Yo: Entrevistar a un
mago de verdad no es fácil y a Gardini en particular resulta casi imposible. A
la primera pregunta me dice:
El: ¡Abracadabra! Gardini
es mi nombre artístico, pero en realidad me llamo Belarmino S. Domínguez
Almager. Y no cumplo 40 años sino 55 igual que nuestra Revolución, pues salí
del útero materno y no de un sombrero de copa, el 9 de febrero de 1959.
Yo: ¿Entonces qué
celebramos hoy?
El: El nacimiento del
mago Gardini en 1974 que coincidió con mis 15. ¡Tremenda fiesta!, porque de
aquella piñata surgió mi verdadera vocación.
Yo: Entonces ¿es usted
un artista empírico?
El: Como casi todos.
Hay que tener vocación. Me gradué de licenciado en Ciencias Sociales e Historia
en la Universidad de la Habana en 1988, pero después de ser Técnico Medio en
Agronomía y dejar los estudios de Ingeniería y también de Derecho, ambos en el
tercer año también en la Universidad de la Habana (1982).
Yo: Entonces usted ¿es
una especie de hombre orquesta?
El: Si usted supiera,
me gusta la música, pero lo que pasé fue mucho trabajo y después pasé un taller
de conductor de programas en la televisión, otro de voz y dicción en Radio Taino
así como de magia EPAM y de Inglés sin barrera.
Yo: Ese Inglés sin barrera
no lo conozco, el que yo cursé era el Inglés de Jorrín… “Tom is a boy” y
“Mery is a girl”. ¿Cómo ocurrió lo de la Compañía Sueños Mágicos en el
Apolo?
El: Como pasan todas
las cosas: Un día pasé bajo los portales de 10 de Octubre cerca de mi casa y pasé
tremendo susto. Por poco me mata un desprendimiento del techo que me pasó cerca
y me dije: ¡Esto debe tener arreglo!, se me encendió la chispa, me propuse
meterle manos a la obra junto a entusiastas activistas y acudí a las
autoridades pertinentes contándoles mis Sueños Mágicos. De nuevo el nada por
aquí y nada por allá dio resultado. A golpe de restauración comencé este
proyecto en el año 2003.
Yo: ¿Tenias fe en
dicho propósito?
El: Tenía lo que debía
de tener: Deseo, voluntad y conocimientos para emprender la tarea, lo que no me
imaginaba era su envergadura. Cuando miro hacia atrás todo parece obra de
magia. El “Apolo” estaba en ruinas y me encomendé al otro Apolo –el oráculo
y dios griego de la sabiduría—y este me trazó una prueba solo comparable a las
12 tareas de Hércules. Pero yo no soy ni dios, ni semidiós; a lo sumo el hijo
de Hércules, pero tampoco me gustó el nombrecito, así que me quedé con el
tradicional de Gardini.
Yo: ¿Satisfecho?
El: Un verdadero
artista nunca lo está, pero puedo sentirme recompensado, no solamente por la
celebración de mis 40 años de vida artística sino por los resultados: En el 2005 fui agraciado con “Magia
y Algo más” y “Sueños de un viejo mago”, en el
2006 “Más
allá de la lámpara y los sueños”,
en el 2007 “Circo fantástico” y culminé con “El Camarón Encantado”
2009 y 2010. Además participé en Expo-Cuba con la Fiesta de la Magia, así como en
intercambios culturales con México, siendo invitado nuevamente en este mes de
noviembre.
Yo: ¡Futuro!
El: Ese es el de los
jóvenes y a ellos me dedico. El teatro les abrió sus puertas a partir del 2003
y recibí el primer estímulo con el Premio Ánfora 2013. Mis sueños mágicos se
volvieron realidad. Y en cuanto a su pregunta el futuro lo hemos puesto en un
taller para niños y jóvenes que lleva el emblemático nombre de “Harry
Potter”. Ahí está el detalle como diría Cantinflas o el futuro, como
digo yo.
Yo: Muchas gracias
Gardini por esta entrevista medio en broma medio en serio, pero sin lugar a
dudas: Llena de magia y fantasía, sorprendente y seductora, lo cual merece el
aplauso del respetable, esos que usted se ha ganado para siempre.
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