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12 oct 2013

TOSTONES AL MINUTO

A veces entre tanta retórica y generalizaciones le perdemos la pista a la esencia de los problemas. Crecí durante el machadato de las vacas flacas y la harina con boniato, pero también bajo el influjo de los episodios de Chan Li Po, el famoso detective chino, su proverbial flema asiática y el permanente suspenso radial del continuará mañana...
Los tiempos cambian y las condiciones del cuentapropismo actual permiten la resurrección de aquellas iniciativas que caracterizaron los hogares cubanos de modestos recursos en épocas de paciencia… mucha paciencia…. 
A continuación, el menú exclusividad de la casa: 
CONSOMÉ
En la reciente edición No. 18 (8-9-2013) de la revista BOHEMIA, la colega Caridad Corrobello nos ofrece un trabajo titulado “Tostones al minuto” donde se divulgan los éxitos de la empresa avileña “La Cuba” entre ellos los tostones al minuto, un invento de vieja data que hoy adquiere protagonismo al multiplicarse industrialmente su producción y por tanto necesitar apoyo publicitario.
Estos “inventos” de antaño sin mucha algarabía eran el pan de cada día en nuestros hogares.
En el trabajo se dice que tal vez ello se deba a las enseñanzas de Nitza Villapol y su enriquecedor programa de televisión “Cocina al minuto” y es cierto, pero ello tiene su origen mucho más atrás.
ENTRANTE
Según la lupa del ya nombrado detective chino, esa práctica se remonta a los tiempos en que la mamá o la abuelita tenían que acudir a su varita mágica para pulirla frente al fogón carbonero y el hollín de la chimenea para ofrecernos aquellas golosinas irrepetibles, o las que desde la calle nos anunciara el pregonero ambulante.
Eran tiempos de el cusubé, el masarreal, la melcocha, el bollito de carita, la rosquilla, el rompequijá, el coquito acaramelao, la malarrabia, el brazo gitano, la carioca, el tocinillo del cielo y el pirulí, entre otras muchas dulces golosinas.
Incluso recientemente la sociedad de consumo Made in USA nos importó la modesta chambelona cubana, envuelta en papel celofán y disfrazada de “Chupa-chupa”, pero en moneda convertible.
También por esa misma vía llegaron los alimentos precocidos, entre ellos los recién comentados tostones al minuto.
PLATO FUERTE
Lo cierto es que soy testigo presencial pues mi esposa, Estela Hernández Luengo, padeció durante varios años las secuelas de un derrame cerebral que la limitó físicamente pero se mantuvo más entusiasta y activa que nunca.
En la lucha por sentirse útil, y partiendo de su experiencia como ama de casa, tomó la cocina por asalto convirtiéndose en activista del Centro Promotor de Conservación de Alimentos , dirigido por José Lamas y la doctora Vilda, Figueroa quienes mantenían el programa sabatino de televisión “Con Sabor”, además simultaneó su entusiasmo por más de una década con el proyecto “Aire Puro Vida Sana” del jovencito de trece años Yeikel Santos, creado en la vecina barriada de Santos Suárez con los mismos objetivos del proyecto de Pepe y Vilda en Marianao.
Por lo pronto, una primicia lanzada por ellos: ¿Sabían ustedes que existe la pizza de yuca?
Lo cierto es que en una de aquellas competencias culinarias de degustación, mi esposa presentó un plato titulado “Tostones al minuto” con el cual no solo ganó la prueba en la zona, sino que además Yeikel lo dio a conocer en el espacio de divulgación que mantenía con esa temática y finalidad en la revista SOMOS JÓVENES.
Esa semana, para congraciarme con mi media naranja, publiqué en PALANTE esta tira cómica de “!Ay, Vecino!” donde abordé el tema de dichos tostones.
POSTRE:
Algunos años han pasado; lamentablemente ella falleció en agosto del 2010, Vilda Y Pepe ya no están en la televisión y Yeikel,--diez años menos joven--quien mantuvo hasta hace unas semanas el programa del CANAL-HABANA “Toque habanero se encuentra actualmente pasando un curso de chef por invitación en México, debido a su dedicación y logros obtenidos en Cuba. Dicha información la obtuve de primera mano por sus propios familiares y espero que siga cosechando éxitos allá. Tal vez a la dulzura típica del gusto cubano el joven le aporte su inventiva y se nos aparezca con una especie de raspadura-picante, un chile-en almíbar o algo por el estilo.
Espero que esta descarguita sirva para estimular no sólo la iniciativa industrial en otras empresas del país con nuevos manjares, sino también en el hogar y romper con ello la rutina del sancocho y los facilistas esquemas de consumo.
Cuantas más limitaciones tengamos en productos y abastecimientos, más falta hacen nuevas ofertas con deliciosas sorpresas al paladar.
Rindamos tributo a nuestras abuelas trayendo de nuevo a la mesa aquellos exquisitos postres de antaño, como para chuparnos los dedos. 
¡BON APETIT¡


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