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18 dic 2010

EN POCAS PALABRAS.

EL SECUESTRO DEL NIÑO AMARILLO POR EL CIUDADANO KANE.

Los fieles vecinos que siguen este blog desde agosto de 2008 tal vez hayan notado que dedica gran parte de sus propuestas a divulgar obras y autores que tienen algo que ver con la caricatura o la historieta. Eso se debe a que este humilde servidor no es más que eso, --un simple dibujante humorístico--, que en sus horas libres tiene como “hobby” el hábito de escudriñar entre viñeta y viñeta, los misterios de eso que ha dado en llamarse el Noveno Arte, casi hermano gemelo del famoso Séptimo, es decir: El Cine.

Confleso que nunca llegué a conocer cuál es el Octavo Arte, --y como la famosa película de Ridley Scott, titulada “El Octavo Alien”--, ahí les dejo esa pelota extraterrestre, para ver quien me la batea.

Pues bien el próximo 24 de diciembre, mientras la comunidad católica celebre la Cena de Nochebuena, --o Nochevieja como se le dice en España--, Se cumplirán 117 años de un acontecimiento fundamental o fundacional de esta disciplina.

Ese día irrumpió por primera vez en las páginas del ”New York Worid” de Pulitzer un pequeño bribón, sin nombre propio y asiático por mas señas, a quien el público reconoció a partir de entonces como el “Yellow kid”, o niño amarillo en nuestro idioma.

Su popularidad era tal que tres años más tarde su autor, el dibujante Richard Felton Outcault fue contratado en exclusividad por el magnate rival William Randolph Hearst para formar parte del “staff” del “New York Journal”.

El popular personaje de tinta china, tal vez por la misma asiática razón, dio nombre a ese tipo de prensa conocida por “periodismo amarillo” o sensacionalista. El cambalache entre Pulitzer y Hearst, retratado magistralmente por Orson Wells en el “Ciudadano Kane”, también representa un buen ejemplo del llamado “robo de cerebros” tan frecuente en este mundo globalizado de hoy..

Como siempre pasa, el protagonismo yanqui en todas las esferas acapara cintillos desde el claustro materno de su imperial “American Way of Life”; sin embargo, las tiras cómicas tuvieron su antecedente en la culta Europa del siglo XIX, con autores como el suizo Rudolph Topffer (1799-1846), el francés Cristophe (1865-1945), o el alemán Wilhelm Busch (1832-1908). De este último tenemos también algo en el tintero, pero no queremos aburrirlos en esta sección que por algo se titula “En Pocas Palabras”.

NUNCA ES TARDE SI LA FELICITACIÓN LLEGA.

NO quisiéramos despedir el año sin rendir tributo a personalidades de nuestra cultura,

quienes en algún momento de sus vidas fueron víctimas de mi lápiz juguetón.

NO son muchos los que pudimos captar, pero sí algunos que en este año cumplían fechas redondas o semiredondas.

NO todos pudieron ser realizados en colores.

NO publicaremos las caricaturas de quienes ya han sido reproducidos/as en nuestro blog personal. A saber: Alicia Alonso 90 años; Juana Bacallao 85 años; Dora Alonso 100 años; Teresita Fernández 80 años; Miguel Barnet 70 años; y Abel Prieto 60 años.

NO serán nada extraordinarias, pero fueron hechas con la mejor intención. Espero que sean de vuestro agrado:

En conclusión: ¡NUNCA ES TARDE SI LA FELICITACIÓN LLEGA!

DESPEDIDAS DE AÑO PARA RECORDAR.

Dicen que en la despedida de año en La Habana de 1929, ocurrió algo insólito. Personalmente no me consta porque yo naci once meses después, pero lo cierto es que, el colega Guillermo Lagarde, en su libro “Desapolillando Archivos” de la Editora Letras Cubanas en 1979, y bajo el acápite titulado “Ese sí fue un apagón, el de 1930, cuenta en detalles lo ocurrido a las 12 y 10 minutos de esa madrugada.

Debemos imaginarnos la inquietud del momento, teniendo en cuenta que el hecho ocurrió durante el funesto mandato del Presidente Gerardo Machado, quien había tomado posesión de su cargo cinco años antes, convirtiéndose en un odiado dictador.

Pero dejemos que Lagarde nos lo cuente con sus propias palabras:

“De lo ocurrido aparece culpable el soldado Inocencio Herrera, vecino del solar el “Mono Verde”, situado en Vives 83, quien hizo cuatro disparos al aire con su revólver de reglamento, desde la puerta de su domicilio, causando con uno de ellos la ruptura de un cable de alta tensión y como consecuencia, el cortocircuito que afectó a La Habana de Figuras a Diarias y de Belascoaín al mar, incluyendo además todo el Paseo del Prado, Malecón, Parque Central, Avenida de las Misiones y Capitolio, los edificios de los centro regionales donde se celebraban bailes populares, las instalaciones de policía, algunos periódicos comprendidos en ese radio, y el Palacio Presidencial. Herrera fue detenido por la policía que levantó el acta de rigor…”

Debo aclarar que para celebrar el advenimiento de un nuevo año, --disparar al aire, lanzar voladores, tirar cubos de agua, y otros ritos eran comunes en Cuba--. Con ello se pretendía que el mal, o los males, se fueran con el Año Viejo.

Pero si, además tenemos en cuenta que esa zona era el centro neurálgico de la capital antes que La Rampa del Vedado lo desplazara en popularidad; y el ambiente reinante en el Palacio de Gobierno con Machado encendiendo una vela en su propia madriguera, mientras temblaba pensando que aquel apagón pudiera ser la chispa de una revuelta justiciera. Podrán imaginarse el susto vigueta del Señor Presidente..

Otro Año Nuevo inolvidable ocurrió 28 años después con otro dictadorzuelo en ese mismo Palacio de la Avenida de las Misiones, perdón, la fiesta de las doce uvas fue en el Campamento Militar de Columbia, con los motores de los aviones encendidos en espera del vuelo chancletero.

Corrían los últimos días 1958. Las tropas rebeldes avanzaban por distintos puntos hacia occidente. Santiago de Cuba rodeada, y las tropas de Camilo y Che, dividiendo en dos el territorio nacional. El régimen se tambaleaba y hasta la propaganda revolucionaria hacía de las suyas:

Este anuncio publicitario que circuló en todos los medios durante el mes de diciembre, utilizaba recursos habituales en la prensa de la época para, mediante la curiosidad, aumentar las ventas de ciertos productos. Pero otro eran sus propósitos. ¿Cuál era en realidad la clave? Sencillamente convocar a la resistencia pacífica de sectores que aún no se hubieses incorporado a la lucha.

La incógnita vino a despejarse, días después, tras el triunfo de la Revolución: (O3O) quería decir: CERO CINE, CERO COMPRAS, CERO CABARET.

En cuanto al despetronque ocurrido dentro de las filas gubernamentales aquella madrugada del Primero de Enero de 1959, es historia harto conocida.

Hoy podemos felicitarnos mutuamente con esta pancarta que hicimos para el trabajo titulado “La Habana, ombligo del mundo” y que, dada su aceptación, repetimos de todo corazón.

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