La vida es tan rica e impredecible que a veces las
situaciones más simples conducen a sucesos extraordinarios. A eso queremos
referirnos en este trabajo.
¿Quieren algo más sencillo que un concurso de dibujo
infantil? ¿No se organizan por cientos o miles en nuestro país constantemente?
Precisamente hace 71 años en Camagüey por estos días se
convocó uno de ellos impulsados por la pintora Ángela Muns Blanchard en el
Centenario del Mayor Ignacio Agramonte (23-12-1941).
El Gobierno Provincial accedió a conceder un
presupuesto de 240 pesos para estimular a los ganadores.
La muchachada de la Academia Municipal de Bellas Artes,
fundada por los mismos profesores, participó entusiasmada, y entre los
adolescentes –casi niños—estaban los hermanos Floreal y Faure Chomón
Mediavilla.
Floreal obtuvo el Primer Premio con la obra “Una
guayaba para cuatro” donde representaba un momento crítico de los
mambises durante la guerra, y su hermano Faure también obtuvo reconocimiento
con la suya que reproducía el duelo sostenido por el joven Agramonte en su
época de estudiante con un oficial español, bajo el título de “Lavando
su honor”.
Al acto de premiación asistió la hija del mayor causando
gran impacto entre los estudiantes, sin duda el mejor recuerdo de aquel día, pues
el dinero para los premiados no apareció ni en ese momento ni nunca. A partir
de aquella situación se libró una batalla permanente para obtenerlo, mientras
el Gobernador de Camagüey Octavio Pardo Machado, aprovechándose de la edad de
los demandantes se burlaba de ellos.
Según cuenta en una ocasión el Comandante Faure Chomón
al periodista Enrique Atienza Rivero de GRANMA: “…La máxima autoridad gubernamental
local se mostró molesto, huraño y mal educado (…) Al reclamársele la entrega de
los premios, comenzó a hablar mal de Ángela Muns, directora de Bellas Artes,
haciendo ver que ella se había enredado en aquella promesa del concurso con la
cual él no tenía ninguna responsabilidad…”
Por otro lado el gobernador hipócritamente les daba
nuevas esperanzas a los premiados, quienes cansados de esperar deciden
enfrentarlo en cierta ocasión en la cual el politiquero asistía al Club
Gallístico de la barriada de la Caridad. Así lo cuenta el propio Faure:
“…Nos
atravesamos en su camino para hacernos oír de nuevo en son de protesta.(…) Lo
acompañaban otros tipos parecidos a él, guardaespaldas, politiqueros, y
apostadores, quienes lo rodeaban como para que aquellos niños no pusieran en
peligro la vida del Gobernador…”
Tras aquel incidente comprendieron que era inútil insistir.
Debían esperar lo imposible, pasó el tiempo y ya no se vieron más, la Academia
fue clausurada, pero quedó para la historia el último intento: Un mandato firmado
por todos ellos el 2 de enero de 1943, cuyo facsímil –un tanto deteriorado por
el tiempo --ofrecemos adjunto.
El dibujo presentado por Faure—apenas un niño en aquel
concurso--, dio título a este trabajo, pero sobre todo es un llamado a la
reflexión, pues aquel ultraje al Mayor en su Centenario, lo era también a la
inocencia infantil, y todos los que lucharon por la dignidad plena del hombre
en nuestro país. Ese honor fue lavado precisamente diez años más tarde por la Generación
del Centenario un 26 de Julio, se hizo realidad el primero de enero de 1959, y
los hermanos Chomón Mediavilla fueron consecuentes y también protagonistas de
esa otra gesta heroica.
Faure Chaumon no combatió en la Sierra Maestra, si no en el Escambray. De los pocos que saíó ileso de esa aventura y la posterior que dura hasta hoy. No ayude a cambiar la historia
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