero regresemos a lo nuestro.
En la última Cumbre de la CELAC celebrada en enero de este año, todos los presidentes de esa América Nuestra que soñó Martí manifestaron su adhesión a los recientes acuerdos entre el presidente de los Estados Unidos y el de Cuba por restablecer las relaciones diplomáticas entre los dos países, como un primer paso para rectificar lo que el propio Barack Obama calificó de un error político.
Todos esos dignatarios se pronunciaron a la vez por dar fin al injusto bloqueo económico comercial y financiero impuesto a nuestro país, incluyendo nuestros hermanos anglófonos del Caribe, por lo tanto la diferencia es más ideológica que idiomática.
Esta demanda de la CELAC ha sido aprobada igualmente cada año por la Asamblea General de las Naciones Unidas—aproximadamente doscientos países--y sus innumerables lenguas autóctonas con apenas dos votos en contra y alguna que otra abstención genuflexa independientemente del lenguaje utilizado por estos últimos ¿disidentes?
Una vez finalizado el encuentro costarricense, se convocó a los representantes de la prensa internacional acreditados al evento para que formularan sus interrogantes y lo curioso del caso es que ninguno se refirió al bloqueo sino al embargo. Por tanto seguimos sin entendernos. Se comprueba una vez más que a palabras necias, oídos sordos.
Como no me parece nada respetable esta postura de la mal llamada prensa seria debería remitirlos al “Pequeño Mataburros Humorístico Ilustrado” que me publicó como simple divertimento la Editorial Extramuros en el año 2004, con la siguiente dedicatoria:
“……A quien más se lo merece: El caricaturista y patriota Gerardo Hernández Nordelo, para compartir con él la soledad de su celda haciéndola más llevadera; por la amistad que nos une; por la firmeza demostrada en defensa de la más justa de las causas; por su contagioso sentido del humor frente a esos nuevos inquisidores que quisieron satanizar a cinco héroes y fueron desnudados por su urticante sátira: Se podrá encadenar al hombre, pero no encerrar su espíritu…”
Tras estas palabras, yo no podría caer en la misma insensatez de tan “dignos” colegas enviados especiales a la Cumbre de la CELAC, por tanto acudo al Diccionario de Sinónimos y Antónimos de Federico Carlos Saínz de Robles que con toda autoridad y sin atisbos de humorismo alguno aclara lo siguiente:
EMBARGO.--Traba, secuestro, ejecución, requisa, incautación, retención, o decomiso; entre otras tantas acepciones.
BLOQUEO.--Sitio, cerco, aislamiento, asalto, encierro, asedio, incomunicación o cierre; etc., etc.
Como se puede apreciar, nada tiene que ver una acepción con la otra. Pero quisiera abundar en otras diferencias que sí pudiesen aclarar el asunto.
Al visitar los Estados Unidos en la primavera de 2011, para asistir al primer cumpleaños de mi única nieta Mirandita en Miami, fui invitado por mis hijos a visitar Cayo Hueso, donde choqué de nuevo con estas discrepancias idiomáticas. De ahí los trabajos titulados “Cayo Hueso no existe I y II”. que publicara en este mismo blog en agosto del 2011.
Me explico: Cualquiera de ustedes con solo ver el mapa de la Florida que les mostré al principio podrá comprobar que se trata del último islote que baja de norte a sur y de este a oeste en la parte oriental de la península descubierta por Ponce de León, y el verdadero nombre obedece a su situación geográfica--  nada que ver con canes ni huesos—por tanto es Key West, o Cayo Oeste, debidamente traducido al español.
Y allí mismo, junto al famoso mojón del Cayo--ahora si es correcta la palabra—pues mojón significa poste, hito, señal, y otros sinónimos que marcan las 90 millas existentes entre ese lugar y el territorio cubano.
Ahora viene lo bueno: A pocos metros de dicho MOJÓN—así en altas y negritas—se levanta una pequeña edificación a la que mi olfato periodístico me llevó por curiosidad y me tropecé con la placa que aquí les muestro debidamente fotografiada y traducida por mi pobre inglés de Jorrín:
“…27… La  Cabaña del Cable…”“…Esta estructura de concreto fue construida en el territorio continental y transportada por el ferrocarril de Flager hasta el cayo en 1917…” “…El propósito era proteger la conexión entre este sitio y las 125 millas de cable telegráfico que vincularía a Key West con La Habana, Cuba…” “El primer mensaje internacional se transmitió a través de un cable similar durante las Pascuas de 1900…” “…John W. Atkins llamó a Cuba y tras un largo silencio Cuba respondió: --No nos entendemos. “Circa 1917”
Han pasado 115 años de aquel primer cable y la gente sigue comiéndoselo. ¿Me explico? ¿O no nos entendemos?