Acabo
de recibir algunos comentarios interesantes de mi última entrega “Mi
personaje inolvidable Núm. 3” que deseo compartir con ustedes:
La
serie es un juego interactivo entre usted y usted mismo, donde debe primar la
honestidad sobre la preponderancia competitiva. Resultó ser el HISTORIETISTA
(así, en alta) Alberto Breccia, porque realmente fue un gigante en la
especialidad.
Los
datos suministrados por mi se produjeron gracias a vivencias y lecturas afines,
sin percatarme de que otra persona y por otras vías, estaba más informada que
yo.
Y
aquí entra a jugar Paquita Armas Fonseca, de larga data como especialista en la
crítica artística—tal vez la más universal—pues abraza con amor el cine, la
radio, el teatro, la televisión y otras manifestaciones de la cultura como
comprobarán más adelante.
Por
tanto ahora, Paquito Blanco le pide permiso a Paquita Armas para copiar algunos
párrafos que ella le dedicara a nuestro personaje inolvidable en enero de 1990
para la revista semestral de historietas PABLO, editada por la Unión de
Periodistas de Cuba en su primera aparición como (Órgano de la Asociación
Latinoamericana de Historietistas). Hecho este trascendental que
lamentablemente murió casi en la sala de parto producto de un doble bloqueo.
En
la entrevista que la colega hiciera al maestro Breccia, se amplían algunos
detalles, por ejemplo:”… El adolescente Breccia a los quince años
se ganaba unos pesos limpiando tripas de animales en el matadero local…”
Esto
explica que ya de adulto invirtiera esfuerzos en la edición de cierta revista
que tituló EL TRIPERO. Pero sobre su debut en la especialidad ella había aclarado:
“…A
los diecisiete años, publicó gratis su primer trabajo en la revista PERRETÍN:
Era un dibujo humorístico…”
Indudablemente
se trata de la tira cómica “Mariquita Terremoto” hecha en
nuestra propuesta anterior y eso me recordaba mis primeros pininos como
dibujante deportivo para la revista FOTOS de Pepe Agraz, lo que agradecí toda
la vida pues me abrió también honoríficamente las puertas en este mundo mágico
de la prensa.
Al
insistir en la creencia de algunos críticos atribuyéndole cierta influencia
expresionista en su obra, Breccia le responde:
“…Aunque
vos no le creais, yo soy un hombre violento y mis dibujos son fruto de esa violencia
interior, no porque me haya propuesto seguir una corriente determinada… Es para
no descargar en la gente y comportarme civilizadamente… Acudo a menudo a la
jardinería, levanto pesas una y otra vez, así los demás no saben cuando estoy a
punto de estallar…”
Esto
explica un tanto el abrazo fraternal y deportivo entre el vencedor y el
vencido, al final de cada combate entre boxeadores o luchadores. Tal vez esa
afición de Breccia a la jardinería lo llevara también a enterrar en su
traspatio las planchas del libro de historietas sobre el Che a raíz de su
asesinato en Bolivia y con ello evadir la persecución de la Junta militar
argentina entre 1967-68.
“…También
tengo siete gatos—ninguno de raza—y una vez llegué a diecinueve…Como me gustan
los animales, una pequeña tortuga también se paseó por mi casa".
Igualmente
yo tengo una jicotea que le regalaron a mi hija Elsie cuando nació, su nombre
Elpidia. En julio pasado ambas cumplieron 61 años.
Al
informarle Paquita esta criolla connotación religiosa, Breccia le respondió: “…Nunca
pensé que pudiera limpiar de males mi hogar...”
Aunque
apenas va al cine, confesó ser amante de las películas, y tal vez soñara hasta
ser director. Sin embargo, es un lector infatigable de autores como García
Márquez, Onetti, Rulfo y Carpentier, pero sobre todo de Jorge Luis Borges
llevando a la historieta alguna de sus versiones, a lo que agregó: “…Yo
creo en la belleza interior, por eso mis personajes son así…”
Fundador
de la Escuela Panamericana de Arte y más tarde ligado al Instituto de Arte en
su país, formó también nuevos talentos en su propia casa: “…Entre mis alumnos se cuentan
José Muñoz y Leopoldo Durañona que son reconocidísimos…” Es entonces
que la entrevistadora le aclara --y sus propios hijos--. Detalle
este aclarado en el trabajo anterior.
Pero
tal vez lo más interesante fue cuando Paquita le pidiera su opinión sobre la
historieta cubana de entonces. He aquí su respuesta:
“…Tiene
atraso por falta de información, no creo que por calidad. Con reuniones como
ésta (se
refiere al Primer Encuentro Iberoamericano de Historietistas) creo
que entrarán en contacto con lo que se está haciendo en el mundo…”
PAQUITA:
Sin compromisos, ¿puede señalar algún autor?
BRECCIA
no lo piensa: “…A vuelo de pájaro, no con un estudio profundo, pienso que la historieta
de Francisco Blanco (hijo) sobre un poema marca un hito. Es una puerta que se
abrió…”
Tres
años después de aquella entrevista, nuestra editora PABLO DE LA TORRIENTE,
lanzó el libro “La vida en Cuadritos” de Paquita Armas Fonseca, que consta
precisamente de más de setenta monografías del cómic, con autores cubanos, y
excepcionalmente algunos extranjeros vinculados a nosotros.
Era
la recopilación de trabajos realizados bajo el mismo título para RADIO RELOJ,
trasmitidos precisamente desde el 13 de enero de 1990, todos los sábados cada
tres horas a partir de las 10:23 de la mañana (8 veces al día) es decir unas
156 audiciones.
Recuerdo
la situación del “cómic” criollo y la expectativa general confrontada por la
prensa en esos tiempos de doble bloqueo, al que el genial Zumbado satirizara:
con aquella frase lapidaria: “…Es que le falta fijador…”
Agradezco
la alusión que en el libro Paquita hiciera de Irma su hermana, de Manolo Pérez
y de este humilde servidor, pero más aún el reconocimiento a un amigo del alma
quien demostró no solo su amor a Cuba, sino los ingentes esfuerzos personales que
hizo por combatir ese cruel bloqueo que aún nos asfixia: el francés Wolinski.
He aquí sus palabras:
“…Es,
precisamente Wolinski, una de las ausencias que lamento en este libro. Una
falta de coordinación entre el importante autor galo y yo, hizo que no
aparezcan sus opiniones aquí. Pero su interés permitió que el Sindicato del
Libro de París, organización amiga de Cuba por años, conociese de las
necesidades de los dibujantes cubanos. Entonces Roland Bingleer, Secretario
General del Sindicato; Charles, Boultana y Claude Paquet, de la dirección
ejecutiva, dirigieron la labor solidaria con nuestro país al recolectar papel
entre los impresores y obreros. En abril último (1993) llegaron a La Habana con
ocho toneladas de esa imprescindible materia prima en la gestión editorial. A
los hermanos franceses, en nombre del amor por la historieta cubana, les doy
las gracias…”
De
todos es conocido que el día 7 de enero del 2015, mientras en Cuba despedíamos
el duelo de nuestro querido compañero René de la Nuez, nos enteramos que allá
en París, Wolinski y sus colegas de CHARLIE HEBDO fueron brutalmente asesinados
por el terrorismo internacional. Comentario que hicimos en este mismo espacio
bajo el título “Luto por partida doble”.
Sea
este un sentido homenaje a tan entrañables colegas NUEZ, BRECCIA y WOLINSKI.
No hay comentarios:
Publicar un comentario