Seis
meses exactos había transcurrido del debut de este blog personal “¡Ay-Vecino”!
cuando se presentó en la Feria Internacional del Libro de La Habana (Febrero
del 2009) el libro “Tony Guiteras: Un hombre guapo”. Inmediatamente le dedicamos un
comentario al acontecimiento ese mismo mes bajo el título de “El
Gato Pit-II en la Semana Negra de Gijón”. En varias de sus obras, el
colega-tocayo se había destacado por enaltecer héroes paradigmáticos de la
epopeya latinoamericana como el mexicano Emiliano Zapata, el argentino Ernesto
Guevara y nuestro ya nombrado, Tony Guiteras.
Lo
del Gato Pit II, es un apodo jocoso en abreviatura que le daban sus más
cercanas amistades, lo de Ignacio Taibo II es para distinguir su firma
con la de su padre Ignacio Taibo I, también profesional del periodismo;
en cuanto a lo de Paco es una cariñosa forma asturiana de chiquear
a los Franciscos.
Estaba
en deuda con su autor por varias razones: En primer lugar, porque durante mi
último viaje al terruño—julio-agosto del 2008—me mostró su amistad al
facilitarme un espacio en la popular Semana Negra de Gijón para exhibir medio
centenar de mis tiras cómicas--el gordo y el flaco--en uno de los
pabellones-carpas con los que contaba este Festival de la narrativa detectivesca
en “El Musel” gijonés, donde coincidimos también con el inolvidable Jaime
Saruski.
De
aquel encuentro surgió la caricatura personal que ahora mostramos leyendo la publicación
oficial del evento titulada (A-Q) Es decir A QUEMARROPA.
Pero,
regresemos con Ruperto marcha-atrás a la Cuba en la década de los 80 del
pasado siglo, cuando compartíamos con Paco Ignacio sueños similares: Él desde
sus esfuerzos en la UNEAC por la difusión y el hermanamiento entre los
escritores cubanos y la llamada novela negra, con amplio espectro internacional,
donde apenas los nuestros trataban de sumarse para emular con las aventuras
radiales de nuestro querido Chan LI PO a pesar de los cincuenta años de atraso.
Mientras,
muy cerca de allí, en los predios de la UPEC, la recién inaugurada Editora
Pablo de la Torriente—entre sus objetivos--también luchaba por el rescate de
otro género ligado a las publicaciones periódicas igualmente mermado con limitaciones
de variado signo: La centenaria historieta, más conocida internacionalmente
como comics.
En
ambos casos se luchaba por despejar incógnitas, de ahí que surgieran
publicaciones afines, en el caso de la UNEAC, con la revista ENIGMA, cuya lupa
escrutadora iba dirigida a publicar lo mejor del género detectivesco a nivel
internacional—no solo la obra de estadounidenses famosos como Raymond Chandler o
Ellery Quinn, sino otras figuras tan respetables de la Novela Negra como los
Montalban y Simenon de otras latitudes.
Gracias
a ello nos enteramos que del lado de acá del charco también en el ajiaco
criollo se cocían fabas bajo la firma de Daniel Chavarría, Leonardo Padura,
Wichy Nogueras, Armando Cristóbal entre otros reconocidos “chefs” de la cocina deductiva
criolla.
Entre
las nefastas consecuencias del doble bloqueo durante el llamado periodo
especial, tanto en el orden material como espiritual, estaban la crisis del
papel, y sus limitantes para el desarrollo de esas potencialidades creativas que
parecían insalvables con el llamado Fin de la Historia.
Fue
entonces que, la voluntad férrea de nuestro pueblo se creció una vez más ante
las desgracias y de aquellos restos surgió como por encanto el Ave Fénix salvador
con el desarrollo de los Estudios de Animación del ICAIC que se nutrió en buena
parte de dicha cantera juvenil formada en nuestro humilde taller de dibujantes
gráficos logrando actualizarse y materializar éxitos jamás soñados, como el
actual “Meñique” en 3D que hoy disfrutamos.
De
los Padrón—Juan y Ernesto—Tulio Raggi, Jorge Oliver, Paco Prat, y otros tantos que
se les sumaron–-anónimos o no--habrá que agradecer la visión de futuro que
tuvieron entonces estos maestros del “story-board” y que hoy disfrutan nuestros
nietos y bisnietos CUADRO A CUADRO.
Como
muestra gráfica de todo ello, ofrecemos la primera portada de la revista de
historietas PABLO donde, por esa misma época, se dieron a conocer artistas ya
consagrados, pero que por diversas causas, jamás habían incursionado en el arte
secuencial como Jesús de Armas, René Mederos, Rafael Morante, Francisco Blanco,
(hijo) y Muñoz Bachs, entre otros.
Precisamente
en estos días de verano, el Gato Pit II, siempre sorpresivo, vital, locuaz, y
hasta gardeliano por aquello de que …“Veinte años no es nada”… se nos
aparece tan rejuvenecido como entonces y nada menos que robando cámara en las
pantallas de TELESUR, con esas historias verídicas narradas con su particular
estilo–- directo, ameno y desprovisto de retórica—como si nos agarrara por el
cuello, sin soltarnos hasta que hayamos descubierto el crimen.
En
uno de estos últimos reencuentros--pantalla chica por medio--se anunció un
nuevo libro de Paco Ignacio Taibo II titulado “Asturias 1936”. Y yo--pichón
de asturiano—conociendo lo ocurrido en el terruño por esa fecha de boca de mi
padre, así como admirador de su técnica narrativa, no quisiera perderme esa
aventura contada ahora con su particular estilo.
Los
que quisieran ampliar más sobre este “fantástico” personaje—ahora robando
cámara en la TV—los invito a vincularse con los dos trabajos anteriores de este
mismo blog: “El Gato Pit II en la Semana Negra” y ”La Bronca del Cómic y el Enigmade la Semana Negra”.
Las
gráficas que acompañan el actual análisis fueron tomadas precisamente de ambas
propuestas en saludo a aquel libro del 2009, así como al próximo 30º.
Aniversario de nuestra querida editora de los periodistas cubanos en diciembre,
y que por algo también lleva el nombre del héroe de Majadahonda: “Pablo
de la Torriente”.
--¡Allá
nos vemos!
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