Oriundos del norte español, gallegos y asturianos comparten orígenes y a la vez diferenciaciones regionales, como el idioma gallego y el bable astur, o el caldo gallego y la fabada asturiana, para poner solo dos ejemplos.
La pobreza generalizada a comienzos del siglo XX y la ”puta mili” del servicio militar en el norte africano motivaron las grandes oleadas de jóvenes aldeanos que emigraron en busca de fortuna,--como ellos mismos afirmaban--hacia América, y Cuba fue uno de sus destinos preferidos.
Mi padre asturiano, Pascasio--a mucha honra--fue uno de ellos. No le gustaba que le llamaran gallego, dada la forma despectiva del choteo criollo sobre el uso y abuso de la zeta o peor aún, por aquello de --¡Viva España, los gallegos no se bañan!- Además en el fútbol, era un furibundo fanático de Juventud Asturiana frente a Centro Gallego en las tardes dominicales de “La Polar”. Pero lo que más influyó en este rechazo --creo yo-- era que siendo recalcitrante republicano, no perdonaba el hecho de que Franco hubiese nacido en el Ferrol.
En mis recientes viajes al “terruño”, gracias a la Operación Añoranza; pude comprobar todo lo contrario, pues hay un refrán que dice: “Gallegos y Asturianos, primos hermanos”. Esa experiencia me inclinó a destacar dos conocidas personalidades dispares por avatares del destino, y a la vez coincidentes en eso que se ha dado en llamar “aplatanamiento criollo”.
Se trata nada más y nada menos que del Caballero de París (gallego) y de Bigote de Gato (asturiano). Tema abordado en un trabajo anterior bajo el título de “Los dos caballeros”. http://ay-vecino.blogspot.com/2009/07/sin-intencion-de-provocar.html
Ahora trataré de ampliar la información sobre el segundo de ellos:
En 1994 se fundó la Peña “Bigote de Gato” en la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba a solicitud de su director Cro. Evaristo Arrinda de la Presa, --recién fallecido--, quien me encargó la tarea de crear un club del humor, y sugerí dedicarla a dicho personaje del folclor capitalino en el siglo XX. En esta primera etapa conté con la colaboración del colega Rolando Aniceto.
Al cesar el mandato de Arrinda en la FAAC, un año más tarde, nos vemos obligados a trasladar la actividad para la Agrupación Castropol sita en el Malecón habanero, hasta el día de hoy.
A propuesta nuestra, Manuel Pérez Rodríguez recibió en el 2000 una nominación a la Distinción Jovellanos que otorga la FAAC.
Lamentablemente, pero a la vez afortunadamente, labores de reconstrucción capital en los inmuebles del Malecón, no nos permitirán celebrar la peña durante el 99 Aniversario del famoso bigotudo el próximo 4 de diciembre; sin embargo no queríamos dejar pasar la fecha sin un recordatorio a tan singular personaje.
Dejemos que sean las imágenes quienes hablen por él:
Hace exactamente nueve años me tomaron esta foto antes de entregarle, su “Caricatura en dos tiempos”, con motivo de cumplir 90 años de edad y la Oficina del Historiador de la Ciudad estimuló el proyecto, proporcionándole una atención vitalicia al nonagenario personaje.
El Ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, encargó esta etiqueta para una original botella de ron, obsequiada ese mismo día en la Peña del Humor “Bigote de Gato”.
De que fue un “aplatanado” en toda la extensión de la palabra, no debe quedar la menor duda. Y si no lo creen véanlo aquí a los 92 años haciendo sudar de lo lindo a las tumbadoras.
Antes de que le crecieran los enormes mostachos, ya se conocía como el “gallego caramelo” en los bailes de “La Tropical”, Pocos meses antes de su desaparición física todavía echaba un pie en la Peña del Humor con la vedette Susel Orieta Gómez Pérez, nieta del fraterno colega Manuel Pérez Alfaro.La pobreza generalizada a comienzos del siglo XX y la ”puta mili” del servicio militar en el norte africano motivaron las grandes oleadas de jóvenes aldeanos que emigraron en busca de fortuna,--como ellos mismos afirmaban--hacia América, y Cuba fue uno de sus destinos preferidos.
Mi padre asturiano, Pascasio--a mucha honra--fue uno de ellos. No le gustaba que le llamaran gallego, dada la forma despectiva del choteo criollo sobre el uso y abuso de la zeta o peor aún, por aquello de --¡Viva España, los gallegos no se bañan!- Además en el fútbol, era un furibundo fanático de Juventud Asturiana frente a Centro Gallego en las tardes dominicales de “La Polar”. Pero lo que más influyó en este rechazo --creo yo-- era que siendo recalcitrante republicano, no perdonaba el hecho de que Franco hubiese nacido en el Ferrol.
En mis recientes viajes al “terruño”, gracias a la Operación Añoranza; pude comprobar todo lo contrario, pues hay un refrán que dice: “Gallegos y Asturianos, primos hermanos”. Esa experiencia me inclinó a destacar dos conocidas personalidades dispares por avatares del destino, y a la vez coincidentes en eso que se ha dado en llamar “aplatanamiento criollo”.
Se trata nada más y nada menos que del Caballero de París (gallego) y de Bigote de Gato (asturiano). Tema abordado en un trabajo anterior bajo el título de “Los dos caballeros”. http://ay-vecino.blogspot.com/2009/07/sin-intencion-de-provocar.html
Ahora trataré de ampliar la información sobre el segundo de ellos:
En 1994 se fundó la Peña “Bigote de Gato” en la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba a solicitud de su director Cro. Evaristo Arrinda de la Presa, --recién fallecido--, quien me encargó la tarea de crear un club del humor, y sugerí dedicarla a dicho personaje del folclor capitalino en el siglo XX. En esta primera etapa conté con la colaboración del colega Rolando Aniceto.
Al cesar el mandato de Arrinda en la FAAC, un año más tarde, nos vemos obligados a trasladar la actividad para la Agrupación Castropol sita en el Malecón habanero, hasta el día de hoy.
A propuesta nuestra, Manuel Pérez Rodríguez recibió en el 2000 una nominación a la Distinción Jovellanos que otorga la FAAC.
Lamentablemente, pero a la vez afortunadamente, labores de reconstrucción capital en los inmuebles del Malecón, no nos permitirán celebrar la peña durante el 99 Aniversario del famoso bigotudo el próximo 4 de diciembre; sin embargo no queríamos dejar pasar la fecha sin un recordatorio a tan singular personaje.
Dejemos que sean las imágenes quienes hablen por él:
Hace exactamente nueve años me tomaron esta foto antes de entregarle, su “Caricatura en dos tiempos”, con motivo de cumplir 90 años de edad y la Oficina del Historiador de la Ciudad estimuló el proyecto, proporcionándole una atención vitalicia al nonagenario personaje.
El Ministro de Cultura, Abel Prieto Jiménez, encargó esta etiqueta para una original botella de ron, obsequiada ese mismo día en la Peña del Humor “Bigote de Gato”.
De que fue un “aplatanado” en toda la extensión de la palabra, no debe quedar la menor duda. Y si no lo creen véanlo aquí a los 92 años haciendo sudar de lo lindo a las tumbadoras.
La jocosidad de aquel comerciante asturiano quedó siempre reflejada en sus imaginativas campañas publicitarias. Una de ellas es este anuncio firmado por el caricaturista Gibert, donde su cacharro convertible del 26 se convierte en cohete espacial, pero igualmente pintorreteado con dibujos y lemas humorísticos.
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