Uno de los primeros trabajos publicados en este blog
bajo el título de “Mis Desmemorias 1” lo dediqué en enero
de 2009 al querido e inolvidable José Zacarías Tallet.
Fue un poeta genial, un humorista nato e investigador
profundo, pero nos limitaremos a situarlo en la esfera donde lo conocimos y desarrolló
gran parte de su obra: El periodismo.
Desde 1923 Tallet pasó por un par de redacciones hasta
que inicia su largo aporte al diario EL MUNDO como traductor de cables en 1926,
un año después Jefe de dicho Departamento y director de su suplemento dominical
en 1928, hasta ser cerrado por los dueños en 1933, pasando a formar parte del
diario cooperativo AHORA.
Cinco años después regresa al periódico cito en Águila
y Virtudes; y a partir de 1943 simultanea en la Escuela Profesional de
Periodismo “Manuel Márquez Sterling” como profesor de Historia
y subdirector hasta 1959 que lo nombran director de la misma. Tras breve
incursión por EL PAIS, regresa a EL MUNDO en 1961—época en que nos conocimos.
Dicen que por su físico, de joven era comparable a un
Quijote pelirrojo y cubanísimo, con adarga al brazo y dispuesto a deshacer
entuertos en época de dictaduras, desgobiernos y politiquería.
Al triunfo de la Revolución, siendo yo el linotipista
más bisoño del periódico, lo ví con la misma abundante melena, bigote de
manubrio y chivo profético, pero ahora blanco en canas. Mantenía el mismo
ímpetu combativo a favor de la Revolución y en Defensa del Idioma.
Sus consejos tuvieron mucho que ver con mi futuro, al
ser nombrado para ocupar la plaza de caricaturista editorial en el diario tras
su intervención revolucionaria el 1º. de marzo de 1960.
Por entonces José Zacarías Tallet, Matanzas (18-10-1893)
ya era un consagrado poeta, investigador y periodista que había creado allí la
sección “Gazapitos” arreglándole la plana a los depredadores del idioma.
Algún tiempo después, la sección—ya mayor de edad--pasó con él a la revista BOHEMIA,
que él mantuvo aún después de su jubilación en 1988, y tras su fallecimiento
meses más tarde (21-12-1989), “Gazapos” se viene manteniendo hasta
el día de hoy gracias al empeño de su continuador, el colega Fernando Carr
Parúas.
Cuatro años antes del deceso de Pepe Zacarías Tallet,
como un homenaje al querido compañero, colega y maestro, yo había enviado esta
caricatura personal suya al Salón Nacional de Humorismo de la Unión de
Periodistas de Cuba, una de las pocas realizadas por mi en alambrón sobre
superficie de polietileno blanco--para contrastarlo con el pelo azafranado de
su inquieta juventud--siendo generosamente recompensado al recibir el Primer
Premio en su categoría.
Sirvan las líneas siguientes como muestra de la humorística
forma en que Tallet satirizaba el maltrato al idioma en ambas secciones periódicas
y que recopiló en su obra “Evitemos Gazapos y Gazapitos”. Aquí
van:
“…Quienes por afinidad escriben acervo con B de
burro, en vez de V de vaca, se refieren a nuestra cruel, rigurosa y
desapercibida cultura.
Absorción no es lo mismo que adsorción. La primera es la acción de absorber o chupar. La segunda es la penetración leve de un sólido por gas. Por tanto no es lo mismo chupar que meter aunque sea superficialmente.
Si te diagnostican afacia tienes que operarte de cataratas. Si lo que tienes es afasia no podrás expresarte ni siquiera con mímica.
El ronco puede estar todo menos afónico, que quiere decir falta de voz.
No dejó que alguien lo satisfaciera, pues nunca quedaría satisfecho. Si lo satisficiera sería otra cosa.
Absorción no es lo mismo que adsorción. La primera es la acción de absorber o chupar. La segunda es la penetración leve de un sólido por gas. Por tanto no es lo mismo chupar que meter aunque sea superficialmente.
Si te diagnostican afacia tienes que operarte de cataratas. Si lo que tienes es afasia no podrás expresarte ni siquiera con mímica.
El ronco puede estar todo menos afónico, que quiere decir falta de voz.
No dejó que alguien lo satisfaciera, pues nunca quedaría satisfecho. Si lo satisficiera sería otra cosa.
Usted pudiera ser de pelo albino, incluso en la
parte alvina del cuerpo.
Alectomancia y alectomaquia son dos palabras que tienen que ver con los gallos. La primera se refiere a la lidia de gallos; por medio de la segunda podría adivinar cual de los dos va a ganar la pelea.
El álgebra lo mismo puede resolver un problema matemático que ortopédico.
Por mucha dulzura conque él la amartelara, ella le dio calabazas.
La guerra que actualmente llevan a cabo los sionistas contra Palestina, no es antisemita, como quieren hacer ver algunos medios, pues ambos pueblos son semitas…”
Alectomancia y alectomaquia son dos palabras que tienen que ver con los gallos. La primera se refiere a la lidia de gallos; por medio de la segunda podría adivinar cual de los dos va a ganar la pelea.
El álgebra lo mismo puede resolver un problema matemático que ortopédico.
Por mucha dulzura conque él la amartelara, ella le dio calabazas.
La guerra que actualmente llevan a cabo los sionistas contra Palestina, no es antisemita, como quieren hacer ver algunos medios, pues ambos pueblos son semitas…”
Lo que hoy algunos con cierto rechazo al tufito séptico
llaman subsanación de errores--tal vez porque estén enfermos o en
rechazo a cierto olorcillo--es lo que por entonces se conocía como corrección
de pruebas, del verbo corregir. El pícaro Tallet se encargó siempre de
poner en su sitio con cierta ironía léxical, ejemplos como éste que ahora
exponemos.
Espero que hayan disfrutado dichas humoradas donde
aflora una vez más la punzante sátira del maestro y, con las que puse punto
final a aquellas desmemorias mías del 2009..
Hoy a 25 años de su desaparición física y del homenaje
que por tal motivo le rindiera la revista BOHEMIA en su edición del pasado 12
de diciembre, les recomiendo a mis vecinos que traten de conocer un poco más de
“El
Tallet jocoso” tal y como nos lo presenta allí Fernando Carr Parúas,
quien además mantiene hasta hoy–contra viento y marea--dicha sección “Gazapos”
inspirada en el mismo espíritu quijotesco de Pepe Z. Tallet.
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