Confieso que, en ambos casos, lo más difícil fue encontrar dibujos que documentaran lo que ya conocíamos de antemano, pero que no contábamos con la documentación gráfica pertinente.
Parece que la cosa de los caricaturistas ocasionales pica y se extiende, pues gracias a las inquietudes intelectuales del profesor de la Universidad de Las Villas, Samuel Feijoó, y a mi insistencia de polilla, descubrí nuevos “Signos”, y todo debido a la manía –bendito capricho suyo— de aportar su personal sello a la obra de algún consagrado. El mejor ejemplo lo dan las propias portadas de su revista, como ésta realizada a dos manos entre Feijoó y el maestro Portocarrero.
En su carácter de investigador, periodista, folklorista, promotor, novelista, editor, y activista cultural, practicó el “multioficio”. En fin, como él mismo diría: “Músico, poeta, y loco”.
Lo cierto es que ahora, --y gracias a Feijoó— podemos ofrecer un nuevo listado que comprende a varias personalidades de nuestra cultura que fueron entrevistados por él, con la habilidad de pedirle a cambio que le hiciera un dibujito.
A lo largo del trabajo hemos ido incorporando cada una de estas muestras respetando los textos que a manera de “descarga” han manuscrito los propios entrevistados.
Para concluir, y tratándose de autores cubanos, quisiera dejar constancia de esta incognita:
En una ocasión, aprovechando mi relación con el compañero Tinguao, a la sazón director del complejo turístico de Guanabo, tuve la curiosidad de preguntarle algo un tanto embarazoso. Sabíamos que en la confección de ”El Acusador”, publicación mimeografiada antibatistiana --agosto de 1952--, a escasos seis meses del golpe de estado, sólo habían intervenido cinco personas. A saber: Abel Santamaría y Raúl Gómez García, quienes habían caído en combate, el Dr. Fidel Castro Ruz, Jesús Montané Oropesa, y el propio Tinguao.
En la conversación, éste me confesó que él fue el encargado de la distribución del boletín mimeografiado, pero que nada tuvo que ver en su confección.
Mi curiosidad aumentó, y años después, en un encuentro informal durante un congreso de periodistas en el Palacio de Convenciones, abordé al compañero Jesús Montané Oropesa, con las mismas interrogantes.
Chucho Montané esbozó una sonrisa pícara para contestarme que él no fue el autor y, debido a la compartimentación del momento histórico, tampoco sabía quién las había realizado, con lo cual el secreto se mantenía vírgen.
Solo faltaba consultar a nuestro Comandante en Jefe, y ni me atreví en su momento, ni después como consecuencia de su estado de salud durante estos últimos años.
Esta es la razón por la cual, el autor de estos dibujos no aparece en la lista de mis “Caricaturistas ocasionales”, sin embargo, aquí les presento una copia de la publicación donde aparecen las caricaturas aludidas… Fidel tiene la palabra.
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