Hace exactamente un
año, con motivo del Día de la Prensa en Cuba, publicamos en este blog el
trabajo titulado “Vindicación Martiana”, refiriéndome al Maestro José Martí, con
motivo del 120º: Aniversario del periódico PATRIA, nacido durante su exilio en
Nueva York.
En esta oportunidad
al cumplirse 160 años de su nacimiento hemos querido recordar de nuevo al
Maestro en su condición de periodista, este 14 de marzo “Día de la
Prensa”.
Según el DICCIONARIO
PERIODÍSTICO, libro de la autoría del colega Evelio Tellería Toca para la
Editorial Oriente en 1986. La prensa diaria surge a mediados del siglo XVII en
Alemania, extendiéndose a diversos países a partir de entonces. Martí nace a
mediados de la siguiente centuria, por lo tanto ejerció la profesión en la
segunda mitad del XIX y precisamente del mismo libro-diccionario, extraemos sus
criterios entonces sobre cómo debe actuar el periodista:
“…Que no haya una
manifestación de la vida, cuyos diarios accidentes no sorprenda al diarista,
eso es hacer un buen diario. Decir lo que a todos conviene y no dejar de decir
algo que a alguien pueda convenir. Que todos encuentren en el diario todo lo que
puedan necesitar saber y decirlo en un lenguaje especial para cada especie,
escribiendo en todos los géneros, menos en el fastidioso de Ribeau. Desdeñando
lo inútil y atendiendo siempre lo útil elegantemente. Que el periódico sea
literario no depende de que se vierta en él mucha literatura, sino que se
escriba literariamente todo. El periódico debe estar siempre como los correos
antiguos, con el caballo enjaezado, la fusta en la mano y la espuela en el
tacón. Al menor accidente debe salir sobre la silla, sacudir la fusta y echar a
escape el caballo para salir pronto y que nadie llegue antes que él. Debe,
extractando libros, facilitar la lectura a los pobres de tiempo, voluntad o
dinero. Hacer asistir a los teatros, como sentados en cómodas butacas, que este
efecto hace una alineada y juiciosa revista a los pobres y a los perezosos.
Debe desaparecer los apetitos del bien personal y atender imparcialmente al
bien público. Debe ser coqueta para seducir, catedrático para explicar,
filósofo para mejorar, pilluelo para penetrar, guerrero para combatir. Debe ser
útil, sano, elegante, oportuno, saliente. En cada artículo debe verse la mano
enguantada que lo escribe y los labios sin manchas que lo dictan. No hay cetro
mayor que un periódico…”
Tras estas sabias
palabras queremos ofrecerles algunas curiosidades más del sector, aprovechando
la visita hecha al documentado diccionario cubano:
En ocasiones
anteriores nos hemos referido al amarillismo sensacionalista de la prensa
norteamericana, surgido a fines del siglo XIX, a partir de la competencia
surgida entre los empresarios Pulitzer del WORLD y Hearst del MORNING JOURNAL,
así como por coincidir con el debut de los cómics con el “Yellow
Kid” de Richard F.Outcault el 16-2-1896.
Pues bien en Cuba
también surgió un amarillismo, pero de corte foráneo, pues fue introducido por
un mexicano de apellido Necochea, que arribó a nuestras tierras como
consecuencia de una emigración forzada, debido a la agitada situación política
que existía por aquel entonces en México. Como ejemplo copiaremos algunos de
sus truculentos leads:
”…Devoró
heliogabalesco, el fuego, el menú exquisito de maderas incongruentes…” --o este otro-- “…En
la somnolencia de la tarde gris, la tragedia de amor puso su nota roja y
triste…” Con tres ejemplos nos basta, he aquí el último: “Tras
los tenues colores de un cielo raso, la muerte acechaba a unos niños
golosamente…” La víctima de tal verborrea fue el recién fundado diario Heraldo de Cuba.
Otra curiosidad aportada
por el libro de Tellería, se relaciona con el anuncio comercial, que también
tuvo sus peculiaridades en la prensa cubana de antaño. Se sabe que durante la
colonia lo mismo se promocionaba la venta de animales que la de esclavos. Según
el historiador Emilio Roig de Leuschsenring, a partir del domingo 24 de octubre
de 1790 comenzó a publicarse el semanario PAPEL PERIODICO DE LA HABANA, que
incorporaba anuncios pero bajo los siguientes términos: “…Todo el que deseare vender o
comprar algo, estancia, esclavo, hacienda, o cualquier otra cosa, avíselo en la
mencionada Librería de D. Francisco Segui, y sin que le cueste cosa alguna se
participará al público en uno de estos papeles…” ¡Qué diferencia con
los millonarios ingresos de los medios actualmente por ese concepto publicitario
en todo o casi todo el mundo!
Otro detalle aportado
por dicho diccionario se vincula con la popularidad de la leída sección “Cartas
a la Dirección” de GRANMA o “Acuse
de recibo” de JUVENTUD REBELDE entre otras de igual importancia.
Esta costumbre cumple
80 años de edad, pues surge tras la caída del Machadato, durante una huelga
sostenida por periodistas y trabajadores del diario EL MUNDO en 1933. Es
entonces que en sus talleres los huelguistas editan el diario AHORA, que
funcionaría como una cooperativa de contenido progresista. Respondiendo a esas
premisas ofrece una sección titulada “Vox Populi” donde todos los
lectores podían enviar sus opiniones siempre que obedecieran las siguientes
reglas: Escritos muy cortos ciñéndose a la verdad. Firmar con su nombre y
dirección para comprobarla. No atender cartas largas ni chismes de aldea.
Claro, quedaba explícito que tampoco podían denunciar la explotación social, la
discriminación racial, ni las canalladas del Imperialismo.
Otra curiosidad es
la historia de la Sociedad Interamericana de Prensa.
Más conocida por
las siglas SIP, que aglutina a editores, empresarios, ejecutivos y otros
funcionarios vinculados al sector, con una nefasta trayectoria de apoyo y
lisonja a la gorilocracia latinoamericana con Plan Cóndor incluido, hasta el
actual terrorismo mediático del Siglo XXI.
Con sus 71 años de
edad la arcaica institución debía ya haberse retirado como ocurre con la
mayoría de los jubilados de la prensa. Pero no, se aferra a sus privilegios y
añora su dispendiosa vida trotamundista desde sus inicios, pues fue concebida
en México, 1942. Nació al año siguiente en La Habana, 1943. Recibió el bautizo
en Caracas, 1945. Dio sus primeros pasos en Bogotá, 1946. Se puso los pantalones
largos en Quito, 1949. Y vino a arribar a la mayoría de edad para caer en los
brazos del Imperialismo nada menos que en Nueva York, 1950.
No le deseamos la
muerte ni a nuestro peor enemigo, pero esta señora, rancia, decrépita,
desfasada, antediluviana, vetusta y medieval debía descansar en paz, por su
propio bien y el nuestro. AMÉN.
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