La imagen que teníamos en Cuba de
la policía antes del triunfo de la Revolución era ésta que copiamos de “K-Milo
100-Fuegos”, libro que nos publicó la Editorial Pablo de la Torriente hace cinco
años.
El trato abusivo a la población
se extendió por todas sus dependencias, incluyendo la policía del tránsito y los bomberos.
Recordemos la represión contra los estudiantes universitarios con disparos y coches-bombas
en la propia escalinata y ante la mirada indignada del Alma Máter, o las
frecuentes extorsiones a comerciantes y prostitutas sin el menor recato. Su
símbolo—el tolete--, su cobija—las mazmorras de la Quinta Estación, entre
otras..
Contra esas torturas de la
dictadura batistiana se luchó, y la creación del MININT resultó la otra cara de
la moneda. Como diría Fidel: --Camilo se había convertido en el pueblo
uniformado. Del vejamen se pasó
a la prevención del delito. Resultado de esa política surgieron símbolos
y personajes afines como aquel simpático Oso Prudencio y su parsimonioso: --¡Eso
no se hace! Prudencio no debuta en la P de
parada sino en el programa de televisión “Tránsito” el cual generó no pocas iniciativas como la de
acoger a los caricaturistas para realizar en vivo dibujos humorísticos sobre la
precaución ciudadana en calles y carreteras. Pero ahí no se detuvieron las novedades,
recuerden los fabulosos concursos de
vallas, carteles y caricaturas durante la Semana del Tránsito. ¡Un verdadero
festival de gracia y colorido que vino para quedarse!
Todo esto me viene a la mente en
estos días de noviembre con motivo de la
51º. Jornada por la Seguridad Vial exhortación que lamentablemente se sigue
violando a contrapelo de leyes y disposiciones por aquellos que ponen en riesgo
sus vidas y las ajenas.
Por tanto le dedicamos esta
modesta descarga a la campaña de orientación ciudadana contra las indisciplinas
sociales que provocan en la vía luto y lamentables accidentes—no tan
accidentales—pero que pueden y deben evitarse.
En la secuencia de imágenes que
hemos recopilado para ustedes hemos hecho una breve incursión por las calles y
avenidas de nuestra capital; desde los tiempos del tranvía y la guagua de palo
con racimos de plátanos verdes colgandos de sus puertas, hasta el torero en
medio del ruedo callejero tratando de esquivar con una Verónica el cuerno de la
muerte, o la sombra que nos dejó el camello durante el periodo especial, hasta
la llegada de los ómnibus articulados a los cuales prometemos un próximo
acercamiento en este espacio..
No queremos despedirnos de
nuestros amables vecinos sin ofrecerles beatífica y respetuosamente estos diez
mandamientos a repartirse
equitativamente entre peatones y conductores de vehículos: Cinco por bando:
PARA CHOFERES:
1 – Preferible un frenazo a
tiempo que un cargo de conciencia.
3- - Cuando el semáforo le haga
un guiño con la roja, espere la verde para atacar.
4 – La liga del high-ball está
en la liga, pero alcohol no liga con timón. ¡Qué caray!
5 - Quien bien te quiere te hará
frenar.
PARA PEATONES:
6 – El peatón siempre está en
desventaja con la carrocería.
7 – Usted no es la Bodeguita del
Medio. Cruce por las esquinas.
8 – Alargue el tiempo de su vida,
no cruce antes de tiempo.
9 – Los ríos respetan sus orillas.
Camine usted también por la acera.
10 – Si es una persona de a pie…
¿Por qué meter la pata?
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