En la foto, tomada precisamente en la premiación del 2003, se saludan estos dos últimos
—Quino a la derecha y Chumy a la izquierda-- aunque esto nada tenga que ver con inclinaciones políticas; por el contrario, ambos eran--son--del mismo partido: Humoristas, aunque no neutros.
Lo cierto es que el abrazo respondía a remembranzas infantiles. La firma QUINO viene desde un mote de su niñez cuando a Joaquinito le decía así. En España llamaban al pequeño José María CHUMY, no sé por qué razón. De adulto adoptó su firma profesional agregándole el apellido CHÚMEZ.
Despejemos la primera incógnita: Su nombre completo José María González Castrillo; con acento norteño, hipocondriaco de adicción y naturaleza bucólica; contemplativo ante las grandezas y miserias humanas, y amante del salario bien remunerado. En fin, un tipo normal, provisto de un humor absurdo, casi cruel, a la vez que abrazado a las mejores causas en tiempos difíciles. Con una particularidad, parece que desconfiaba un tanto de los “periodistas” en tiempos de paparazzis.
Durante muchos años el semanario LA CODORNIZ, publicó caricaturas de actualidad según los intereses del régimen de Franco. Con el advenimiento de la transición democrática y el llamado “destape”, tanto los temas políticos, sexuales, como económicos, entre otros tantos, clamaban por surgir a la luz pública.
En ese momento Chumy Chúmez, funda una publicación antológica que hizo temblar la popularidad alcanzada por LA CODORNIZ durante décadas: HERMANO LOBO.
Entre sus colaboradores contó con firmas prestigiosas como Vázquez Montalbán, El Roto, OPS, Forges, y Gila, lamentablemente la revista duró sólo cuatro años:
Chumy Chúmez nos visitó en a fines de la década del 60 en el pasado siglo, y PALANTE dejó constancia de la exitosa muestra de sus trabajos en La Rampa habanera.
Antes y después de la exposición, mantuvo magníficas relaciones con sus colegas del lado de acá del charco, y en cuanto a su obra-–poco conocida en Cuba por su extensión—los remito a sus propias palabras tomadas de la entrevista que la revista QUEVEDOS le hiciera precisamente con motivo del galardón obtenido. Si se fijan bien, notarán en cada una de sus respuestas la sutil ironía que lo caracterizaba tanto en sus palabras como en su obra gráfica. En primer lugar decía con desparpajo que no le interesaba la demagogia de los políticos de su tiempo, sino sus problemas intestinales. He aquí una síntesis de la misma:
P. -¿Alguna vez pensó que recibiría el Premio Quevedos’
R. –Lo que pensé es a ver si lo van a dar cronológicamente y no me va a tocar porque no llego.
Nunca un sarcasmo fue tan atinado. Chumy Chúmez murió en el 2003.
P. -¿Qué le parece la idea de crear un Museo de Humor Gráfico?
R. –Me parece muy bien pero supongo que será un riesgo que ustedes superarán. Los dibujos que expresan situaciones políticas no son museables, tienen fecha de caducidad, y yo espero que no caigan en la tentación de poner este tipo de trabajos.
Nuestro Museo del Humor de San Antonio de los Baños ya tiene 33 años de existencia corriendo esos mismos riesgos. Contra viento y marea--igual que Cuba frente al bloqueo—se mantiene pulsando la actualidad en un ejercicio permanente “Contra el olvido”.
A propósito de la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba copió la pregunta que entonces se le hiciera al dibujante español:
P. ¿Por qué se hacen tan pocos chistes sobre el Papa?
R. –Que no se hagan en España no quiere decir que en otros países ocurra lo mismo. Aquí no interesa hacer comentarios contra la religión porque se pierden lectores. Con la democracia ocurre lo mismo, se ha generalizado, y ahora nadie puede hablar mal sobre ella, ni tan siquiera de lo que no se ha hecho bien.
Aclaro que estas expresiones fueron dadas en un momento donde imperaba en Europa el famoso Estado de Beneficio, implantado con el objetivo de sumar conciencias en una ofensiva neoliberal a fines del siglo XX, aprovechando la crisis del socialismo, la caída de la URSS; y sobre todo, la Posición Común respecto a Cuba.
La situación ha dado un vuelco de 180 grados. España, en la práctica, regresa a su status anterior, se ve inmersa en la crisis global a partir del 2008. La pandemia de la pobreza, el “paro” y otros males tercermundistas azotan a la culta UE incluyendo su moneda única. Muchas de las ironías innatas a la obra de Chumy Chúmez se tornan cotidianas, y lo que en su momento él aplicó a la peseta española, hoy a sus paisanos se les paga con la misma moneda: Es decir el euro.
Hemos ilustrado este trabajo con la selección de algunos de los temas más comunes abordados en sus dibujos satíricos sin palabras; y otros cuyos protagonistas son simples carteles que lo dicen todo. Lo curioso, por no decir original, son esos diminutos soles negros con los cuales iluminó misteriosamente sus caricaturas, y todavía me pregunto:
¿Qué significan? Hasta ahora, nadie ha podido responderme, ¿qué cómo cuándo y por qué nos alumbran?
Yo mismo, durante la década de los años 60 del pasado siglo, colgaba una arañita pelúa en cada una de las mías. Por entonces recibí docenas, tal vez cientos de cartas y llamadas telefónicas, interesándose en saber cuál era mi intención, qué significado tenían, y dónde estaba la clave.
Me imagino que Chumy tendría la misma respuesta que yo:
--¡PA´JODER!
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