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16 mar 2012

MASSAGUER TENÍA EL UNO

Lo prometido es deuda, reza el refrán, y llegó el momento de cumplirlo:EnlaceNuestra presencia el pasado 26 de enero en Matanzas con motivo de la inauguración del "Doble Nueve", exposición de caricaturas en honor a Conrado Walter Massaguer, y dos días después a la Peña Literaria “Entre Puentes” que dirige el colega Fernando Rodríguez Sosa, dedicada al reciente libro del ensayista y profesor Jorge R. Bermúdez titulado “Massaguer” también como tributo al colega, me compromete aún más con la figura de este consagrado caricaturista cubano nacido en esa provincia el 3 de marzo de 1888.

Tengo pues un doble compromiso con su memoria. Primero porque, siendo aún principiante en la especialidad, pude conocerlo personalmente, y saber de sus propios labios algunos aspectos de su rica experiencia como humorista gráfico y sobre todo, como caricaturista personal: Uno de los mejores de su época y del mundo.

Inicio el recuento al reproducir parte del trabajo que con motivo de su centenario, me publicó al Revista BOHEMIA el 12 de mayo de 1989, titulado “Con sonrisa de cien años”. Pero, su extensión no me permite ofrecérselo completo.

Entre sus anécdotas escojo sus primeras aventuras en tierras extranjeras durante un peculiar “destierro familiar” en Mérida, Yucatán; debido a su carácter de joven inquieto en medio de la intervención norteamericana en nuestro país, y los convulsos acontecimientos políticos a principios del siglo XX.

Comenzó en territorio mexicano por la actividad que era su ilusión: Hacer dibujos para la prensa.

“…Entre aquellas primeras caricaturas que le encargó el director del periódico LA CAMPAÑA, estaba la del señor González Pérez, jefe de la oficina del Timbre Federal, no muy bien visto en Mérida, entre otras razones, porque era de otro Estado y cobraba por allí. (…) En esa época los grabados se encargaban a talleres de La Habana o de la capital mexicana, pero la mayoría de las veces se hacían en piedras litográficas o se solicitaban a a un indio grabador en madera que lo realizaba calcando el dibujo...”

Cuenta Massaguer lo que ocurrió entonces… Aprovechando un gran papel que poseía, hice una fea pero decorativa silueta del magro caballero, y sin pensar en el procedimiento del grabado en madera, se lo envié al grabador. En la mañana de la aparición del número, cuando faltaban dos horas para echar a andar la “rotativa”, que no rotaba bien, se aparece el artista con una tabla , donde estaba grabado en alto relieve la figura desmedrada y larga como un folletín del Shylock de marras… ¡Para qué fue aquello!... Los humoristas y hermanos Ríos no le vieron la gracia y me increparon duramente, pues el maderón aquel no cabía en la primera página de LA CAMPAÑA; se me amenazó con dejarme cesante. Era mi primer sueldo como periodista que se me iba de las manos. Pensé rápidamente como un Napoleón ante una de sus batallas y me llevé el trozo de tabla al fondo del taller de la imprenta. Pedí al bondadoso regente un serrucho y acometí la tarea. Lo dividí en dos por la cintura. Yo mismo encajé la parte superior en la primera plana, donde añadí: “Viene de la primera”, y así salió a la calle. El éxito fue instantáneo. LA CAMPAÑA salía dos veces a la semana y se vendía lentamente al transcurrir esos días. Esta edición se vendió TODA en esa mañana…”

Tal vez fuera la primera y de mayor tamaño publicada en la prensa de todo el mundo.

Seguidamente el artista cardenense comenzó a construir su monumental obra y a disfrutar su propia vida de hombre exitoso, mundano y universal, sin perder sus criollísimas esencias. De forma espectacular escaló los escaños de la popularidad y consecuentemente con ello, fue también primigenio en innumerables hazañas culturales. Me remito de nuevo al artículo de marras en BOHEMIA:

“…En la polifacética vida de Massaguer hay que destacar algunos hechos que hoy en día resultan asombrosos y meritorios, como el de haber realizado el primer dibujo que se trasmitió por televisión en el mundo, el 4 de febrero de 1932 –hace actualmente 80 años—desde la Columbia Broadcasting Station, en una caricatura al carboncillo del genial Charles Chaplin.(…) También, gracias a su iniciativa se organizó en 1911, el Primer Salón de Caricaturas en América, en el edificio que ocupaba la Asociación de Pintores y Escultores en el Prado, de la Habana. (…) Participó en la adquisición y montaje de la primera planta fotolitográfica, novedoso sistema para la época en Cuba. (…)

Según el mismos explicara, fue el primer dibujante que expuso en la Quinta Avenida de Nueva York --en las vidrieras de B. Almant and Co. Desde la calle 34 a la 35--. La inauguración estuvo a cargo de Robert Ripley, autor de la famosa serie Créalo o no. Pero también tuvo el privilegio de realizar la primera exposición de caricaturas en madera (1943), que muchos aficionados pudieron apreciar, primero en el teatro “Auditorium”, y posteriormente en las vidrieras de la antigua tienda “Los Precios Fijos”, ambos en La Habana…”

En cuanto a SOCIAL, considerada por los investigadores como la primera gran revista de corte cultural publicada en Cuba, volvemos a lo que consignamos en dicho trabajo:

“…Sus caricaturas le permitían el acceso a los más exclusivistas clubes. Esto lo hizo concebir un proyecto calificado de locura por los entendidos, en asuntos editoriales. La revista SOCIAL que apareció por primera vez en enero de 1916, con 72 páginas impresas a dos tintas en magnífico papel.

En sus comienzos alcanzó una tirada récord de tres mil ejemplares que fue aumentando en el transcurso de los años…” También debemos recordar –a propósito-- que durante la Primer Guerra Mundial, Cuba vivió La Danza de los Millones. “...Lo más contradictorio de todo este empeño es que SOCIAL—como su nombre indica—fue diseñada para beneplácito de la burguesía criolla, amiga de agasajos y lisonjas. La revista, sin embargo, fue algo más que eso. Massaguer, desde su propia personalidad, estimuló una atmósfera artística positiva y dio cabida a textos culturales y políticos de avanzada. De ahí que se convirtiera en marco apropiado para dar a conocer lo más atrevido y novedoso del arte y las letras nacionales. En ese aspecto SOCIAL se nutre fundamentalmente del Grupo Minorista, al que pertenece el propio Massaguer, y que se reunía semanalmente en diversos restaurantes de La Habana como ·Ambos Mundos, Lafayette, Dos Hermanos, Automóvil y Aero Club de Cuba, y la Casa Giovanni. Entre los primeros colaboradores SOCIAL contó con Roig de Leuschering, Fernando Ortiz, Martínez Villena, Juan Marinello, Alejo Carpentier y José Zacarías Tallet…”

La publicación también fue vanguardia en la publicidad y la cartelística del país, pues incluyó atractivos mensajes, con su propia obra y los mejores artistas de la época como Valls, García Cabrera, R. Lillo y otros.

Después de leer estas sencillas viñetas de tan autóctono personaje, ustedes mis sagaces vecinos tendrán que coincidir conmigo no sólo en que MASSAGUER TENÍA EL UNO, sino que a más de cien años, todavía lo mantiene.

9 feb 2012

RENACER

El título que acabamos de ofrecerles no es impensado. Parte de ciertas impresiones advertidas personalmente en la última semana de mes.

El miércoles 25 de enero el periódico GRANMA en su página cultural bajo el título de “Invitación entre puentes anunciaba lo siguiente:

“…Este programa cultural a cargo del periodista y crítico Fernando Rodríguez Sosa, el sábado 28 de enero a las 8.30, en el Museo Provincial Palacio de Junco, en Matanzas, tendrá como invitado al humorista gráfico Francisco Blanco, (Blanquito), en ocasión del Salón Nacional de Caricatura “Doble Nueve” que se celebrará en la llamada Atenas de Cuba. Además de entrevistar al también fundador del semanario humorístico PALANTE, Rodríguez Sosa comentará el libro “Massaguer, República y Vanguardia”, de Jorge R. Bermúdez, publicado por Ediciones La Memoria, del Centro Cultural Pablo de la Torriente Brau…”

Al día siguiente partimos para Matanzas un grupo de humoristas invitados a la inauguración de dicho concurso “Doble Nueve” en la galería provincial “Pedro Esquerré”.

Para mi el acontecimiento fue el renacer de ese artista plástico prematuramente desaparecido, a quien cariñosamente llamábamos “El gordo Esquerré”, --una de las promesas de la pintura y el humorismo matancero--.

El título de la convocatoria, recuerda también la obra más conocida internacionalmente del caricaturista Conrado W. Massaguer, donde plasmó la jugada perfecta de la Segunda Guerra Mundial, “El doble nueve” pues en ella enfrentó en la mesa de dominó a los protagonistas principales de la misma, Roosevelt y Churchil frente Hitler y Mussolini, mientras detrás, como simples “sapos” aparecen Stalin e Hirohito.

Lo curioso es que hubo dos doble nueves: El otro cuadro de él es anterior y tiene el típico sabor bucólico de este juego, pues muestra una partida entre guajiros, en un fondo rural costumbrista. Lamentamos no haber conseguido esa versión.

La prensa nacional ha destacado la labor del jurado formado por los artistas Adán director del DEDETE, el afamado matancero Manuel, y el trinitario Ramsés, así como las obras ganadoras, sus autores, y otros aspectos del acto inaugural. Lo que obviamos para no salirnos del tema central de esta crónica: RENACER.

Aquella tarde, bajo la tarja de la Galería de Arte sede de la exposición, que recuerda a Esquerré, pude fotografiarme con otro genio de la caricatura cubana: Gustavo Prado (Pitín), sempiterno emigrante nacido en Ranchuelo, madurado en La Habana, y desde su jubilación, matancero aplatanado. Las flores y otros presentes en sus manos dan fe del homenaje que se le brindaba, demostrativos del cariño que le profesan sus admiradores y vecinos. La imagen podría titularse: Dos octogenarios fundadores de PALANTE renacidos bajo un mismo techo.

Amenizó la actividad el trovador autóctono Toni Ávila, (La choza de Chicha) --en mi modesta opinión, un maestro del retruécano, el trabalenguas y el doble sentido--. Como ustedes conocen por la firma, mi primer apellido es Blanco, y el segundo, Ávila, que coincide con el primero de él. Sin embargo, según sus propias parodias, “…somos más que negro y que blanco, somos martianos y cubanos…”

Pero ahí no pararon las sorpresas de este Renacimiento. Al concluir el acto cultural, y antes de regresar a casa, los invitados habaneros decidimos hacer un breve recorrido por las coquetonas calles de la ciudad, más reverdecidas que nunca por los “timbiriches” de los cuentapropistas que antes el trovador Ávila nos había pintado con tanto colorido y sabor. Pero notamos además que algo renacía en aquellos transeúntes y comerciantes. La pasión por la pelota, el deporte nacional, cuya afición había retoñado precisamente bastante cerca de allí, en el centenario Palmar del Junco.

A cincuenta años del nacimiento del beisbol no rentado en Cuba (1962), por primera vez el sotanero Matanzas ocupaba la primera plaza en la lista de posiciones de la región occidental. Era la resurrección de una hegemonía, “Azucarera” y el pueblo estaba alborotado.

La gente, ante las tarimas, no regateaba los precios como habitualmente lo hacía, sino preguntaba quién ganó el juego de ayer, o qué nos estaban preparando para el de hoy. Había que tener mucho cuidado en nuestros comentarios. Era tal la pasión beisbolera, que si descubrían nuestra identidad capitalina, podía echarse por tierra la hospitalidad de un pueblo tan amable.

Esa noche, se enfrentaban nada menos que por el primer lugar, los equipos Industriales y Matanzas en el estadio local. Y era lógico aquella resurrección pues, por primera vez en muchos años, las gradas repletas no daban a basto y las telenovelas desaparecían como por encanto de las pequeñas pantallas para dar paso en cada hogar a la lucha entre cocodrilos matanceros y leones capitalinos.

Por suerte para ellos --y para nosotros también—en el estadio, los Industriales no pudieron pasarles la escoba, y la serie quedó dos a una. Así se calmaron los ánimos.

Estos son solo algunos aspectos del renacer de Matanzas que anunciamos en el título de esta croniquilla, ya que, por lo visto, la provincia sigue y seguirá siendo la Atenas de Cuba.

En mi criterio, esto marca la intención de la capital yumurina por reconocer la herencia cultural existente en la Ciudad de los Poetas, con hincapié en el humorismo gráfico, y su gran exponente en la primera mitad del siglo XX Conrado W. Massaguer, cardenense por más señas; a quien volveremos con motivo de su sonriente 117 onomástico el próximo 3 de marzo de 1895.

Como anunció el diario, regresamos a la Ciudad de los Puentes el sábado.

Todos sabemos que el 28 de enero es un día de gran significación en Cuba por la celebración del nacimiento de Nuestro Héroe Nacional José Martí. Coincidió la fecha esta vez con la invitación del colega Fernando Rodríguez Sosa, a pocos días de inaugurarse la Feria Internacional del Libro 2012.

Precisamente, sobre la vida y obra de Massaguer, libro escrito por Jorge Bermúdez, trataba el coloquio y los organizadores pensaron que mi presencia enriquecería el debate, pues la revista BOHEMIA había publicado un artículo mío con motivo de su Centenario en marzo.

Tuve el placer de recordar mis vivencias y conversaciones con el maestro, entre ellas lo referido a la caricatura más grande publicada en la prensa por un cubano. Se habló de su impronta en la primera mitad del siglo XX, dado su carácter mundano, y la aproximación a cierta parte de la alta sociedad, así como la superficialidad conque algunos detractores lo acusaban de bon vivant. No tenían en cuenta su apego al desarrollo y la modernidad, sus vínculos con la izquierda más revolucionaria de la época, o la fundación de revistas de avanzada para su época.

Como si todo esto fuera poco, a él se debe la introducción en Cuba del sistema de impresión off-set, mucho antes que otros países latinoamericanos.

Lo más importante: Murió modestamente en Cuba, sin ceder a las tentadoras ofertas que se les hacían desde el extranjero.

Tuve además la alegría de que en esa ocasión concurrieran también mi hijo homónimo y su compañera —ambos pertenecientes al equipo de BOHEMIA--, aprovechando para presentar algunos de sus trabajos gráficos alrededor de la figura del Apóstol en su 159º. Aniversario.

Reitero una vez más que aquello nos hizo renacer a todos.

13 mar 2011

ANICETO: EL HOMBRE ORQUESTA

Lo conozco desde hace una veintena de años, cuando regularmente compartimos fábulas y leyendas en la Sala de Té de la UPEC, chácata de por medio.

Su amena conversación envolvía a todos los allí presentes por la vehemencia con que abordaba los temas, y había que tener cuidado porque podía venderte gato por liebre. Y es que Rolando Aniceto, además de su enciclopédica erudición, es un gran fabulador.

Periodista, historiador, podólogo, mitómano, y hasta dotado con facultades telepáticas , pues en cierta ocasión lo demostró en público con su hijo que ya hoy es un joven veintiañero.

También cruzamos armas etílicas en el “chigre” de la Federación de Asociaciones Asturianas de Cuba en la década del 90, los tiempos más angustiosos del período especial; y seguidamente se unió al proyecto que el Presidente de la FAAC Evaristo Arrinda me encomendó de crear en sus salones una peña humorística.

Así surgió el Club del Humor “Bigote de Gato” que derivó en la peña del mismo nombre en la “Agrupación Castropol" del Malecón habanero.

Esos son solo algunos proyectos de los que recuerdo, porque el tal Aniceto es un verdadero “Hombre Orquesta” con varios libros en sus costillas. Hiperactivo e Incansable, ha participado en diversos programas de radio con gran audiencia, mantiene colaboraciones periódicas con temas históricos en distintas publicaciones, atiende diariamente su consulta de podólogo en su local de la Habana Vieja, y todavía le da tiempo para proyectos tan locos como aquel programa de televisión -que nunca se materializó- en el que me involucró para crear el personaje “El Nieto de San Cristóbal” para el Canal Habana.

Durante años compartió los portales del Hotel Inglaterra con Eduardo Robreño primero y Argelio Santisteban después, para amenizar las tardes costrumbristas de la Acera del Louvre.

No pocas de sus historias han servido para enriquecer este blog personal que tanto disfruto al compartirlo con mis queridos vecinos del ciberespacio.

Uno de sus libros más interesantes es “Por primera vez” el cual también le da título a sus sabrosas crónicas de costumbres habaneras.

Después de tanto tiempo de amistad, acabo de descubrir una de sus facetas, tan inesperada que voy a tener que ir al médico para que me coloque en su lugar la mandíbula, pues fue tanto el asombro que abrí la boca a todo lo que daba, y mi quijada golpeó en el suelo tan violentamente que provocó esas consecuencias.

El título de su artículo en el suplemento turístico Cartelera, “El primer quiropedista” no me sorprendió porque el colega acostumbra a darnos a conocer en sus trabajos el primer hotel, los primeros músicos, o el primer barbero de La Habana, entre otras muchas primicias, y como su profesión es ésa; lo más lógico es que conociera sus orígenes.

No, la cosa era mucho más sensacional. Vayamos al texto:

“…Don Gabriel José, nacido en Almería un 18 de marzo, era miembro de una brigada sanitaria en su ciudad natal, y a los 25 años llegó a esta tierra para ejercer como quiropedista en la ciudad de Holguín, donde conoció a Rosario, con la que tendría sus primeros 17 hijos. …viene a la capital para recibir el flamante título de Practicante de Medicina el 14 de junio. Regresa a Oriente y comienza a ejercer en el Hospital de Santiago de Cuba…”

Pronto se aplatanó, considerándose un cubano más. Su participación durante la autopsia de José Martí en 1895 lo impresionó vivamente, y decidió regresar a La Habana, estableciendo su consultorio en la calle Compostela antiguo Núm.99, donde su anuncio decía. “Alivio de los pies, consuelo del alma”.

El cese de la dominación española lo sorprendió en su nuevo consultorio de Obrapia, antiguo 66, hoy 416, donde también atendía a los vecinos en casos de primeros auxilios. En 1820 publica su primer libro de Medicina del pie en Hispanoamérica. “Manual del Profesor Pedicuro”. Para 1905 ya era colaborador de publicaciones como “El Fígaro” y “La Habana Elegante”. Ese año se casó por segunda vez y tendría otros diez hijos. Recibió además un diploma del monarca español firmado por su Bibliotecario Mayor, el Conde de las Navas, por su contribución a la medicina en Hispanoamérica.

La Revista Española de Podología en su número de julio-agosto de 1995, reseña a Don Gabriel como pionero de la profesión en Cuba, y destaca su participación como practicante, en la autopsia del Héroe Nacional José Martí.

La revista “El Gráfico” de Conrado W. Massaguer en noviembre de 1914 dice:

“El señor Gabriel Aniceto es acaso, el primer pedicuro de La Habana. Ha descubierto muchos y variados procedimientos para curar las enfermedades de ese órgano tan delicado que le permite efectuar las más complejas operaciones sin dolor…”

Si hasta este momento usted no se ha dado cuenta cuál fue mi asombro, vaya hasta el final del artículo y lo sabrá.

En 1915 se legaliza la profesión de quiropedista, marginada hasta ese momento. Ese año, la secretaría de Sanidad y Beneficencia otorga a Don Gabriel Aniceto una medalla de oro en honor a la fecundidad. Ha tenido 27 hijos, seis de los cuales ejercerían la misma profesión.

¿Será el dinámico Rolando Aniceto hijo de alguno de ellos?

¿Será la podología una ciencia hereditaria?

¿Será que éste que yo califico hombre orquesta también toca con los pies?

26 feb 2009

EL DIBUJO MÁS GRANDE...

En ocasiones anteriores hemos contado anécdotas de nuestros comienzos en la vida artística. Volvamos pues sobre el tema:
Siendo aún linotipista en el diario “El Mundo” y aficionado al dibujo, se presentó una rotura del aparato de radio foto de la redacción que reproducía imágenes del exterior como lo hacía el teletipo con los textos.
Al día siguiente estaba pactada en el Madison Square Garden de Nueva York, la pelea por el campeonato mundial welterweight entre el cubano Gavilán Kid y el titular Bobo Olson.
Ante esa situación, el jefe de la plana deportiva, me preguntó si yo podía adelantarme a los acontecimientos y hacer un creyón con ambos pugilistas frente a frente, única forma de ilustrar el combate y que se le daría gran destaque. ¡Imagínense, tamaña proposición a un joven aficionado!
Acepté el reto e inmediatamente salí a comprar la cartulina más grande que existía en el mercado. Era un plancha de 70 por 100 cms. Y allí plasmé el dibujo original tomando como modelo varias fotografías de archivo.
El match se celebró el 2 de abril de 1954 y al día siguiente en la primera página deportiva del periódico apareció mi ilustración a ocho columnas con bajantes del match round por round. El tamaño aproximado impreso era de unos 36 centímetros cuadrados, y durante mucho tiempo ingenuamente pensé que era el dibujo más grande publicado por un artista cubano en la prensa. Eso fue hasta que conocí a Conrado W. Massaguer.

Me acerqué al maestro, con motivo de la publicación de un libro-homenaje por sus 50 años de vida artística, y él tuvo la delicadeza de dedicármelo. A partir de entonces mantuvimos relaciones amistosas hasta su fallecimiento diez años más tarde, a tal punto que en cierta ocasión me contó:
“También en mis comienzos, a mi me ocurrió algo similar: Corría el año 1906, en Mérida, Yucatán, a donde me habían enviado mis padres con solo 17 años de edad. Tenía necesidad de trabajo y en el periódico “La Campaña”, me ofrecieron hacer la caricatura de un personaje local no muy bien visto, pero con influencia”.
“Realicé el dibujo bien grande, pero no sabía el método de reproducción que allí se empleaba: la xilografía. Resulta que un indio grabador era quien calcaba el original en madera y grababa la plancha a relieve. Resultado final: Un maderón que no cabía en la primera plana, y la posibilidad de perder mi primer sueldo”.


“En ese momento se me enciende la chispa, cojo el tablón, corro al fondo del taller y con un serrucho, corto la caricatura horizontalmente por el centro. Cuando regreso a la imprenta coloco la mitad superior en la primera plana y la inferior en la última. Seguidamente añadí: Póngale como pie de grabado, --Viene de la primera--. Así resolví el problema y aseguré mi trabajo”.
Con el relato me convencí de que el dibujo de la pelea Gavilán-Olson era un pigmeo en comparación con la hazaña del maestro de maestros. Todo esto viene a colación por la próxima celebración el 3 de marzo, en la ciudad de Cárdenas, Matanzas, del 120º. Aniversario de su Nacimiento. “HONRAR HONRA”.