__________________________

__________________________
Mostrando entradas con la etiqueta TV. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta TV. Mostrar todas las entradas

12 ene 2018

¿DÓNDE SINO?



El primer sábado de este año 2018, en el programa de televisión “23 y M” ¿Dónde si no?, la musicalísima Edith Mazola nos sorprendió una vez más. El subrayado es nuestro porque la recuerdo desde sus inicios en el Teatro Musical de Virtudes y Consulado, en el barrio de Colón, a solo tres cuadras de donde yo hacía también mis pininos en el diario EL MUNDO, primero de linotipista y a partir de la nacionalización revolucionaria en 1960, como caricaturista editorialista, cuando ella aun no había nacido.

Esta introducción--en el mejor sentido de la palabra—se debe a un éxito suyo por partida doble: Entrevistar a dos personas que se las traen: Ambos políglotas, revolucionarios y jodedores:

 Argelio Santisteban, nacido en Banes, provincia de Holguín, en 1945--el mismo año en que yo celebraba mis 15 en Luyanó barrio obrero de la capital—él me  ganó por puntos en el periodismo revolucionario porque ”pinchó” en MELLA, BOHEMIA, EL MUNDO, TRABAJADORES Y TRIBUNA. Lo cierto es que, además de todo eso y sus amenas tertulias vespertinas a dúo  con el historiador y podólogo Rolando Aniceto en los portales del Hotel Inglaterra, se ganó además el título de “tertuliano”.

Con el tiempo y un ganchito Argelio se convirtió en un políglota consuetudinario, pues a partir de 1985, parió para la Editora de Ciencias Sociales, una tonga de cubachismos que recogió bajo el título de ”El habla popular cubana de hoy”. Hijo bastardo de otra obra de arte—la edición póstuma del maestro Fernando Ortiz, pues la idea de su “Catauro de cubanismos” apareció por primera vez en 1923—cuando el hijo ilustre de Banes no existía aún—y la edición póstuma que tengo en mis manos data de 1974 gracias a la editorial Ciencias Sociales.

Ambas dos obras tienen sus antecedentes —y descendientes— en la propuesta de Constantino Suárez (a) El españolito —a quien la intelectualidad de la época satanizó, por haber incluido palabras indecentes, por tanto ambos tres llegaron hasta el tuétano de nuestra idiosincrasia, catalogada por el maestro Ortiz como “el ajiaco criollo de nuestro idioma, formado por el chorizo español y la papaya cubana”.

Sólo quisiera agregar que a cada rato leo la dedicatoria que el hermano y maestro Santiesteban me hiciera en la presentación de su libro:  
“Para Blanquito, con fraternal incondicionalidad, Argelio.

Nota: ¿Sabes lo que es blanquito en mexicano?.”

Han pasado 33 años de aquel cuestionamiento y todavía estoy en blanco o en babia —como prefieran ustedes-- porque dicho vocablo no aparece tampoco en ninguno de los dos volúmenes aquí nombrados.

El otro entrevistado de aquella tarde-noche en 23 y M fue nada menos que Pedro Luis Ferrer, quien guitarra en mano también hizo de las suyas defendiendo no solo su obra, sino su pedigrí familiar en el querido Yaguajay --de músicos, poetas y locos-- pues todos ellos Raúl, Rafael, Rogelio, Rodolfo, etc. llevan en el lomo la marca-- R.F.

Durante años mantuve estrechas relaciones con su tío Raúl Ferrer. Se sabe que a partir de la Jornada de la Alfabetización en 1961, como Viceministro de Educación acuñó la frase-- QTATA al cuadrado—que traducida al cubaneo quiere decir “Que cada analfabeto tenga su alfabetizador y que cada alfabetizador tenga su analfabeto.”

Varias veces acompañé al maestro en sus escapadas a Yaguajay. De ahí que me relacionara con él y con toda su familia, con su pedigrí, pero sobre todo con su sentido de la pedagogía:”Lo que se aprende jugando nunca se olvida”. De ahí sus numerosas anécdotas en la escuelita rural del central Narcisa, donde compartió el pizarrón nada menos que con Onelio Jorge Cardoso, por tanto no es de extrañar que en este ambiente surgiera el “Romance de la niña mala”.

Con estos antecedentes poéticos, pedagógicos y musicales, es natural que dicha entrevista sabatina del Canal 8, terminara con Pedro Luis, su música y su guitarra al ritmo de “La vaquita Pijirigua”.

 ¿Con qué se apeará ahora el sobrín? Toma la guitarra entre sus manos y decide hipotéticamente parodiar a esos que la Tierra les queda chiquita, alquilan una parcela en la Luna y se lanzan al espacio exterior. Tienen dinero, fortuna, y recursos pero el idioma les queda grande, suben al cohete, en el apuro pierden el habla y se les queda en La Tierra como un paquete más… Alunizan, pasa el tiempo y… de pronto comienzan a cantar…

“Unmé, dosmé, tresmé, cuatromé, pero sincomé, no se puéviví”.

Felicitaciones a ambos tré: Edith, Argelio y Pedro Luí. Pero ahí mismo me fui a comé antes que empezara el noticiero en la tevé.

7 jun 2012

EL DIA DE LOS PADRES

El próximo día 17 de junio se celebrará el Día de los Padres en Cuba, y eso me trae a la mente que hace exactamente un año, ese domingo coincidió con mi regreso a la patria. En aquella ocasión fui invitado por primera vez a  los Estados Unidos para celebrar el primer cumpleaños de mi primera nietecita  Miranda.
Soy un octogenario cubano, a mucha honra. Muchos de mis familiares y amigos han quedado en el camino. Mi libreta de teléfonos  cada día está más triste, flaca, y vacía.
Todo esto viene a relucir porque desde que llegué aquel domingo festivo del 2011, a pesar de las nuevas tecnologías y el bombardeo sistemático de los medios informativos; familiares, vecinos, y hasta colegas de la prensa, me preguntan. --¿Cómo es eso por allá?
Trataré de ser lo más concreto posible:
En primer lugar Miami no es La Habana, y mucho menos Cuba. Por su  gracia y jacarandosidad, más parecido tenemos con Cayo Hueso.
Allá: Si no tienes carro climatizado estas frito: Primero, por las distancias; segundo, la premura en todo; y sobre todo, el calor incluso en primavera ardiente como la que me tocó a mi.
Como soy jubilado, es decir veterano de a pie, me quedo con lo mío. Es que la Florida tiene la misma temperatura nuestra; pero yo puedo salir de la Esquina de Tejas y llegar caminando al refrescante Malecón habanero bajo la sombra de los portales de Monte hasta el parque de la Fraternidad, y de ahí bajar por todo el Prado. También pudiera hacerlo desde los Cuatro Caminos, por Belascoain hasta el Parque Maceo.
Del  Malecón no abundaremos porque  en el mes de mayo hablamos de él en este blog, y la foto que mostramos ahora de la Plaza Vieja en la Habana Vieja, es sin embargo nueva, y muestra lo dicho.  Si se fijan bien notarán  que se le puede dar tantas vueltas a dicho emplazamiento sin coger sol; sólo caminando por la sombra de sus soportales.
Si algo le debemos a nuestro Eusebio Leal es el disfrute de “Andar la Habana”. Creo que nuestra capital es el único lugar del mundo donde al alienado turista se le hace camino el andar.
Veo a Miami como una postal de esas en colores: Todo lindo, todo limpio, todo ordenado, al estilo de los museos o a una sala de operaciones, con olor a desinfectante: Los edificios modernos; la Avenida Collins y su muestrario de arquitectura art-deco, las amplias autopistas con más de 8 sendas. Los Speedways, los Causeways, y los Expressways, te dejan ¡Way! Allá no way portales, ni frondosos árboles protectores. Y si  quieres cruzar uno de esos caudalosos ríos de asfalto hirviente, ni te atrevas. Busca el semáforo más cercano tres millas adelante, o quedarás en el way.
Pero, no todo es malo. Vi cosas increíbles: Por ejemplo, nuestras tiendas de lujo en el pasado eran tan exclusivistas que no empleaban mujeres y mucho menos subiditas de tono. ¿Y los bancos? ¿Recuerdan aquella primera portada de PALANTE?
Actualmente en los supermercados, Molls, shoppings, y similares visitados por mi, la mayoría de los dependientes son mujeres y hombres “de color” o “latinos”, los  había también  en servicios públicos como correos, guarderías y bibliotecas, entre otras muchas instituciones estatales. Como si la discriminación de antaño en EEUU.se hubiese socializado. No puedo afirmar lo mismo de los bancos, bufetes, y las grandes corporaciones, porque en todo ese tiempo no entré en ninguno.
Yo me pregunto ¿A qué se debe esto? ¿Son más bajos los salarios? ¿Estarán obligados a redondear sus ingresos con los “tips”? ¿Será acaso ese 99% de empleados públicos a quienes primero les llegan los recortes y los despidos en las crisis como las actuales? Porque dajémonos de cuentos, en EE.UU. todo se mide con dinero.
A propósito, en  las grandes tiendas por departamentos y otras menos agraciadas existen por miles letreros llamativos que dicen SALE, SALE y ninguno ENTRA, ENTRA. Gracias a mi traductor personal descubrí que la clave del éxito está precisamente en ese ÉXIT; sólo por allí pude salir.
En la calle, nadie te para o te advierte nada y no hace falta: Por doquier avisos de todos tamaños y colores son suficientemente explícitos en inglés, cuyo incumplimiento se traduce en multas y penalidades que dan pena..
Apenas vi policías de tránsito, además innecesarios; para eso están las cámaras sincronizadas a los semáforos, sin contabilizadores de segundos que te adviertan como los “chinos” nuestros. Por lo tanto, a las vías rápidas, la alta velocidad y los cambios de luces instantáneos, se suma una tecnología de punta, con la que el chofer no puede discutir, porque no se le amonesta.
Al día siguiente por internet te llega una linda instantánea por valor de 100 USD, donde ves como las gomas delanteras de tu auto pisan ingenuamente la raya cómplice del fisco, mientras un guiño lumínico señala que te llevaste la amarilla. ¡Imagínate cuánto si fuera la roja!
Allá todo está limpio, reluciente y climatizado, desde el automóvil y las oficinas hasta las viviendas. No hacen falta campañas contra el tabaquismo.
Tampoco esas que dicen: “Un incendio puede evitarse”; pues en auto cerrado no entran moscas, ni humo tampoco; en las oficinas menos, y en tu propia casa, --si estás tenso--, debes salir a fumar al patio o al parqueo, pues al menor humito suena la alarma y se desencadena la parafernalia de los bomberos, --con sus equipos, sus sirenas, y sus costos--, que también te los pasan por la piedra, perdón, por correo.
Hay otras muchas vivencias de ese corte, captadas aquí y acullá. En cada una asoma la oreja peluda de la coerción económica.
Del 911 y el FBI nada les cuento porque, de continuo desayunamos, almorzamos, y comemos en Cuba  con ellos. No hay un dichoso serial, o teleplay foráneo que los dejen en paz.
El teatro, el cine, los museos, los zoológicos, todo cuesta --¡y cómo!-- de ahí que nuestra diversión cotidiana fuese la televisión, con una programación las 24 horas, en decenas de canales –algunos en Español y otros intraducibles--donde priman la publicidad y las ventas de quemazón, como aquellas antiguas del “Machetazo” en Cuba.
Los más viejos conocemos ese gancho de…-Rebajado a $999.99-- en vez de mil verdes. Para los que no sepan ingles, les traduzco: Son 24,000 pesos M/n.
En cuanto a las películas, usted debe prepararse a verlas descuartizadas, o sea por capítulos--como las telenovelas—porque cada 15 minutos son interrumpidas para venderle un carro que no necesita, o un descuento de cualquier producto que tampoco le hace falta. Si no dispone por lo menos de cinco horas, ni lo intente, o le tendrán que contar el final al día siguiente.
Vi algunos espacios humorísticos aceptables, pero la curiosidad del criollo es tanta, que son conocidísimos en Cuba; pero quiero detenerme en otros de gran impacto para la teleaudiencia de origen latino. Como es el programa “Caso Cerrado” en español, diseñado acorde con el gusto estereotipado de los patrocinadores, o sea “típicamente latinoamericano”.
Cuenta con la Dra. Pola, una abogada-conductora que sabe de leyes, con un carisma especial pues… ¡Hasta canta entre comercial y comercial! Por tanto, no pude sustraerme al impulso de hacerle una caricatura personal viéndola en la pequeña pantalla. ¡ALLÁ VA ESO!
Soy lego en la materia, pero siento que los casos que se presentan, o que pude ver en esos días,  tienden a exacerbar nuestros defectos, o sea la chusmería, la guapería, las palabrotas. Incluso se les permite a los litigantes ofenderse mutuamente, o irse a las manos en medio del juicio. En fin: ¡El reality-show vigueta con la guapería del solar llevado a los tribunales el sopapo en vivo y en directo!
En cuanto a los dibujos animados. Tal vez sea una apreciación muy personal, pero los personajes de Disney de antaño, tan humorísticos y alegres, se han vuelto sosos, retóricos, y faltos de gracia. El Mickey y el Donald de mi infancia, tan dinámicos y sorprendentes, parecen hoy estirados profesores dando clases de latín antiguo o de trigonometría. Me quedo pues con Elpidio Valdés, Fernanda, Chuncha, o el Capitán Plín; pero sobre todo, con esos maravillosos dibujos animados musicales del ICAIC, en las voces de Teresita Fernández, Lubia María Hevia, y otras tantas voces especializadas en la canción infantil. ¡VIVAN PUES EL CUBANIMA Y LA COLMENITA! 
Todas las comparaciones son malas, pero quisiera terminar con mi impresión de lo que acaba de transcurrir en Cuba y lo que presencié allí hace aproximadamente un año:
La final  del Play-Off entre Ciego e Industriales fue algo tan emocionante y espectacular que deberá pasar como récord  a la Historia del deporte del beisbol cubano.
Allá fui invitado a un partido nocturno entre los  Florida Marlins  y los Washington Nationals. Como constancia de ello les muestro el boletín de entrada al estadio viejo, el Sun Life Stadium de Miami. El nuevo acaban de estrenarlo este año. Pero nos cobraron como nuevo, pues el parqueo resultó muy caro, la entrada a las gradas del centerfield por el estilo, y el juego bastante monótono. Claro, el público no toca ensordecedoras cornetas ni congas bullangueras en las gradas, para eso están los altoparlantes que solo molestan entre innings. Después, silencio absoluto. (Parece que también hay multas). Lo cual agradecen peloteros, umpires y mi Trompa de Eustaquio en particular.
Del partido no recuerdo nada importante, sólo la voz de mi hijo cuando dijo: -- El cuarto bate Sánchez, ése de primera, es un cubano, pero de aquí.
Todavía a un año de aquella expresión, sigo pensando qué me quiso decir.
Lo del baloncesto era distinto; se discutía la final de la NBA y resultaba dificilísimo con$$$eguir entradas. Nos conformamos con ver los partidos por televisión ya que los famosos Bulls (Toros) de Dallas enfrentaban a los Heats (Candela) de Miami. Había un trío de ensueño por los locales: Leblon, Wade y Bosh. Tampoco pasé por alto esta oportunidad, y aquí les dejo mi impresión musical de ese trío:
El ambiente previo a la gran final era también candente: Cientos de afiches, autos circulando con banderolas desplegadas, y otras excéteras publicitarias en cada rincón de la ciudad te abrumaban. Las tiendas repletas de camisetas deportivas, pero el precio aumentaba según el número en la espalda del basquetbolista correspondiente. Las del famoso trío costaban tres por tres, veces más que el resto. Y en la calle las conté por cientos entre los y las jóvenes, --por cierto, me dio más busto verlas a ellas, que a ellos.
Pero sucedió algo insólito, los Heats se enfriaron de tal manera que perdieron el partido final. A la mañana siguiente…¡La cagástrofe!
Como si hubiese explotado una bomba de neutrones dejando la ciudad intacta pero la gente atomizada. Las tiendas amanecieron con rebajas astronómicas en los mostradores de las camisetas deportivas. No había clientes, y me imagino que ni regaladas los floridanos las aceptarían.
A los pocos días desaparecieron por completo, y me perdí  la oportunidad de pacotillar una ganga para mi nieto del lado de acá del charco. Esa fue la última impresión que me llevé antes de regresar, y como ven, --tanto en las buenas como en las malas-- allí todo depende del dinero. Dicen que este año la historia se repite, pero en vez de tres héroes del basket sólo quedaron dos bajo el aro, como si la crisis financiera y los despidos hayan invadido   el tabloncillo.
¿Hasta los presidentes? En noviembre habrá elecciones. Veremos si también les toca a ellos.

9 feb 2012

EN POCAS PALABRAS

A 53 AÑOS DEL DEBUT

Un aviso urgente desde el periódico EL MUNDO me despertó abruptamente en la madrugada del primero de enero de 1959. En ella se solicitaba la presencia urgente de todo el personal de los talleres debido a la situación creada con la huída de Batista en medio de las festividades de Fin de Año.

Amanecía ya cuando en las calles un hervidero humano se movía sin rumbo fijo lanzando consignas y gritos de alegría mientras banderas cubanas y del 26 flotaban al viento desde ventanas y balcones.

Al llegar al edificio de Virtudes y Águila, nunca pensé que me vería participando en un interminable maratón informativo de 24 horas al día durante casi una semana. El Canal TELEMUNDO radicaba en el edificio Ambar Motors de 23 y P, en el Vedado, pero el noticiario del mismo nombre se había trasladado provisionalmente para la redacción del diario perteneciente a la misma empresa, donde acudían constantemente personas interesadas en localizar familiares, denunciar abusos cometidos por la tiranía, o dirigentes revolucionarios interesados en orientar a la población en aquel caos de inseguridad y euforia en que se había convertido la capital. Mientras algunos esbirros huían de la justicia revolucionaria, la Caravana de la Victoria se acercaba para poner orden en la situación.

El noticiero TELEMUNDO estaba bajo la dirección del periodista Carlos Lechuga, quien simultaneaba en esas funciones también en el periódico y había participado en las luchas internas por reivindicaciones laborales y políticas.

Acababa de tomar asiento en mi taburete frente al teclado de la linotipo, cuando Lechuga me llamó a la redacción para presentarme al director del telediario José Rodríguez Méndez, y pedirme que colaborara con él en mi condición de dibujante aficionado. El caricaturista oficial Antonio Prohías solo acudía al centro para cumplir con su espacio a una hora determinada de la tarde. Nosotros los obreros del taller cobrábamos a destajo y nos turnábamos para cubrir las 24 horas del día, en espera de noticias urgentes o ediciones especiales sen se desarrollaran los acontecimientos; por tanto, era la persona ideal para colaborar en mis momentos libres con la programación televisiva que no descansaba de día ni de noche.

Confieso que nunca en mi vida había estado bajo tal presión, y arriesgándome en un campo hasta entonces vírgen para mi. Lo mismo se me solicitaba la ilustración de un jeep del ejército en llamas, para calzar la entrevista de un barbudo combatiente de la Sierra, que el retrato hablado de un delincuente que se aprovechaba de la situación para hacer de las suyas. Sin embargo bajo las órdenes de Rodríguez Méndez y su experiencia en el medio televisivo, todo resultó mucho más cómodo.

Para un novato como yo nada resultaba fácil. Por entonces la programación era en vivo, y se transmitía en blanco y negro lo que facilitaba las ilustraciones; incluso logré trabajos de bastante complejidad gracias a los conocimientos transmitidos por el “profe” Rodríguez Méndez, como aquel mapa que realizamos de la invasión de Camilo y el Che desde la Sierra Maestra hasta Las Villas, y la sugerencia suya de hacerlo: ¡NADA MENOS QUE EN MOVIMIENTO!.

Ante mi estupor Rodríguez Méndez continuó: Toma estas dos cartulinas, en la de arriba dibuja los contornos del mapa de la Isla; la de abajo debe ser negra. En la de arriba abres un surco con esta tijera según el recorrido de ambas columnas. Después moverás la cartulina inferior de derecha a izquierda, para que la cámara de frente tome la imagen visible del trazo negro en movimiento hacia el Escambray. ¡Rústica pero efectiva!

Me quedé botáo, pero la cosa quedó como para chuparse los dedos. No fue el único truco que aprendí con ese pionero del noticiero de televisión.

Aunque nunca más trabaje bajo su batuta. Sí lo hice en algunos espacios del programa Tránsito y de Palante en Televisión como caricaturista—este último con Joaquín M. Condal--. Todo esto que les cuento ocurrió tres años antes de fundarse el actual NTV.

Este 31 de enero se cumple el cincuenta aniversario del Noticiero Nacional de Televisión. Vaya pues mi felicitación a todos los que han tenido el privilegio de trabajar incansablemente y darle prestigio al mismo, sobretodo a los compañeros fundadores de la institución, Freddy Moros, quien fuera su director hasta hace algunos años, y el veterano fotógrafo Héctor Ochoa, (Ochoíta), los que han recibido merecidísimas distinciones con motivo de la efemérides.

HERENCIA HELÉNICA

De la cultura grecorromana venimos y no podemos quejarnos porque de ella hemos heredado muchas cosas buenas y otras no tanto.

Por ejemplo: Los Juegos Olímpicos, cada edición más olímpicamente fastuosa que la anterior; la Democracia ateniense que nos ha servido de guía durante siglos y sin embargo hoy Grecia cuenta con un despedido presidente constitucional y su sustituto de facto y tecnócrata, por más señas. De sus respectivos apellidos, PAPANDREU y PAPADIMO, ni hablar.

Lo que no podemos negar es la fabulosa Mitología helénica que heredaron los romanos con los mismos protagonistas pero distintos nombres. Y es aquí donde quisiéramos detenernos. Famosos son los dioses y sabios esdrújulos de la Antigua Grecia. A saber: Hipócrates, Arquímides, Hipómenes, Hespérides, Perséfone, Andrómeda, Etcétera.

A propósito de ello, aquí les brindamos una caricatura realizada a raíz del descubrimiento de la bomba atómica, cuyos protagonistas Venus y Sócrates comentan la actualidad de entonces, bastante alejada de lo que la ciencia y la técnica ha venido descubriendo, y aportando en estos últimos años del Tercer Milenio.

Además en el Olimpo convivían –a veces en armonía y a veces no tanto—dioses, semidioses, y humanos, en el más completo libertinaje, donde los cuernos de los unicornios se confundían con los tarros humanos, y era común el concubinato entre una diosa y un fauno.

Pondremos algunos ejemplos de ello: El rey Agamenón al frente de su flota, dio en prenda su hijo Higenio a la diosa Diana con el objetivo de calmar sus apetitos sexuales, ya que se habían convertido en vientos huracanados de barlovento, cuando él deseaba avanzar sus naves hacia la lejana Troya en dirección contraria.

La prestidigitadora Medea no se quedaba atrás. Tenía un metío vigueta con Jasón tras las aventuras de los argonautas y la conquista del vellocino de oro, facilitada a él por los conjuros de ella. El romance iba viento en popa hasta que el tipo se enamoró de la bella Creúsa, a pesar de su feo nombre. La ilusionista, en venganza le envió a la novia como regalo de bodas, una caja con una poderosa llama adentro. Al abrirla al palacio nupcial le pasó lo mismo que al cuarto de Tula, con la diferencia de que la propia Creúsa, al no poder apagar la vela, cogió candela.

Otro ejemplo es el de Euridemón, un coloso de talla extra y padre de Prometeo. La diosa Juno se enamora perdidamente del tipo y hacen cuchi-cuchi detrás del Partenón. Cuando más tarde Júpiter se casa con ella y descubre que no era señorita; agarra al gigante y lo lanza a las aguas del Tártaro. Euridemón era grande por gusto y bruto por necesidad. Muere ahogado porque no sabía nadar. De ahí que hace algunos años en Cuba, a los que actuaban de esa forma, se les llamaba vulgarmente tártaros.

Volviendo a los nombres griegos existentes en el gran panteón de su Mitología recordamos a Tántalo el rey de Lidia, quien fue admitido en la mesa de los todopoderosos, el muy verraco robó el néctar de los dioses y la ambrosía para brindarlos a sus amistades, --lo mismo que venimos haciendo desde hace años con las croqueticas de los brindis en los actos sociales—Pero cometió un gran error, a cambio degolló a su hijo Pélope para servirlo a las deidades en un festín. Como castigo Zeus lo lanzó a un lago rodeado de árboles repletos de frutas. Atormentado por la sed y el hambre, cada vez que Tántalo intentaba alcanzarlos, éstos se le escapaban de las manos.

En la actualidad la leyenda de aquel rey gigante es otra cosa. Tántalo se ha convertido en una de las materias primas más cotizadas en el mundo de las altas tecnologías. Es un mineral refractario de difícil disolución en ácidos resistentes a la corrosión como el vidrio; además, dúctil y maleable, lo que permite doblarlo, enrollarlo, soldarlo, y utilizarlo en obtención de aleaciones que soportan altas temperaturas.

Lo mejor es que, lo mismo que en los montes del Olimpo existieron dioses con nombres estrafalarios, hay otros muchos de los llamados minerales raros con características similares. Imprescindibles para la fabricaciones de equipos de alta tecnología, como bombillas de alto consumo, estrías de discos duros, lectores de CD y DVBD, pantallas de televisores de plasma y LCD, baterías de níckel e hidruro metálico (Ni-MH), reproductor de música iPod, etc. Según un artículo de BOHEMIA bajo la firma de Toni Pradas el pasado mes de septiembre, este negocio rentó el pasado año unos mil trescientos millones de dólares.

Les recomiendo su lectura para que puedan seguir ampliando sus conocimientos alrededor de este tema. Yo me limito a terminar como empecé. Con una lista de originales nombres, muy parecidos a los sabios y dioses de la mitología griega y herederos de ella, pero que responden a los patronímicos de estos componentes químicos de la tabla periódica de los elementos:

El ya nombrado Tántalo y sus homólogos Cerio, Lutecio, Escandio, Itrio, Neodimio, Europio, Terbio, Itrio, Disprosio, Neodimio, Samario, Erbio, Praseodimio, Cerio, Gadolinio, Holmio, Lantano y Prometio, entre otros, que se ocultan en las entrañas de la tierra, no tanto por falsa modestia, como por pena a que se les descubran sus patronímicos olímpicos.Para finalizar hemos ofrecido varios descubrimientos espeleológicos realizados durante mis incursiones entre las espeluncas atenienses de mi cerebro.

UNA PAREJA PARA RECORDAR

Dicen que cuando uno arriba a la tercera edad se parece cada vez más a la primera: Se nos empieza a caer el pelo, los dientes, y otras menudencias, igual que los bebitos. Debemos adaptarnos a la dieta blanda, orinamos más de la cuenta, y hasta para caminar nos debemos valer de bastones o andadores. Y si no gateamos es porque después… ¿Quién nos levanta?

La introspección se debe a tratar de explicar el origen de este blog personal, que mantengo contra viento y marea desde hace tres años. Ha sido como un octogenario regalo de Reyes Magos. Es mi presente preferido. A él me he dedicado con la misma pasión de los primeros juegos infantiles. Esto a expensas de mi trabajo profesional como caricaturista aún en activo, o perjudicando mi economía al rechazar ofertas artísticas más rentables…. Pero he ganado mucho más…¡SOY FELIZ!

Tal vez esto explique el carácter indefinible de este sitio web, con incursiones un tanto atrevidas a especialidades tales como la historia, la ciencia, la política, o la cultura; y tratar como he dicho otras veces, de hacerle cosquillas a los acontecimientos.

Tuve la suerte de escoger un oficio que me ha permitido por mas de 60 años comunicarme con mis semejantes y tratar de inculcarles en lo posible el bichito del fisgoneo.

Hoy incursionaré en un caso que me ha llamado la atención desde siempre, porque los personajes en el humorismo gráfico y la historieta, son obras de ficción como mis queridos vecinos, --el gordo y el flaco--,o Elpidio Valdés, el Capitán Plin, Cecilín y Coty, entre otros muchos. Ninguno de ellos de carne y hueso.

He aquí el leit motiv de esta semblanza indiscreta, dedicada no sólo a escudriñar la obra del dibujante que firma Lumat sus trabajos, y la coincidencia de arribar en este mes de febrero a sus 73 años de edad, sino a su obra, la tira cómica “ Elena y Luis” que ha transitado por las publicaciones cubanas CÓMICOS, EL MUÑE y PALANTE, además de los, cuadernos Luis y Elena (para colorear) y Juega y Aprende de Publicgraf; hasta sentar plaza en el mensuario PALANTE desde el año 2006.

Graduado del Instituto Argentino de Diseño, Publicidad, Historieta y Animados, y de la Escuela Nacional de Diseño Gráfico en 1980. Ha trabajado precisamente como diseñador en varias publicaciones cubanas, y sus caricaturas han sido publicadas con frecuencia en VERDE OLIVO, PALANTE, EL SABLE, ALMIQUÍ, MAR Y PESCA y BOHEMIA.

Pero hemos querido hacer una pausa en “Luis y Elena”, la obra suya que para mi ha marcado un desempeño muy original; y para sus lectores --chicos y grandes--, el pleno disfrute de sus personajes pues esos dibujos han pasado por las manos de varias generaciones de cubanos.

Lo curioso del caso es que Luis y Elena no son simples prototipos de papel, sino una versión libre y humorística cuyos intérpretes-- sin parecido físico alguno-- resultan ser: El cienfueguero Pedro Luis Matamoros Naranjo, (a) Lumat, y su media naranja Elena Fajardo González. Un matrimonio ejemplar unidos por más de 37 años. Ambos artistas plásticos, que no sólo están representados en las viñetas de la historieta sino en la vida real por su hijo Luis y su nieta Laura Elena.

A partir de esas vivencias cotidianas han surgidos los argumentos que todos hemos disfrutado más de una vez. El pasado año me enteré del fallecimiento de Ele --como cariñosamente él la llamaba--y al regreso de una breve estancia en los Estados Unidos, le di el pésame a su esposo. Seguro que con su pérdida, Lumat también perdiera a la más autorizada crítica de sus trabajos por su doble condición de modelo y artista. Vaya pues el agradecimiento a ambos, --unidos en el recuerdo--, a nombre mío y de todos ustedes, mis amables vecinos, por este 14 de febrero, Día de los Enamorados.

4 dic 2011

COTORRAS, GATOS y RATONES: MASCOTAS DE PAPEL

En mi ya larga trayectoria como caricaturista e historietista, confieso haber incursionado muy raras veces en la temática de dibujar específicamente para niños, aunque he ilustrado varios libros de cuentos, y algunos de mis personajes han tenido buena receptividad por parte de la grey infantil. Pongamos por caso los dos vecinos (el gordo y el flaco), que encabezan este blog personal, cuyas peripecias costumbristas dirigidas a un público adulto han sido sin embargo bien acogidas por esos príncipes enanos de que habló nuestro Martí.

Su lección magistral en “La Edad de Oro”, dejó una estela permanente de enseñanzas. Sin didactismo alguno apostó allí por los mejores valores humanos y artísticos, sin perder frescura y amenidad.

En mi criterio, una de sus premisas es lograr comunicarse con ellos utilizando el recurso de la fantasía infantil para lograr la comunicación. De ahí el éxito de humanizar otras especies de animales, tendencia creativa tan antigua como las fábulas de Esopo, el esclavo griego, que una vez liberto escribió en el siglo V a.n.e. las fábulas que lo inmortalizaron; así como sus más cercanos seguidores del siglo XVII y XVIII: El francés La Fontaine, y su traductor español, Félix María de Samaniego.

El desarrollo de la imprenta, las publicaciones ilustradas, y otros adelantos facilitaron la incorporación gráfica al empeño con nuevos códigos de lectura; pero trabajar para los niños no es tarea fácil. Requiere de un alto grado de especialización y constancia. Gracias a ello se logró borrar a la larga el concepto de subproducto cultural.

Se trata de un simple acto de comunicación entre el receptor (niño) y el autor (adulto) con el objetivo de sensibilizar al primero gracias a la capacidad comunicativa y el talento del segundo. De ahí que con miles de ejemplos, sólo dediquemos este espacio a tres creadores que sentaron cátedra de por vida en este difícil oficio de contar historias dibujadas para los más pequeños.

Dos son cubanos y el otro norteamericano, todos con un larguísimo curriculum, imposible de recopilar en este breve espacio, por lo cual les dedicaremos una breve ficha a cada uno. Se trata de Walt Disney, Cecilio Avilés y Jorge Oliver. ¿Qué los une?

En primer lugar: Haber dedicado la mayor parte de su obra a crear personajes de gran impacto para los niños. En segundo lugar: Que los más populares de ellos fueran graciosos animalitos, como las fábulas de antaño ya mencionadas. En tercer lugar: Que los tres son Sagitarios, con las características propias de los que nacen bajo ese signo. A saber: Disney el 5 de diciembre e 1901; Cecilio, 5 de diciembre de 1944; y Oli, 15 de diciembre de1947.

Empecemos pues, por orden de aparición:

WALT DISNEY, Chicago, (1901-1966). (Firma Disney). Al arribar este año a sus 110 años de edad, podemos decir que el famoso autor del ratón Mickey, el Pato Donald y otros muchos animalitos de ficción, cumpliría en este mes sus 110 años de edad.

Lo considero además un individuo atípico desde la niñez, pues fue un estudiante mediocre en la primaria, tal vez por estar—como yo--, siempre pensando en las musarañas. En 1918 quiso participar en la Primera Guerra Mundial y falsificó la partida de nacimiento para poder ingresar en las filas del ejército norteamericano. Al fin pudo enrolarse como conductor de ambulancias, pero cuando llegó al frente, la guerra ya había terminado.

Otra de sus características es que, su obra se diferencia a la del resto de los dibujantes especializados en el tema. Pues primero triunfó en el cine y después pasó a las tiras cómicas en la prensa.

Fue pues pionero del dibujo animado y un clásico en la especialidad a nivel mundial, pero unido a ello sumaba talento y persistencia en el arte de los negocios. Aunque fracasó en sus primeros intentos al unirse en un proyecto con su colega Ubbe Iwerk para crear una pequeña empresa publicitaria, más tarde fundó la “Disney Brothers Studio” con su hermano Roy, pero el éxito lo obtuvo en Hollywood al unirse de nuevo con Iwerk con la serie de “Oswald, el conejo afortunado”. La pareja no tuvo la misma fortuna de Oswald, porque la firma Universal les ganó un pleito por los derechos de autor, y tuvieron que inventar un nuevo personaje que resultó ser Mickey Mouse, cuya autoría se la atribuyó Disney, y aún se especula si fue obra de Iwerk, de él, o de ambos.

Lo cierto es que su ratón-héroe de celuloide se embarcó en la cinta “Steambout Willie” arrastrando con él hacia la fama a su autor en 1928. Fue tal el éxito de la película que dos años después Mickey debutó en las tiras cómicas, incrementando los ingresos de su progenitor, ahora en los periódicos.

A partir de ahí aumentó la familia de los ratones-patos, y las gallinas de los huevos de oro halladas en los filmes de “Blancanieves”, “La Cenicienta”, y otras superproducciones de “Fantasía”.

La lista sería interminable. Disney se convirtió en el Rey Midas de los “muñequitos” como los llamábamos entonces. Creó hasta un mundo fantástico llamado Disneylandia. En fin un Imperio que no ha dejado de crecer hasta nuestros días.

No crean que la cosa le resultó fácil. A lo largo de toda su trayectoria le surgieron no pocas “criadas respondonas”. La huelga de sus animadores en 1941, con un dibujo mucho más original moderno comenzaron a serrucharle el piso; influyó en la creación de la UPA con los antologicos personajes "Mr. Magoo" y "Mac Boing-Boing", pero perdieron sus contratos a fines de los 40 acusados de filocomunistas. Con posterioridad uno de sus integrantes, Stephen Bosustow, logra que la Columbia distribuyera sus obras.

Más recientemente los jóvenes creadores del grupo PIXAR lo pusieron a temblar. El imperio Disney se tambaleaba, pero como en el caso anterior surgió su sabiduría o astucia empresarial, los fieles cabilderos, y otros recursos idóneos. En vez de enfrentar a sus competidores, sencillamente fiel a las fabulas de antaño. El tiburón Disney abrió sus arcas bancarias, y de un bocado se tragó a las sardinas.

Mi ídolo de aquellos tiempos felices falleció en Los Ángeles en 1966, pero para mi murió unos veinte años antes, tras la derrota del nazi-fascismo por los aliados, cuando lo vi en un documental fílmico declarando ante la Comisión del Congreso Norteamericano presidida por el senador MacCarthy contra los presuntos filocomunistas y otros muchos cineastas. Aquella “Cacería de Brujas” que perseguía y satanizaba a sus propios colegas de Hollywood como Chaplin, resultó para mi lo más repugnante que se recuerde en la historia del cine.

En ese material vi como el autor la arrebataba la manzana envenenada a la Bruja del castillo para servirla a Blancanieves, y acabar con los siete enanitos, los Diez de Hollywood, y con todos los “indignados” de entonces.

Cecilio Avilés Montalvo, Cumanayagua, Cienfuegos. (5-12-1944). Firma Cecilio. Nació con el pincel en la mano izquierda, se graduó de pintura y modelado en la Academia San Alejandro; de diseño gráfico en la escuela Diego Rivera; de realización de animación en el Departamento de Dibujos Animados del ICRT; y de música y armonía en el Centro Ignacio Cervantes. Sin embargo, desde los doce años quedó hipnotizado por el cine de aventuras y los cómics norteamericanos. De ahí le viene esta adicción vocacional. Comenzó su vida profesional en la revista PIONERO (1969) ilustrando temas variados.

En 1971 surgen sus dos principales personajes el cimarrón “Marabú” y "Cecilín", --hecho a su imagen y semejanza--, quien sería acompañado en sus aventuras por la parlanchina cotorrita Coty, personajes estos también divulgados en Venezuela y Argentina.

Cecilio ha incursionado en todos estos años como educador y teórico del género con varias obras publicadas, como animador gráfico en la programación pioneril de la televisión, y facilitador didáctico en talleres de dibujo infantil. durante un buen número de años, actividad que mantiene aún, por lo que obtuvo varios premios de la popularidad de la revista “Opina”.

Ha logrado honores como dirigente del Sindicato de la Cultura, y la UNEAC, del trabajo cultural comunitario con proyectos afines, entre ellos el de promocionar la muestra sabatina de los pintores en el Paseo del Prado, así como otras muchas actividades similares. Cecilio es, si se quiere, mucho más dinámico y multifacético que sus propias aventuras de ficción.

Jorge Oliver Medina, Ciudad de La Habana, (15-12-1947). Firma OLI. Dibujante autodidacta, se graduó sin embargo en Licenciatura de Historia del Arte (UH).

Se inició en la vida artística gracias al Servicio Militar Obligatorio, cuando por sus facultades fue asignado a la revista Verde Olivo en 1964. Más tarde se incorpora a SIEMPRE ALERTA, órgano de la Defensa Antiaérea de las FAR, donde publica el libro “La Historia de la Aviación”; después pasa al Instituto de Aeronáutica Civil , pero de allí salió volando para colaborar con la revista PIONERO, donde realizó varias series monotemáticas.

Más tarde Oli se une a Juan Padrón en el Departamento de Dibujos Animados del ICAIC, donde aborda diversos temas promocionales. Siempre vinculado a la Unión de Pioneros José Martí”. Forma parte del equipo inicial del tabloide Pásalo y posteriormente en 1980 como director y fundador junto con Anisia Miranda de la revista Zun-zún. Es aquí donde surge su personaje más significativo: “El Capitán Plín”, un gato verde, combatiente incansable de los piratas roedores que invaden continuamente “La Isla del Coco”. --un lugar muy parecido a nuestro país--.

Es éste un micro mundo lleno de febriles y jocosas aventuras. El pequeño felino también incursionó en animados, obras de teatro, y hasta el nuevo parque de diversiones de la Playa de Marianao tomó su nombre para regocijo de grandes y chicos, y la envidia de Ruy la Pestex y sus piratas.

Además de todo esto, no sabemos de dónde Oliver sacó tiempo para otras tareas que le fueron asignadas como subdirector editorial del diario JUVENTUD REBELDE; posteriormente director de EL CAIMÁN BARBUDO; y más tarde Subdirector del Canal 6 CUBAVISIÓN de la televisión cubana. Obviamos su paso por la publicidad para no darle ídem.

Numerosos premios ha recibido Oliver por tan monumental obra en su vida artística; sin embargo, que yo sepa, solo ha presentado una sola exposición personal de sus obras titulada “Reunión de caricaturas de reuniones”, en el vestíbulo del Teatro Karl Marx.

Por último, desde el año 2005 viene dirigiendo el programa de televisión CUADRO A CUADRO, dedicado a la historieta en el cine, donde derrocha de nuevo su creatividad en la más espectacular intromisión que hayamos presenciado jamás en la pequeña pantalla, pues interrumpe la acción para descargar su crítica mientras los protagonistas del film -en la confusión-, quedan congelados.

En este momento cae el telón con el tradicional THE END yanqui, o el criollísimo FIN. No fue mi intención reunir a los tres para compararlos ni mucho menos, sino para divulgar aspectos coincidentes, así como la huella que han dejado en cada uno de nosotros. Pero si me obligaran a escoger diría lo siguiente:

“…Hace poco estuve en Nueva York y quedé impresionado por su magnitud y fastuosidad, pero en la soledad de la noche me asaltó el “gorrión” por mi sufrida y querida Habana …”