La última semana de mayo, en mi modesto
rincón del Concejo Tamarindo en el barrio Santos Suárez, me enteré con gran
alegría del concierto “Gira por el barrio” que ese
viernes ofrecía el músico, poeta y loco Silvio Rodríguez en la edición 47 de su
presentación itinerante.
Esta vez le tocó a la querida calle
homónima en el municipio 10 de Octubre, donde transcurrieron los mejores años
de mi soltera adolescencia y a donde regresé ya veterano, viudo y varonil a
pesar de mis 85 canas. De más está decir que me situé en la primera fila para
no perderme la caricatura-musical del “necio” que nos hiciera hace algunos años
el hijo ilustre de San Antonio de los Baños. Por suerte, de esa presentación,
dio cuenta el colega Pedro de la Hoz en su crónica del 3 de junio en el diario
GRANMA:
Lamentablemente--por razones también
coyunturales--no ocurrió lo mismo al día siguiente, cuando se presentó el cantante
y arpista gallego Roi Casal en el Gran Teatro Alicia Alonso, bajo el título de “Son galego, son cubano”.
No conozco al joven intérprete, pero basta
con su perseverante obra que se basa en el trípode cultural formado por Curros
Enríquez, Rosalía de Castro y Xosé Neira Vilas, un trío que estrechó fuertes
lazos con nuestro país. Sobre todo éste último a quien tuve el enorme
privilegio de llamar Mi hermano gallego.
Pero veamos que nos dice Roi Casal de dicho
personaje:
“…Con Xosé Neira Vilas he estado trabajando
casi dos años en el concepto de este disco, hasta que el verano pasado me envió
unas letras para la historia. Neira era seguramente la persona con mayor
conocimiento de la epopeya de los gallegos en Cuba…”
Puedo dar fe de ello cuando el músico dice:
“Él
vivió más de 30 años en Cuba y cada día, al salir del trabajo en el Ministerio
de Industria se dirigía al Instituto de Literatura y Lingüística para recopilar
toda la información relativa a los gallegos en esta nación. Es uno de los escritores
más grandes que haya dado mi país, sin ninguna duda. Neira falleció en
noviembre pasado y me había dicho antes, que este trabajo debía ser inaugurado
en el Gran Teatro de La Habana que corona el frontispicio del escenario donde
se estrenó por primera vez nuestro himno…”
Los vaivenes de la política en tiempos de
la Guerra Fría congelaron algunas relaciones entre ambos países, a pesar de la
llamada coexistencia pacífica, a tal punto que el antiguo Centro Gallego se
convirtió en la sede de la SACE (Sociedad de Amistad Cubano Española).
Pero, como siempre ocurre: Los vínculos de
sangre y amor pueden más que los dogmas y la intolerancia, de ahí el ejemplo de
la pareja formada por el gallego Xosé Neira Vilas y la cubanita Anisia Miranda en
tiempos difíciles como emigrantes-refugiados en la Argentina antes de 1959.
Ambos formaron un núcleo indivisible como
resultado de la emigración forzosa originada tanto en Cuba como en España.
Estas reflexiones corroboran también algunos
de los vínculos entre ellos y yo, pues también existen otros lazos fraternales.
A saber: Hermanos de sangre, donde interviene la comadrona; hermanos de leche,
gracias a la nodriza; hasta hermanos mercenarios, como los Hermanos de la
Costa, o los cobardes Hermanos al Rescate del mal llamado exilio cubano en
Miami. Pero, surgen también los hermanos de corazón—como los nuestros.
Mientras a mi me tocó dar el primer do de
pecho en el barrio de Luyanó, en La Habana, el 28 de noviembre de 1930. Éste gallego-cubano,
es dos años mayor que yo pues nació un 3 de noviembre de 1928 en Gres, región
de Pontevedra, Galicia; nada menos que en una vivienda señorial conocida como
la Casa Romana, pues a principios del Siglo XX, allí vivía cierto italiano que
la donó para fundar una biblioteca. En ese mismo lugar--que tuve el privilegio
de visitar en el 2008—todavía se levanta la Fundación que lleva su nombre: Centro
cultural presidido por una biblioteca como la originaria, pero no sólo
especializada como antaño en las letras romanas o gallegas, sino con abundante
literatura cubana y latinoamericana.
Una agradable sorpresa nos deparó la Feria
el Libro de La Habana en 2007 dedicada a Galicia: El regreso a Cuba de Neira Vilas
y su esposa Anisia Miranda, quienes a su vez fueron sorprendidos, entre otras cosas,
por la presentación del libro “La Leyenda que Camina” que
realizáramos en colaboración con una veintena de caricaturistas y quien
fuera el biógrafo y médico de cabecera del propio Caballero de París en el
Hospital Siquiátrico, el doctor Luis Calzadilla Fierro.
En el verano del 2008, gracias a la
Operación Añoranza del Principado de Asturias, tuve el privilegio de visitar de
nuevo el terruño de mi padre, constatando que solo el río Navia separaba el
concejo de Grandas de Salime, con la aldea fronteriza de Vila Seca en Galicia,
lugar donde naciera el famoso caballero andante. De esta cercanía real surge la
frase: “Gallegos y asturianos, primos hermanos”.
Resulta que siendo ambos contemporáneos, es
posible que mi padre y él hubiesen pescado de niños en el mismo río, pero desde
orillas opuestas.
Aprovechamos pues la invitación del Museo
Etnográfico de Fonsagrada, en Lugo, provincia gallega, para inaugurar allí la
exposición de caricaturas personales contenidas en el libro. Precisamente esa
circunstancia fue la que inspiró la creación de este blog personal con fecha (9-8-2008)……..bajo el título de “El regreso del Caballero” y de
paso visitamos a la pareja de Xosé y Anisia en su cálido refugio de Gres, en Pontevedra.
No quisiera agotar la paciencia de mis
queridos lectores, pues ya van dos de los vínculos donde se amplían estos
detalles. Baste decir que mis relaciones con la amorosa pareja surgen en los
primeros años de la Revolución: Anisia como puntal de la literatura infantil en
Cuba, tuvo el apoyo de Carpentier en los albores de la Imprenta Nacional y participó
en la fundación de revistas tan emblemáticas como PIONERO y ZUNZUN, donde Xosé también
hizo su aporte, y además de la responsabilidad adquirida por éste en el
Ministerio de Industrias; aún así, sacó tiempo para colaborar con el semanario
PALANTE, en la década del 60 bajo la batuta de su primer director Bracho Montiel.
La prensa satírica antes del triunfo de la
Revolución se limitaba a la visión de los círculos de poder en la capital,
donde la sinecura politiquera y otros males contaminaban la sagrada misión del mejor
humor gráfico. Si algo hay que destacar en estos 55 años de la publicitación es
haberle dado por primera vez un verdadero carácter nacional, con enviados
especiales a provincias desde sus comienzos en octubre de 1961.
Fui uno de aquellos privilegiados que ilustraron
con dibujos humorísticos los reportajes de Xosé en algunas regiones del país, y
a partir de entonces compartimos ilusiones y proyectos de toda índole, tanto
con él como con su esposa Anisia Miranda.
Los sentimientos que jamás abandonan al
emigrante--entre el terruño y la morriña--también enriquecieron las relaciones
de nuestros padres bajo el lema: “Gallegos y asturianos, primos hermanos”--fehacientemente caracterizadas
por la pareja del comerciante Bigote de Gato y el andante Caballero de París--así
se forjaron también nuestros vínculos con Anisia y Xosé, símbolo del amor entre
Cuba y Galicia.
A continuación, una exclusividad gráfica: A
la derecha presentamos la caricatura que yo le hiciera a Xosé Neyra Vilas en
1975, mientras éste observa la cubierta a la versión cubana de su libro Memorias de un niño campesino, cuya
portada fue ilustrada por José Luis Posada en 1967. La primera edición se
publicó en la Argentina seis años antes.
Ése reencuentro con la pareja en el
2007,nos puso de nuevo en contacto vía internet, y es entonces que Neira Vilas
me pide que le ilustrara una nueva edición del libro, esta vez en gallego, lo
que cumplimenté de inmediato. Si se llegó a imprimir dicha obra o no, lo
ignoro.
Lamentablemente las condiciones físicas no
me permitieron presenciar el fastuoso espectáculo “Son galego, Son cubano”,
ni encontrarme de nuevo con el Presidente de la Xunta de Galicia, a quien
también dedicara un ejemplar de mi libro sobre el andarín gallego en La Habana,
pero lo que si puedo asegurarles es que mi corazón estuvo allí presente, para
aplaudir al joven intérprete, y de paso extenderles un infinito abrazo–allá en
la Gloria--a mi hermano gallego Xosé Neira Vilas y su esposa Anisia.
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