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11 dic 2011

LAS MIL Y UNA NOCHES

Prometo narrarles la verdadera historia de Scherezade y sus cuentos. Pero como se trata de resumir mil y una noches de desvelos, no pretendo cansarlos y me limitaré a divulgar el hecho en una serie de-quince episodios, como los que semanalmente me maravillaban en aquellas matinées del cine de barrio.

La tradición oral en pueblos asiáticos más allá de la Vieja Europa, es decir en lo que se conoce por el Oriente Medio, era milenaria y se trasmitía a través de peregrinos, mercaderes, marinos, o pescadores, entre otros muchos migrantes y mitómanos que en el mundo han sido.

En el siglo XVI esas narraciones hindúes, sirias, turcas, griegas, persas y en hasta en otros dialectos, donde confluyen la intriga, lo fabuloso, y las costumbres, siempre llenas de vivencias y fantasías, tomaron cuerpo en los cuentos de las mil y una noches. Por tanto, el valor intrínseco no estriba tanto en la esencia de los relatos, muchos de ellos corrían ya de boca en boca y de generación en generación, sino en el de la protagonista: La joven Scherezade.

Es con ella que comienza nuestra historia.

ACLARACIÓN: A partir de ahora el comentario entrecomillado es nuestro.

CAP. 1. – Schazhnen, rey de Samarcanda, y Alta Tartaria sorprende a su mujer, la reina consorte, en brazos de su amante, “…los detalles me los reservo porque no me gusta el chisme…” Abrumado por el peso de los “celos” “…tampoco lo entiendo, dada la promiscuidad de los harenes donde había tanto tarro donde escoger. Y sigo…”el monarca se la arranca a los dos, “…sí, pero primero deja eunuco a su rival.

CAP. 2. – La tristeza lo embarga. Decide irse de allí y visitar a su hermano Schahriar, rey de la India y la China. Una vez en la fraterna corte descubre que su cuñada-- la reina --ha aumentado la parada, pues ambos la sorprenden en pleno libertinaje, con nobles cortesanos, y sus respectivas corte esclavas. “…A eso en Cuba se le llama “Baile del perchero”... Aquí queda demostrado una vez más que los únicos animales con un solo cuerno son los rinocerontes y los unicornios…”

CAP. 3. – Ambos reyes doblemente “coronados” deciden retirarse del mundo, y abandonan la ciudad; “…tampoco se cuenta que el suceso haya provocado ninguna limpieza étnica en palacio…” No irían muy lejos; al llegar a la orilla del mar, una nueva sorpresa les espera.

CAP. 4. –Allí, en la arena se encuentran un genio que hace salir de un arca de cristal a una joven hermosa, y en cuanto el espectro se duerme, “… no es camarón que se lo lleva la corriente…” sino que la ex prisionera les ofrece a los hermanos dos aros a cambio de sus favores sexuales,…”me imagino que sin mucha pena, pues aún le quedaban vírgenes otros 96 anillos producto de sus deseos encarcelados e insatisfechos…”

CAP. 5. –Schahriar decide regresar a Samarcanda, al considerar que el genio es más desgraciado que él, y vuelve a la capital para vengarse no solamente de la reina por la cornamenta del despecho, sino para despachar a todas y cada una de sus futuras “damas de compañía” después de una noche de lujuria, las que serían decapitadas a la mañana siguiente.

CAP. 6. – El decreto se cumple, y el luto ensombrece noche a noche toda la ciudad. “…Ni siquiera es amor de un día como reza la canción…” Nada parece saciar la sed de sexo y sangre del rey. Aquí entra en escena el visir del reino, pero sobre todo su hija, la bella Scherezade, quien decide tomar cartas en el asunto, con esta proposición:

CAP. 7. –Padre, he resuelto poner fin a esta matanza. Por Alá te pido que me cases con él. Si muero en el intento, quedaré satisfecha; si tengo éxito le habré prestado un gran favor al pueblo iraní. “… ¿Dura la chiquita, ¿no?...”

CAP. 8. –Su poder de convicción, pero también su porte y figura, logran del sultán que éste le autorice la compañía de su hermana menor Dinarzade durante la noche.”…Parece que en aquellos tiempos, no estaba prohibida la entrada a los menores de edad en ciertos lugares…”

CAP. 9 –La clave del asunto estaba precisamente en la presencia de la hermana, pues poco antes de cada amanecer debía proponerle a Scherezada lo siguiente: --Oh, hermana mía, si no tienen sueño aún, cuéntanos uno de esos hermosos cuentos que tú sabes. Quizás por última vez en la vida.

CAP. 10. --Esa última vez del alba solicitada por la hermana se repitió por mil y una noches consecutivas, gracias al talento de la narradora. Y aún más: Sabía en qué momento parar el relato, precisamente para crear el “suspense” en la parte más dramática del conflicto. “…Tal vez sin proponérselo, Scherezade sentó las bases para las películas de Hitchcock, los Continuará… de nuestras tiras cómicas, y los culebrones de la televisión…”

CAP. 11. --En cuanto a los cuentos. Presumo que ustedes saben tan bien o mejor que yo, las aventuras de “Aladino y la lámpara Maravillosa”, “Simbad el marino”, o “Alí Babá y los cuarenta ladrones”, entre otras 998 narraciones, así que dejo a un lado la fantasía, para regresar a la realidad.

CAP. 12. --Scherezada no nació heroica, se decidió a serlo cuando no le quedó más remedio, a costa de su propia vida. Pero tampoco tenía condición de mártir, sin embargo: Cortó de cuajo la larga cola de muchachas camino al matadero, por decisión de un miserable que no solo satisfacía momentáneamente sus apetitos sexuales, sino que pagaba sus excesos con la muerte de las indefensas jóvenes que se los proporcionaban. Y Scherezada lo hizo como merecía el canalla, inteligentemente: La magia solo existe en los cuentos de camino. No podía recurrir tampoco a la bondad de alguien que la desconocía; ni a la fuerza o la astucia ante ser tan vengativo y poderoso; tampoco podía escoger el momento adecuado.

CAP. 13. –Nuestra heroína utilizó eso que militarmente se conoce como estrategia, para lo cual se sentía particularmente dotada: Atraer al enemigo fuera de sus trincheras: la cama. En el campo suyo: el cuento. Y entonces, el ataque por sorpresa, pues antes de que haya tenido tiempo de recobrarse, emplear la táctica del escamoteo: “…Hacerlo creer que él sigue siendo EL MACHO.

--No la mataré hasta que no me narre lo que le pasó a...--Decía el sultán--. Y así hasta el infinito.

CAP. 14. –Todo cuento tiene su moraleja. Dicen que pasadas mil y una noches Scherezada pide permiso al sultán para presentarles a sus tres hijos concebidos entre cuento y cuento. “…Por lo tanto, pienso yo, no solo se puede vivir de eso…” El rey visiblemente emocionado le dice: --Oh, Scherezada, por Alá te digo que yo te perdoné mucho antes de conocer a estos niños, porque demostraste ser casta, pura, inteligente y piadosa… “..Además,…conociendo al monarca como lo conocemos agregaría yo… joven y buena hembra, claro…”

CAP. 15. – Hemos llegado al final de esta bella fantasía árabe, hindú, musulmana, y persa a la vez. Sin embargo la protagonista principal es simplemente una mujer, joven, bella, e inteligente, que se convierte por obra y gracia de sus aptitudes en heroína de su pueblo: Irán, y embajadora de buena voluntad para cientos, miles, millones de seres humanos en todo el mundo que hemos sido también embrujados por sus fabulosos cuentos donde la astucia, la sorpresa y el humor nos han endulzado la vida.

Quiera el destino que su ejemplo y su pueblo no sean arrasados por fuerzas muy superiores en número y recursos, pero huérfanas del humanismo necesario para vivir en paz sin egoísmos ni ambiciones en un mundo cada día más necesitado de comprensión; de esos todopoderosos capaces de poner en riesgo la supervivencia misma de la especie humana en guerras interminables contra países más débiles.

La experiencia de estos últimos años nos dice que el mundo está cansado de guerras y más guerras imperiales. Que los pequeños conflictos pueden degenerar en holocaustos mundiales… Y a la tercera, --que pudiera degenerar en atómica--, va la vencida.

Por lo pronto evitar que, --como ha ocurrido recientemente con otros pueblos árabes--, los cuentos de la iraní Scherezada se vayan a convertir en las mil y una noches de exclusión aérea.

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