El próximo domingo, día 24, se
celebrarán elecciones generales en Honduras tras el “madrugonazo” militar que
sacó del poder y de la cama, al presidente legítimo Manuel Zelaya, hace la
friolera de cuatro años.
Todo parece indicar que el secuestro
se debió más a la cobardía de enfrentarse mediante consulta popular a una cuarta
urna donde se decidiría la nueva constitución que a la propia ejecutoria de su
gobierno.
Es decir aquellos polvos, nos trajeron estos lodos.
Como vemos la “democracia
representativa” de elección en elección y de urna en urna, al estilo
occidental—es decir yanqui--no permite trueque alguno a sus súbditos, aunque la
suya—me refiero a su constitución no a la otra--esté llena de “enmierdas” y aún
así tenemos el caso reciente de los CAMBIOS-–en mayúscula—que ofreció Barack Obama
como cambalache por el Premio Nobel de la Paz. Y si te vi, ni me acuerdo.
Pero regresemos a Centroamérica
y a estos nuevos comicios presidenciales, donde se enfrentan Xiomara Castro, la
esposa del ex presidente Zelaya por el nuevo Partido Libre, contra Orlando Hernández,
por el oficialista Partido Nacional que
promete eliminar la criminalidad en el país más brutal del continente, cuando
todos sabemos que no se puede combatir la violencia con más de lo mismo. El
resultado son estos últimos 48 meses pacificando el país a terrorismo limpio.
Este blog provocador piensa que,
aunque así sea, las condiciones han variado. Existe un fuerte movimiento
feminista hacia el liderazgo político en nuestro continente. O sea, que las mujeres
mandan y ejemplos cercanos lo tenemos en la argentina Cristina Fernández, Dilma
Rousseff en Brasil, o la disputa entre las chilenas Michelle Bachelet y su
rival Evelyn Mattiev, por sólo poner tres ejemplos. Además, la candidata
hondureña está avalada por un apellido ilustre e invicto: Castro.
La experiencia negativa de estos
últimos años, típicamente golpistas
en Honduras han hundido al país más en el caos. Recuerdo cómo durante
aquellos días del secuestro y el riesgo
del magnicidio, la postura vertical de
su esposa, mostró de lo que es capaz la
mujer, cuando se ve en la necesidad de ponerse los pantalones y enfrentar al
machismo desfasado de ayer y de hoy.
Motivado por las dramáticas
imágenes que pasaban a diario por la tele, las noticias de internet y otros
trágicos sucesos, nuestro solidario blog abordó estos cobardes ataques a un
pueblo viril que, ante la imposición imperial
se sumó a sus hermanos del continente para gritar a viva voz: ¡AL
CARAJO! y mirar de frente al horizonte poniendo sus esperanzas en el ALBA.
Finalmente y a propósito de lo
escrito hasta aquí, los invito a disfrutar de nuevo aquella caricatura
secuencial publicada en este mismo espacio (7-7-2009) bajo el título de “La última historieta”.
A estas alturas resulta
imposible adelantarnos a los comicios y dar un vencedor, pero lleno de optimismo
espero los resultados de estas nuevas elecciones en Honduras y sobre todo que
nuestros hermanos centroamericanos no permitan de nuevo que Tegucigalpa se convierta en Tegucigolpe.
Yo en este caso, por si las
moscas… ¡Votaría por Castro!
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