En nombre de mis amables vecinos debo agradecer el aporte espontáneo de amigos y amigas que se han brindado a sugerir nombres y datos de personalidades que de alguna manera han incursionado ocasionalmente en el arte del humorismo y la caricatura. Entre estos colaboradores y colaboradoras mencionamos a los colegas: Paquita Armas, René de la Nuez, Víctor Manuel González, y otros anónimos.
Quisiera comenzar con alguien que nació el mismo día que yo, pero ciento diez años antes y con una trayectoria para respetar. Su vida y su obra han trascendido por los aportes al desarrollo de la especie humana en su devenir histórico.
Resulta que Federico Engels, de familia acomodada y protestante, vino al mundo un 28 de noviembre de 1820 en la ciudad alemana de Barmen, actualmente Wuppartal.
Trabajó de joven en la empresa de tejidos de la familia y a los 19 años ya escribía artículos literarios y filosóficos.
Admirador de la obra de Hegel y Heine, en 1842 abraza la causa comunista y ese mismo año conoce a Carlos Marx. Aunque por caminos distintos coinciden en un mismo fin: La lucha del proletariado por su emancipación. Pero no es hasta dos años después que, en su visita a París, lo conoce personalmente y comienzan a trabajar mancomunadamente..
El resto de esta historia corre junto a “El Capital”, por tanto, es harto conocida, debatida, discutida e insoslayable para seguidores y detractores. Lo que muchos capitalistas no saben es que, en todo ese tiempo Engels capitalizó la literatura científica junto con el dibujo satírico, y dejó capitales muestras de su punzante calidad artística, corriendo el riesgo de que tribunales reaccionarios le aplicaran la pena capital. Pero nunca capituló, y esa es la razón capital por la cual les ofrecemos estos ejemplos:Otra figura descollante en el siglo XIX es Víctor Hugo: Poeta, novelista, dramaturgo, ensayista, y crítico. Se considera la principal figura del romanticismo francés.
Nace en 1802 y desde pequeño se le considera un niño precoz, Cuando escribe “Bug Jargal” con 22 años, ya contaba con una copiosa obra literaria.
Hugo es quien incorpora al teatro francés lo feo y lo grotesco, mezclando lo cómico con lo trágico. Sus numerosos escritos pueden considerarse, verdaderas obras maestras, pero no es hasta su exilio y deportación por el régimen de Napoleón III, que surgen sus principales aportes. Con solo realizar “Los Miserables” en 1862, Víctor Hugo ya tenía asegurada la inmortalidad.
Pero no es en este aspecto que queríamos presentárselo a ustedes.
Según sus biógrafos, hasta nuestro José Martí, cambió correspondencia con el polifacético escritor francés considerándose uno de sus más fervientes admiradores. Incluso tuvo conocimiento de su obra pictórica donde descollaba el dibujo, las acuarelas y hasta las caricaturas, como podrán ver a la izquierda.
El que traemos ahora a vuestra consideración es un contemporáneo que comenzó a tejer su cadena de reconocimientos en nuestro país. Se trata de Luis Britto García, venezolano nacido en Caracas en 1940.
Ganador del Premio Casa de las Américas en 1969 con “Abrapalabra”, y un año después en el mismo certamen con “Rajatabla”, Luis Britto García tejió una cadena de galardones hasta el día de hoy, contándose entre ellos: El Premio Latinoamericano de Dramaturgia “Andrés Bello”; el Premio de Teatro “Juana Soto”, el Premio Municipal de Teatro; así como el de Literatura Humorística “Pedro León Zapata”, el Premio “Ezequiel Martínez Estrada” y el de Ensayo, hasta el año 2002 en que obtiene el Premio Nacional de Literatura en su país de origen, Venezuela.
En su curriculum aparece Britto como narrador, dramaturgo, dibujante, y explorador submarino. De él habíamos leído algunos trabajos suyos, no solo de estos temas sino también sobre el “comic” o la historieta; pero lo que no sabíamos era el tronco de caricaturista que se gastaba el colega Luis Britto hasta que nos cayó en las manos un cuaderno tan pequeño que cabía en un bolsillo de la camisa, pero con unos dibujos humorísticos como para chuparse los dedos.
He aquí la constancia gráfica de ello:Franz Kafka, Karel Capec y Jaroslav Hasek, todos ellos en el Siglo XX, conforman el trío de escritores checos más destacados de su historia, aunque los dos primeros solo lo hicieran en idioma alemán.
De Kafka podemos decir que nace en Praga en 1883, y desde la niñez sufrió una incomprensión paterna que lo marcó para toda la vida. De esos años dejó amargos e inéditos escritos que se publicaron tras su muerte en 1924. Entre ellos se cuentan las antológicas novelas “Metamorfosis”, “El Proceso”, “El Castillo” y “América”.
Aunque Kafka estudió derecho en su ciudad natal, solo encontró trabajo en una oficina de seguros, que le sirvió de inspiración para algunos de sus escritos. Allí contrajo la tuberculosis que le minó los pulmones hasta su prematuro fallecimiento a los 41 años de edad. Vean a continuación una muestra de dibujos humorísticos hechos por este maestro del surrealismo y el existencialismoHasta aquí hemos recorrido un largo camino en busca de esos que son caricaturistas pero no están entre ellos. En el periplo investigativo pasamos por Alemania, Checoslovaquia, Francia, y Venezuela. Vayamos ahora a España para encontrarnos con otro que está pero no es.
Se trata nada menos que de Federico García Lorca, poeta y dramaturgo granadino, quien llegara a convertirse en el escritor más famoso del siglo XX en la península. En su agitada existencia entabló amistad con otros españoles de pura cepa como Salvadór Dalí, Luis Buñuel, o Rafael Alberti. Es de destacar que García Lorca dejó su impronta también en su visita a Cuba y Estados Unidos entre 1929 y 1930.
Seis años más tarde al comienzo de la Guerra Civil es fusilado por el franquismo, dejando una numerosísima obra poética y teatral. En la primera de esas categorías destaca “El poema del cante jondo”, “El primer romancero gitano”, “Tierra y Luna”, “Diván de Tamarit”, “Poeta en Nueva York”, “Los poemas en prosa”, “Sonetos del amor oscuro”, “Los seis poemas galegos” y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”; pero igualmente impactante fue su dramaturgia, donde sobresale “La zapatera prodigiosa”, “Amor de don Perlimpimpin con Belisa en su jardín”, “Bodas de Sangre”, “Yerma”, “Doña Rosita la Soltera” y su última puesta en escena de 1936 “La casa de Bernarda Alba”… Y todo esto en solo 36 años de existencia.Pero Lorca además, nos dejó simpáticos dibujos con los que concluimos esta entrega.
Les prometo seguir indagando para nuevas propuestas de caricaturistas ocasionales.
Quisiera comenzar con alguien que nació el mismo día que yo, pero ciento diez años antes y con una trayectoria para respetar. Su vida y su obra han trascendido por los aportes al desarrollo de la especie humana en su devenir histórico.
Resulta que Federico Engels, de familia acomodada y protestante, vino al mundo un 28 de noviembre de 1820 en la ciudad alemana de Barmen, actualmente Wuppartal.
Trabajó de joven en la empresa de tejidos de la familia y a los 19 años ya escribía artículos literarios y filosóficos.
Admirador de la obra de Hegel y Heine, en 1842 abraza la causa comunista y ese mismo año conoce a Carlos Marx. Aunque por caminos distintos coinciden en un mismo fin: La lucha del proletariado por su emancipación. Pero no es hasta dos años después que, en su visita a París, lo conoce personalmente y comienzan a trabajar mancomunadamente..
El resto de esta historia corre junto a “El Capital”, por tanto, es harto conocida, debatida, discutida e insoslayable para seguidores y detractores. Lo que muchos capitalistas no saben es que, en todo ese tiempo Engels capitalizó la literatura científica junto con el dibujo satírico, y dejó capitales muestras de su punzante calidad artística, corriendo el riesgo de que tribunales reaccionarios le aplicaran la pena capital. Pero nunca capituló, y esa es la razón capital por la cual les ofrecemos estos ejemplos:Otra figura descollante en el siglo XIX es Víctor Hugo: Poeta, novelista, dramaturgo, ensayista, y crítico. Se considera la principal figura del romanticismo francés.
Nace en 1802 y desde pequeño se le considera un niño precoz, Cuando escribe “Bug Jargal” con 22 años, ya contaba con una copiosa obra literaria.
Hugo es quien incorpora al teatro francés lo feo y lo grotesco, mezclando lo cómico con lo trágico. Sus numerosos escritos pueden considerarse, verdaderas obras maestras, pero no es hasta su exilio y deportación por el régimen de Napoleón III, que surgen sus principales aportes. Con solo realizar “Los Miserables” en 1862, Víctor Hugo ya tenía asegurada la inmortalidad.
Pero no es en este aspecto que queríamos presentárselo a ustedes.
Según sus biógrafos, hasta nuestro José Martí, cambió correspondencia con el polifacético escritor francés considerándose uno de sus más fervientes admiradores. Incluso tuvo conocimiento de su obra pictórica donde descollaba el dibujo, las acuarelas y hasta las caricaturas, como podrán ver a la izquierda.
El que traemos ahora a vuestra consideración es un contemporáneo que comenzó a tejer su cadena de reconocimientos en nuestro país. Se trata de Luis Britto García, venezolano nacido en Caracas en 1940.
Ganador del Premio Casa de las Américas en 1969 con “Abrapalabra”, y un año después en el mismo certamen con “Rajatabla”, Luis Britto García tejió una cadena de galardones hasta el día de hoy, contándose entre ellos: El Premio Latinoamericano de Dramaturgia “Andrés Bello”; el Premio de Teatro “Juana Soto”, el Premio Municipal de Teatro; así como el de Literatura Humorística “Pedro León Zapata”, el Premio “Ezequiel Martínez Estrada” y el de Ensayo, hasta el año 2002 en que obtiene el Premio Nacional de Literatura en su país de origen, Venezuela.
En su curriculum aparece Britto como narrador, dramaturgo, dibujante, y explorador submarino. De él habíamos leído algunos trabajos suyos, no solo de estos temas sino también sobre el “comic” o la historieta; pero lo que no sabíamos era el tronco de caricaturista que se gastaba el colega Luis Britto hasta que nos cayó en las manos un cuaderno tan pequeño que cabía en un bolsillo de la camisa, pero con unos dibujos humorísticos como para chuparse los dedos.
He aquí la constancia gráfica de ello:Franz Kafka, Karel Capec y Jaroslav Hasek, todos ellos en el Siglo XX, conforman el trío de escritores checos más destacados de su historia, aunque los dos primeros solo lo hicieran en idioma alemán.
De Kafka podemos decir que nace en Praga en 1883, y desde la niñez sufrió una incomprensión paterna que lo marcó para toda la vida. De esos años dejó amargos e inéditos escritos que se publicaron tras su muerte en 1924. Entre ellos se cuentan las antológicas novelas “Metamorfosis”, “El Proceso”, “El Castillo” y “América”.
Aunque Kafka estudió derecho en su ciudad natal, solo encontró trabajo en una oficina de seguros, que le sirvió de inspiración para algunos de sus escritos. Allí contrajo la tuberculosis que le minó los pulmones hasta su prematuro fallecimiento a los 41 años de edad. Vean a continuación una muestra de dibujos humorísticos hechos por este maestro del surrealismo y el existencialismoHasta aquí hemos recorrido un largo camino en busca de esos que son caricaturistas pero no están entre ellos. En el periplo investigativo pasamos por Alemania, Checoslovaquia, Francia, y Venezuela. Vayamos ahora a España para encontrarnos con otro que está pero no es.
Se trata nada menos que de Federico García Lorca, poeta y dramaturgo granadino, quien llegara a convertirse en el escritor más famoso del siglo XX en la península. En su agitada existencia entabló amistad con otros españoles de pura cepa como Salvadór Dalí, Luis Buñuel, o Rafael Alberti. Es de destacar que García Lorca dejó su impronta también en su visita a Cuba y Estados Unidos entre 1929 y 1930.
Seis años más tarde al comienzo de la Guerra Civil es fusilado por el franquismo, dejando una numerosísima obra poética y teatral. En la primera de esas categorías destaca “El poema del cante jondo”, “El primer romancero gitano”, “Tierra y Luna”, “Diván de Tamarit”, “Poeta en Nueva York”, “Los poemas en prosa”, “Sonetos del amor oscuro”, “Los seis poemas galegos” y “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”; pero igualmente impactante fue su dramaturgia, donde sobresale “La zapatera prodigiosa”, “Amor de don Perlimpimpin con Belisa en su jardín”, “Bodas de Sangre”, “Yerma”, “Doña Rosita la Soltera” y su última puesta en escena de 1936 “La casa de Bernarda Alba”… Y todo esto en solo 36 años de existencia.Pero Lorca además, nos dejó simpáticos dibujos con los que concluimos esta entrega.
Les prometo seguir indagando para nuevas propuestas de caricaturistas ocasionales.
Querido Blanquito, cada nueva parte de "No son todos..." me parece aun más interesante, y simpática, que las anteriores, "que ya es decir". Como siempre disfruté de toda tu actualización, lo de Silvio (siempre me pareció genial "el hueco"), la evocación del bambinazo, las dos criollitas (con el agradable recuerdo de las felinas), la primicia del tren... en fin, que todo ello con el valor añadido de los anuncios de libros y todo lo demás que integra un exquisito diseño, y hace difícil desprenderse de la página después que se adueña de la pantalla. Un fraterno abrazón, de Víctor Manuel, a las 12 y 15 del sábado 13-11-10
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