-DETROIT. (12-1-2014). — El Salón Internacional del Automóvil de Norteamérica (NAIAS) inicia hoy con decenas de novedades un acontecimiento que marca el fin oficial de la grave crisis que sacudió el sector en 2009.
Por primera vez desde ese fatídico año, cuando General Motors (GM) y el Grupo Chrysler se tuvieron que declarar en suspensión de pagos e iniciar una amplia reestructuración, GM llega ahora al mayor Salón del Auto del Continente Americano sin la presencia del Departamento del Tesoro estadounidense entre sus accionistas.
Como no le deseo mal a nadie, espero que las vicisitudes de la industria automotriz y su sede histórica—la ciudad de Detroit—regresen a la normalidad, pero montemos en la máquina de tiempo y volvamos a los acontecimientos publicados hace poco más de seis meses para aquilatar la gravedad del asunto:
-DETROIT, Domingo (21-7-2013).- Esta semana Detroit (Michigan),
cuna de la industria automotriz, presentó la quiebra municipal más grande de
los Estados Unidos y colocó otra vez en el centro del escenario mundial el
problema de la deuda.
Este hecho demuestra que
las consecuencias del neoliberalismo extremo están golpeando de lleno al propio
corazón del Imperio. Pero no se trata de un fenómeno aislado; en lo que va de
año, hubo 22 poblaciones que hicieron el pedido de bancarrota. Sin embargo,
Detroit es la ciudad más grande que se declara en quiebra en la principal
potencia del mundo.
La meca del automovilismo
yanqui con una deuda de 20 mil millones de dólares tuvo que declararse
insolvente. En la última década, el deterioro se aceleró con brutales cifras de
desempleo que hablan del 18%, aunque informes privados apuntan a la mitad de la
población en edad laboral.
Los dos millones de
habitantes con que contó la ciudad en los años cincuenta del siglo pasado se
redujeron a 700 mil personas como consecuencia de la crisis financiera que
afectaron las hipotecas subprime.
Además, existen alrededor
de 80 mil edificios abandonados en una ciudad que fue pionera en materia
industrial. El 40% de los servicios de iluminación no funciona y los recortes
implicaron una fuerte caída en la calidad de los servicios, El presidente de
los Estados Unidos, Barack Obama, acudió al Tesoro para tratar de salvar a los
bancos, a la Chrysler
y a la General Motors,
los principales fabricantes de autos en Detroit.
La ciudad, había sido
bautizada por los republicanos como el "arsenal de la democracia" por
todos los vehículos y armas que se fabricaban en sus instalaciones durante la Guerra Fría, Sin
embargo, a partir de la crisis, cada día son menores sus ingresos, aunque debía
seguir manteniendo una ciudad inmensa, repleta de pensionistas necesitados de
un sistema de salud y educación idóneos. El 36% de la población vive por debajo
del umbral de la pobreza, fenómeno que agudizó las diferencias sociales,
mientras la espiral de violencia alcanzó niveles insostenibles que llevaron a
miles de personas a emigrar.
En su momento, el
FINANCUIAL TIMES, principal portavoz de Wall Street, en uno de sus editoriales
abogó por tomar "una medida radical aunque resultase impopular" con
tal de resolver los problemas económicos de Detroit. Además, el interventor del
gobierno de Barack Obama desempeñó un papel protagónico en la quiebra de
Chrysler. Esto trajo como consecuencia el cierre de decenas de fábricas, la
eliminación de miles de empleos, la reducción de los beneficios y de los
salarios a los nuevos empleados en un 50%, para culminar con la prohibición de
huelgas. Además, Detroit tiene sus propios buitres.
Según indicó BLOOMSBERGER
NEWS en los meses previos a la quiebra grandes corporaciones de la Bolsa como JP Morgan, Chase
Manhattan Bank y UBS, le cobraron a la ciudad más de 474 millones de dólares en
tarifas relacionadas con la venta de deudas. Otros como los multimillonarios
Mike Ilith y el propietario de “Little Caesars Pizza” Daniel Gilbert compraron
terrenos a precios de baratija, apostando a que después de la desolación subirían
los precios en Detroit.
Este es a grandes rasgos el panorama que ofrecía la otrora
ciudad dorada de Michigan hace apenar un quinquenio, cuando surgió aquel primer
indicio de la crisis automovilística. Esos
terribles acontecimientos sufridos por Detroit se podían prever cuando se dio a
conocer otra noticia que reproducimos con similar brevedad. Hela aquí:
-DETROIT. (28-11-2009). la General Motors le dio el golpe de gracia a la PONTIAC, una de sus filiales más antiguas,
que dejará de vender automóviles el próximo año 2010. Está claro que no corren
buenos tiempos para el sector del automóvil, especialmente en Estados Unidos. PONTIAC se ha ido por la puerta de atrás,
nada de celebraciones ni fiestas de despedida; ni tan siquiera una nota de
prensa que nos ilustre el momento. Ni los propios medios de comunicación
norteamericanos tuvieron la oportunidad de ver salir el PONTIAC G6 blanco
que hace unos días cerró la producción de la histórica marca en la factoría de
Michigan.
Siempre nos quedarán en la
memoria aquellos impresionantes coches deportivos
como el Pontiac Firebir del
llamado Coche Fantástico, y en general todos los modelos que durante sus
más de 80 años de historia han afianzado la imagen de la marca de la flecha
rota.
Para remarcarlo, he aquí
el logo de la firma que sugiere el origen nativo de su nombre.
El lunes 27 de
abril de 2009 el presidente de General
Motors anunció que la venta de los vehículos PONTIAC se detendría en 2010 (como efectivamente ocurrió). El cierre formaba parte de
una estrategia encaminada a obtener mayores recursos del gobierno federal.
Es muy
interesante el surgimiento de esa marca automovilística, muy parecido al de
nuestra cerveza HATUEY en recuerdo de aquel primer cacique inmolado cerca de la Ciudad Primada por
los conquistadores españoles. En el caso del automóvil norteamericano, PONTIAC
resulta una doble matanza, pues ése era el nombre del cacique de la tribu Ottawa.
PONTIAC, quien no sólo fue inmolado
durante los convulsos años que dieron origen a los Estados Unidos de América,
en nombre del progreso y el desarrollo de las Trece Colonias, sino de nuevo
ahora, como consecuencia de ese mismo progreso desarrollista y neoliberal, al
arrollar en su marcha a la histórica firma automovilística. Pero como diría el
fraterno Pánfilo en el estelar programa “Vivir del Cuento”.
¡Eso sería
otra historia…! ¡Volveremos sobre tema próximamente!
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