Virgilio Martínez Gaínza vio la luz en esta capital el 27 de abril de 1931, y quiso el destino que desde muy joven sus inquietudes artísticas marcharan aparejadas con las ideas políticas más avanzadas del país, pues tan temprano como 1950, mientras debutaba como dibujante en una oficina de diseños para envases de cartón y anuncios de prensa, comienza a colaborar con el Partido Ortodoxo fundado por Eddy Chibás. El líder popular se enfrentaba a la corrupción administrativa de los gobiernos auténticos de la época. De ahí la consigna “Vergüenza contra dinero” y el símbolo de la escoba, tan bien utilizados satíricamente por Virgilio en la revista órgano del partido “A Barrer”.
Si mala era la situación política de Cuba, peor no pudo ser el remedio: Un cobarde golpe de estado el 10 de marzo de 1952 y el consiguiente baño de sangre bajo la bota militar de los confabulados contra el pueblo.
Una vez más el joven dibujante da un paso al frente y colabora de manera incógnita en la revista “Alma Mater” de los estudiantes universitarios en 1953.
De esa etapa el propio Virgilio diría a la periodista Julieta García Ríos para “Juventud Rebelde” (13-4-2007):
“…Yo no firmaba ni tenía seudónimo porque no le presté atención a eso… En Alma Mater caricaturicé a Batista con unas botas enormes pisoteando la Constitución de la República… Un año más tarde empecé a colaborar con la revista Mella…”.
La opresión del régimen de facto se hacía cada vez más insoportable, la oposición pasó al clandestinaje, y la militancia de Virgilio en el Partido Socialista Popular lo llevó a las páginas de la revista de la juventud comunista, donde por más de cuatro años formó pareja con alguien que para él sería un misterio todo ese tiempo. Marcos Behmaras, --a quien recientemente hiciéramos una semblanza--, en la cual Virgilio patentiza la sorpresa que se llevó cuando se lo presentaron al triunfo de la Revolución. Era uno de los más destacados escritores de radio y la televisión del país.
Behmaras fue el creador del personaje “Pucho”, nacido igual que Virgilio en el mes de abril pero de1955. Fue también el guionista secreto de la serie durante los cuatro años siguientes.
Pero allí no se terminó la historia, el dueto escritor-dibujante, --tras el triunfo insurreccional a pecho descubierto—se mantuvo en los primeros años llevando al combativo perrito por otras aventuras contra quienes se oponían a los cambios revolucionarios, y sumó otros personajes como el paródico “Supertiñosa”.
Virgilio fue siempre una persona muy humana y modesta, por lo que no extraña lo que dijera al colega Ciro Bianchi para la revista Cuba, sobre otros jóvenes –Chago y Nuez--, que también combatieron a la dictadura con sus personajes satíricos.
“…Nuez, Chago y yo, nos movimos en condiciones diferentes… Nuez tuvo que poner en práctica un sistema de claves que al tiempo que fuera comprensible al pueblo, le permitiría burlar la censura ya que sus dibujos se publicaban en un semanario permitido por la legalidad burguesa. “Chago” trabajaba en la Sierra, en un territorio en poder de las fuerzas insurrectas y podía moverse con libertad; yo tuve que hacerlo desde el clandestinaje. Creo que los tres personajes se complementan entre sí…”
Con el tiempo y ya sin la colaboración de Marcos Behmaras, Virgilio transformo a “Pucho” en su hermano gemelo “Cucho”, lo único que este se había convertido en un héroe espacial para el disfrute de la grey infantil.
Gracias a la costumbre calificada por el mismo como “manía de guardar cosas”, Virgilio pudo esconder durante años las planchas que dibujaba en secreto, entre 1955 y 1959, a pesar de los registros que los sicarios del régimen le hicieran en varias ocasiones. Gracias a ello en 1985 pudimos disfrutarlas en el libro “De Pucho a Cucho” publicado por la Editorial Abril.
En sus más de trescientas páginas divididas en tres partes, la primera de ellas dedicada a la etapa clandestina del quincenario Mella, aparecen 77 dibujos entre tiras y páginas completas, donde se reflejan de forma satírica los acontecimientos más significativos ocultos por la prensa oficial. Un verdadero documento histórico desde la óptica alternativa.
Pero la obra del maestro no termina ahí. Tuvo el honor de realizar el emblema de la Unión de Jóvenes Comunistas, destacando las tres líneas directrices de la organización “Estudio, Trabajo y Fusil”.
Esta caricatura anunciando el nacimiento de “Juventud Rebelde” ocupó la portada del periódico ese día…
Además dirigió por un tiempo el departamento artístico de publicaciones como “Mella” “Pionero” y “El Sable” colaborando en casi todas las publicaciones cubanas como “Palante” “Cómicos” “El Muñe” y las revistas Aventuras, Muñequitos, Din Don y Fantásticos, publicadas en la década de los años 60 por Ediciones en Colores.
Terminó sus días como dibujante editorialista del diario insignia de la nación y órgano del Comité Central del Partido “Granma”.
Vaya junto con nuestro reconocimiento un faternal abrazo para su esposa, su hijo, Gianny --también artista plástico--, y el resto de sus familiares.
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